Día 362 | Apocalipsis 1 - 5
¡Hemos llegado al último libro de nuestra Biblia! Pero, no al final de nuestra historia con Dios. Hemos llegado a las últimas páginas de nuestra Biblia escrita, al último libro del canon completo y finalizado, pero no al final de nuestro Dios, porque Él es eterno, transcendente, fiel, y quien por siempre ha existido para darnos esperanza de un mundo perfecto, donde no habrá dolor ni lágrimas, ni enfermedad; de un lugar donde estaremos caminando con Dios perfectamente y veremos a nuestro Amado Jesús con Sus manos perforadas atestiguando que Él es el primero y el último, el que es y que era y que ha de venir.
Por mucho tiempo cerré mis ojos a leer el libro de Apocalipsis, no era un libro que me llamara la atención porque no lo entendía y porque se me había explicado que era un libro profético exclusivamente; a causa de la simbología, …
¡Hemos llegado al último libro de nuestra Biblia! Pero, no al final de nuestra historia con Dios. Hemos llegado a las últimas páginas de nuestra Biblia escrita, al último libro del canon completo y finalizado, pero no al final de nuestro Dios, porque Él es eterno, transcendente, fiel, y quien por siempre ha existido para darnos esperanza de un mundo perfecto, donde no habrá dolor ni lágrimas, ni enfermedad; de un lugar donde estaremos caminando con Dios perfectamente y veremos a nuestro Amado Jesús con Sus manos perforadas atestiguando que Él es el primero y el último, el que es y que era y que ha de venir.
Por mucho tiempo cerré mis ojos a leer el libro de Apocalipsis, no era un libro que me llamara la atención porque no lo entendía y porque se me había explicado que era un libro profético exclusivamente; a causa de la simbología, las frases y los personajes que me complicaba la comprensión, mi enfoque estaba en encontrar algo misterioso en él. Llegué a pensar que necesitaba un poder especial o ser alguien muy exclusivo para entenderlo. Quizá tú te encuentres o te hayas encontrado en ese mismo dilema, pero quiero darte una gran noticia: Apocalipsis es parte de toda la historia de redención de Dios y nos enseña del mismo Cristo a la que toda la Biblia apunta. Quien nos llena de esperanza para proclamar Su evangelio en medio de la tribulación en este mundo, la oposición del enemigo y en medio de la muerte.
La realidad es que este libro es más o menos 60% de escritura narrativa y el 40% de profecía; si partes de allí, la forma de leerlo ya te cambia. Las profecías, como en el resto de la Biblia, son de advertencia, exhortación y consuelo basadas en las promesas de Dios y en la persona de Jesucristo, más que acerca de predicciones secretas. Apocalipsis es considerada una carta, porque tiene salutación, destinatarios, propósito y autor. Esto es, Juan como el autor, los destinatarios primarios son las siete iglesias de Asia Menor que se encontraban en persecución, y a partir del capítulo 4, se trata de todas aquellas cosas que «han de ser después de estas» pero no necesariamente de manera cronológica.
La estructura de Apocalipsis no es lineal ni cronológica, sino cíclica; la mayoría de su lenguaje no es literal, sino simbólico; y la mayor parte de su contenido no es solo futura, sino también pasada y presente. Una de las características de esta carta y del género literario apocalíptico es narrar lo mismo varias veces, pero desde ángulos diferentes. Por ejemplo, Babilonia es representada como un árbol; como una de las cuatro bestias, como un carnero y como un macho cabrío. Su propósito está expuesto desde el inicio de la carta: «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto».
Alaba al Cordero y Rey por el evangelio eterno
Esta carta contiene narración de hechos, revelación del victorioso Jesucristo para Su pueblo y Su juicio para con las naciones basado en la vida, muerte y resurrección del Hijo de Dios, es decir, el evangelio de Cristo. Juan escribió durante un período de persecución contra los cristianos, cuando fue desterrado a la isla de Patmos; por lo que, el propósito de Apocalipsis es tan necesario para ellos como lo es hoy para nosotras: fortalecer la fe de las iglesias de Cristo frente a la persecución, las falsas enseñanzas y las tentaciones de este mundo que intentan quitar la suficiencia de Cristo en la vida de todo creyente.
Capítulo 1
Juan inicia la carta describiendo la maravillosa e impresionante visión de la revelación de Cristo, que el apóstol amado cae como muerto a Sus pies. El velo se quitó en Su primera venida, cuando esperaban a un rey que dominara sobre los poderes terrenales. Apocalipsis afirma que ese Rey victorioso regresará en Su segunda venida para dejar en claro que Él siempre ha sido el verdadero y único Rey sobre todos.
La visión de Juan sobre Cristo no se refiere a Su aspecto físico, sino que es un conjunto de símbolos con los que los primeros oyentes y creyentes del Siglo I podían identificarse, pues están descritos en el Antiguo Testamento como representativos de la gloria de Dios. Por ejemplo, Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza (ver Malaquías 4:2).
Otro ejemplo, el poderoso Rey, a quien el Padre le ha dado autoridad y le ha dado un reino eterno, y el que juzga con perfecto conocimiento las almas de los hombres, en esos ojos de llama de fuego que menciona Daniel 7:13-14. O el Anciano de días, cuyos cabellos como blanca lana, como nieve, que dice Daniel 7:9. O el Mensajero celestial cuyo pecho está ceñido con un cinto de oro que dice en Daniel 10:5-6, 11, y cuyas palabras atraviesan el alma y destruyen a Sus enemigos con Su espada aguda de dos filos que leemos en Hebreos 4:12. Este Rey regresará.
