Día 36 | Éxodo 19 - 21

El pueblo judío era vasto y Dios establece leyes para regular la vida civil, legislando cómo conducirse en situaciones específicas. La ley protege la propiedad, los siervos, las mujeres, los niños, los animales, etc. La ley es incapaz de cambiar corazones, pero funcionaba (¡y aún funciona!) para establecer límites y conductas apropiadas para la vida en comunidad, y para establecer la justicia. Mientras otras naciones alrededor de ellos estaban gobernadas por autoridades humanas, Su pueblo sería una teocracia; estarían bajo el gobierno directo de Dios.

Para hacer esto posible, la presencia de Dios debe causar temor, asombro y reverencia.Él consagra a Su pueblo por medio de Moisés y establece límites para ellos. Debían mantenerse a cierta distancia o perecerían. Dios estaba enseñándoles algo importante: Él era Dios y debían temerle. El temor a Dios los alejaría del pecado (ver 20:20).

Si hay algo que falta en la iglesia de hoy es temor y reverencia a Dios. Vemos a Dios como nuestro «pana», nuestro «amigo», y si bien es cierto que Dios es cercano a Sus hijos, debemos recordar que Él es un Dios que merece nuestro respeto y temor. 

El primero de los mandamientos (amar a Dios sobre todas las cosas) es la base sobre la cual todos los demás mandamientos son posibles. El amor a Dios es lo que debe motivar la obediencia del resto. 

No deja de sorprenderme ver el descanso como uno de los mandamientos a ser guardados. Dios da importancia al descanso y establece un día de reposo. Dios es nuestro Creador y Él sabe lo que necesitamos, Él dice que necesitamos un día para descansar.

Otra cosa importante a notar es el valor que Dios le da a la vida. En los versículos21:22-25, Dios impone consecuencias graves al que es hallado culpable de hacer morir a otra persona, incluyendo un bebé en el vientre de su madre. El castigo sería «vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe». El respeto por la vida es un mandamiento del Creador; un crucial recordatorio para la cultura de muerte de nuestros días.

Para meditar:

• Hoy vimos los límites que Dios impuso a Su pueblo para que no se acercaran a Él. Lee Hebreos 10:19-25. ¿Qué hace esto posible hoy?
• Medita en el siguiente texto: «Es en vano que se levantan de madrugada, que se acuesten tarde, que coman el pan de afanosa labor, pues Él da a Su amado aun mientras duerme» (Salmos 127:2).
• A la luz de la opinión de Dios acerca del descanso, ¿cómo confronta esto tu estilo de vida y la generación en la que vivimos? ¿Qué ajustes debes hacer?
• Lee Hebreos 4:1-10. Cristo es nuestro reposo. En Él descansamos de nuestras obras.

«Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros dioses delante de Mí». -Éxodo 20:2-3

 

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