Día 327 | Hechos 15-16
En estos capítulos nos encontramos con Timoteo, quien se convierte en hijo espiritual y discípulo de Pablo en su segundo viaje misionero. Timoteo era hijo de una mujer judía y de padre griego. Más adelante conocemos acerca de la influencia que su abuela Loida y su madre Eunice tuvieron en él (ver 1 Ti. 1:3-5). No debe sorprendernos leer que muchos «hablaban elogiosamente» de él. Timoteo, Pablo y Silas viajan juntos hacia Frigia, Galacia, Misia, Troas, Neapolis, Filipos, y de allí seguirán hacia Anfípolis, Apolonia, Tesalónica, Berea, y Atenas (ver mapa). Donde quiera que iban, predicaban el evangelio en sinagogas a judíos y griegos.
Seguir a Cristo frente a la burla y la persecución requiere valor, y a pesar de los alborotos, azotes, encarcelamientos y turbas envidiosas en su contra, las iglesias continuaban creciendo en número, impulsadas por la obra del Espíritu Santo, en medio de demostraciones grandiosas de Su …
En estos capítulos nos encontramos con Timoteo, quien se convierte en hijo espiritual y discípulo de Pablo en su segundo viaje misionero. Timoteo era hijo de una mujer judía y de padre griego. Más adelante conocemos acerca de la influencia que su abuela Loida y su madre Eunice tuvieron en él (ver 1 Ti. 1:3-5). No debe sorprendernos leer que muchos «hablaban elogiosamente» de él. Timoteo, Pablo y Silas viajan juntos hacia Frigia, Galacia, Misia, Troas, Neapolis, Filipos, y de allí seguirán hacia Anfípolis, Apolonia, Tesalónica, Berea, y Atenas (ver mapa). Donde quiera que iban, predicaban el evangelio en sinagogas a judíos y griegos.
Seguir a Cristo frente a la burla y la persecución requiere valor, y a pesar de los alborotos, azotes, encarcelamientos y turbas envidiosas en su contra, las iglesias continuaban creciendo en número, impulsadas por la obra del Espíritu Santo, en medio de demostraciones grandiosas de Su poder (como por ejemplo, el terremoto en la cárcel y conversión del carcelero y su familia).
Algunos conceptos a resaltar:
Muchos judíos se habían convertido con el mensaje del evangelio, pero supongo que no debió ser fácil para ellos desprenderse de tantos rituales y obras a las que estaban acostumbrados. Muchos querían imponer algunas cosas tales como la circuncisión conforme a la Ley de Moisés y esto ocasionó un debate en la iglesia primitiva. ¿Debían estos nuevos creyentes adoptar las doctrinas del judaísmo? Me vienen a la mente las palabras de Jesús:
«Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo; porque el remiendo al encogerse tira del vestido y se produce una rotura peor. Y nadie echa vino nuevo en odresviejos, porque entonceslos odres se revientan, el vino se derrama y los odres se pierden; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan» (Mt. 9:16-17).
Dios estaba haciendo algo nuevo. Los judíos debían abandonar todos esos rituales y no debían integrarlos a este nuevo pacto de gracia que se había instaurado, pero puedo reconocer que debe haber sido algo difícil para los fariseos acostumbrados a todas sus tradiciones. ¡Muchas cosas habían cambiado muy rápidamente!
Me maravilla la forma como los apóstoles resolvieron este conflicto por medio del concilio de Jerusalén, juntándose allí con los ancianos y las iglesias para considerar las implicaciones de la obra de Jesús y cómo debían moverse de ahora en adelante con los gentiles. Las conclusiones de este concilio eran de vital importancia para el futuro del cristianismo porque implicaba la naturaleza misma de la salvación por la fe solamente. Decidieron no ponerles yugos difíciles de llevar a estos hermanos y determinaron solo pedirle algunas cosas esenciales para no ofender a los judíos (la ley del amor puesta en práctica). Ellos confiaron en la dirección del Espíritu Santo para llegar a esta determinación.
Aunque hoy no imponemos circuncisión ni ninguno de estos rituales, muchas veces queremos imponer en otros cosas que la Palabra de Dios no manda, sin darnos cuenta de que ponemos cargas en otros que no están conforme al evangelio de gracia que hemos recibido. Algunas (¡entre muchas!) de estas cosas pudieran ser:
- Mandar el uso de una vestimenta específica para las mujeres. Aunque la motivación es buena (la modestia) no podemos legislar donde la Biblia no legisla, restando a la libertad cristiana que tenemos como creyentes.
- Prohibir el maquillaje o las joyas en las mujeres, basados en que la conducta exterior no es la que debe preocuparnos sino la interior.
- Legislar en cuanto a qué tipo de escuela deben ir nuestros hijos.
- Legislar acerca de las comidas que comemos.
- Legislar en cuanto a los lugares que visitan, música que escuchan, o preferencias, etc.
Al conocer la decisión del concilio, los hermanos se regocijaron cuando lo escucharon por «el consuelo que les impartía». Qué consuelo da saber que no tenemos que someternos al yugo de la esclavitud. ¡En Cristo somos libres! Como lo veremos en los siguientes devocionales sobre Gálatas.