Capítulos 2-3
Juan nos relata los mensajes a las siete iglesias que bien pueden ser mensajes para nosotras y nuestras iglesias:
Éfeso. Vigilancia doctrinal y arduo trabajo, pero abandonaron su primer amor, así que arrepiéntete.
Esmirna. Son espiritualmente ricos en medio de la persecución, reciben aliento para ser fieles hasta la muerte; así que, perseveren.
Pérgamo. Reconocimiento por la fidelidad a Cristo y no negar su fe, pero advertencia sobre la enseñanza falsa; así que, arrepiéntete.
Tiatira. Amor creciente por las obras y servicio, pero reproche por la tolerancia a la falsa profetisa y la herejía, falta de discernimiento; así que, arrepiéntete y retén la Palabra.
Sardis. Algunos creyentes siguen siendo puros y leales a Dios, pero sus obras son muertas; enfoque en la apariencia de vida, por eso guarden la palabra, por lo que arrepiéntete y guarda lo que has recibido.
Filadelfia. Perseveran pacientemente, son fieles, y guardan la Palabra de Dios; en medio de la persecución, no niegan Su nombre, por eso deben retener lo que tienen porque Dios los guarda.
Laodicea. Únicamente el reproche por estar espiritualmente ciegos, por la falta de discernimiento espiritual; así que, arrepiéntete y sé celoso de buenas obras.
A todas las iglesias se les invita a arrepentirse y perseverar mientras esperan comer del árbol de la vida que es Cristo mientras esperan ser resucitados, reinar con Cristo, ser vestidos de perfección, estar en la nueva Jerusalén y ver al Señor sentado en Su trono. A nosotras, también se nos invita a arrepentirnos de la doblez de corazón, de no discernir y examinar todo lo que escuchamos, a guardar el testimonio al permanecer en la verdad frente a un mundo que odia a Dios y a servirnos unos a otros como Cristo lo hizo.
Capítulos 4-5 La visión del trono de Dios nos invita a adorarlo por quién es Él y Su obra.
En el capítulo 4, se nos ofrece una visión del trono de Dios rodeado de ángeles y exaltado en la adoración del cielo. Se nos describe la gloria y la majestad de Dios, así como los veinticuatro ancianos que adoran a Dios, arrojando sus coronas ante Él. Este cuadro es una imagen hermosa de nuestro Rey, de Su misericordia para con los pecadores y Su fidelidad al pacto en los colores que representan el arco iris presentado a Noé en Génesis 9:12-17. Él es servido por siervos que representan todos los poderes, la sabiduría del cielo y la tierra, como se expresó en Ezequiel 1:10.
La gloria del Rey Jesucristo llama a los ángeles a adorarlo por quién es y lo que Él ha hecho, ese evangelio maravilloso que hoy nos permite adorarlo también, de día y de noche, dar gloria a Su Nombre por Su santidad y poder soberano. Hoy podemos unirnos a esta adoración diciendo: «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas».
Capítulo 5 El Cordero y el libro sellado que abre con toda autoridad
Se presenta un libro en la mano de Dios, sellado con siete sellos. Nadie es hallado digno de abrirlo, lo que causa gran tristeza. Pero, aparece el Cordero (Cristo), que es digno de abrir el libro debido a Su sacrificio. Su victoria provoca una explosión de adoración en el cielo, donde todos los seres rinden alabanza a Dios y al Cordero.
¡Qué seguridad tenemos en la obra nuestro Rey Jesucristo! No solo es el Rey, sino que el Cordero perfecto, el único digno de abrir los libros sellados, la revelación de la obra de Dios a través de Él para Su gloria y el bien de Su pueblo. Él es quien ha vencido, quien ha derramado Su sangre por nuestros pecados, el bendito Cordero Inmolado del que se tipifica en la Pascua (Éx. 12), del que vino (Jn. 1:29) y a quien se alaba en este capítulo.
Sobre todo, Él es nuestro Cordero inmolado y revelado en carne como el Siervo humilde que murió en la cruz por nosotras; además, es nuestro Rey victorioso que está sentado en Su trono y regresará a juzgar a los que no creyeron en Él para llevarse a los Suyos a morar con Él. Esta es una hermosa verdad que nos debe moldear hoy y cada día de nuestros pasos en este mundo, porque ya no pensamos en las cosas de este mundo como si fuésemos eternas aquí, sino que cada sufrimiento, cada prueba, cada dolor y enfermedad, nos hace anhelar esa eternidad con Él.
Para meditar:
- ¿Qué consuelo trae a tu corazón que Cristo sea el Rey victorioso en tu lugar?
- ¿Con cuál mensaje a una de las iglesias te identificas? ¿Por qué?
- ¿Qué motiva tu adoración a Cristo?, ¿dádivas, bendiciones? O ¿te motiva saber que Él es el Cordero inmolado que te ha concedido la salvación eterna?
- ¡Solo Cristo es digno de tu adoración y confianza! ¡Su evangelio es la buena noticia de que eres Suya para siempre! ¡Su revelación nos asegura que Él es quien siempre ha dicho que es y que Su obra es eterna! Medita en estas verdades, despójate de la preocupación que te llena este mundo y afírmate en quién es Él, porque Él ya venció.
«“Yo soy el Alfa y la Omega”, dice el Señor Dios, “el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”». -Apocalipsis 1:8
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