Pablo y Bernabé laboraron juntos hasta el momento en que Bernabé quiere incluir a Juan Marcos en el próximo viaje misionero. Pablo se sentía defraudado por Marcos, ya que los había abandonado antes. Esto provocó un desacuerdo grande entre Bernabé y Pablo, y cada uno siguió por su lado haciendo la obra de Dios, aunque es posible que más adelante se hayan reconciliado. Es válido diferir en criterio con otras personas, con respeto y amor y sin albergar resentimientos, para que cada uno cumpla el plan de Dios fiel y libremente.
¡De nuevo Dios nos recuerda que Él hace Su obra a través de instrumentos débiles!
El amor está por encima de nuestra libertad en Cristo
Este es un concepto que aprenderemos a profundidad más adelante en la carta a los Romanos, pero hoy empezamos a ver un poco cómo se aplica.
Hemos leído acerca del concilio de Jerusalén, donde los judíos habían decidido no imponer sus rituales a los gentiles. Sin embargo, hoy leemos que Pablo circuncidó a Timoteo «por causa de los judíos que había en aquellas regiones».
Transmitir el evangelio era tan importante para ellos que era preferible circuncidarse (sin realmente tener que hacerlo) para que nada fuera a ser obstáculo para que los judíos escucharan el mensaje de boca de ellos. Pablo es un ejemplo para nosotras a la hora de no hacer uso de su libertad cristiana para lograr un fin mayor:
«A los judíos me hice como judío, para poder ganar a los judíos. A los que están bajo la ley, como bajo la ley, aunque yo no estoy bajo la ley, para poder ganar a los que están bajo la ley» (1 Cor. 9:20).
Hoy vivimos en tiempos confusos. Es muy común hoy defender «mis derechos», «mi libertad cristiana», sin tomar en cuenta la conciencia débil de los demás con ciertos temas. Pero en las Escrituras aprendemos que la vida cristiana no se vive egoístamente; somos parte de un cuerpo y siempre debemos tomar en cuenta a los demás, honrarlos por encima de nosotros mismos. En ocasiones estamos llamados a amar al hermano(a) aun a costa de nuestra libertad si el ejercicio de esa libertad sería causa de tropiezo para ese hermano.
«Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo» (Ro. 14:7).
«Porque si por causa de la comida tu hermano se entristece, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien Cristo murió» (Ro.14:15).
«Sean afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros» (Ro. 12:10).
Estemos alertas a la dirección del Espíritu Santo
Pablo estaba bien alerta al mover del Espíritu Santo y era rápido para actuar de acuerdo a Su dirección. De acuerdo a la guianza del Espíritu, él iba en una dirección o en otra (se dirigió a Troas en lugar de Bitinia, y luego a Macedonia), discernía espíritus, como en el caso de la muchacha adivina en Filipos. Esta muchacha decía la verdad acerca de Dios, pero el Espíritu le dejó ver más allá de sus palabras.
Muchas veces queremos actuar de acuerdo a nuestra prudencia, opiniones o estrategias, pero es necesario depender de Dios, estando en comunión continua e íntima con Él, a través de Su Palabra y la oración.
«Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas» (Prov. 3:5-6).
En medio de la oscuridad, ¡cantemos!
Me cautiva ver a Pedro y Silas cantando y orando mientras estaban encarcelados. Dice que se produjo un gran terremoto y los cimientos de la cárcel fueron sacudidos.
Dios se manifiesta en medio de la adoración. Podemos estar en un lugar oscuro emocionalmente o quizás en un desierto en nuestras vidas, pero la alabanza es eficaz para sostenernos, animarnos y devolvernos la esperanza. La luz de Dios siempre irrumpe en medio de la oscuridad y dispersa las tinieblas.
El Señor es quien prepara el corazón para que creamos en Él y se vale de diversas formas para revelarse a los suyos.
Como hemos visto hasta aquí en nuestra lectura de Hechos, las personas se convertían al evangelio de diferentes formas. Algunos a través de enseñanzas y predicaciones, otros leyendo las Escrituras, otros viendo las señales y prodigios, etc. Dios tiene formas diversas de revelarse a quien Él quiere.
Hoy vemos el caso de Lidia, una mujer aparentemente religiosa, temerosa de Dios, pero «Dios abrió su corazón para que recibiera» el mensaje que Pablo trae. Una mujer fue la primera en convertirse al evangelio en Europa; ella les ofreció hospitalidad y apoyó su ministerio.
También vemos el caso del carcelero que al ver lo que había acontecido allí solo pudo preguntar, «¿qué debo hacer para ser salvo?». Leemos que no muchos judíos creían las enseñanzas y predicaciones de Pablo, mientras que muchos gentiles eran agregados a la iglesia. Todo ello por la soberana voluntad de Dios.
Para meditar:
- ¿Te consideras una persona legalista? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Entiendes, vives y proclamas la libertad que Cristo ganó por ti en la cruz?
- Recuerda: «Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud» (Gal. 5:1).
- ¿Hay alguna decisión importante que debas tomar? ¿Has buscado al Señor en el asunto o te has apresurado a tomar el camino que crees más conveniente? No vayas de acuerdo a tus tiempos y entendimiento. Espera en Él.
- ¿Cómo se reveló Jesús a ti? ¡Alábalo y dale gracias por Su gran misericordia!
- Te invito a gozar de la libertad que Cristo ganó para nosotros entonando esta canción:
https://www.youtube.com/watch?v=UdZSJOpPm7I
«“Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?”. Ellos respondieron: “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa”». -Hechos 16:30-31
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