Día 325 | Hechos 13 - 14
Hoy vemos narraciones del primer viaje misionero de Pablo y otras situaciones que fueron surgiendo en la medida que se establecen estas primeras iglesias, y en la medida que los gentiles se fueron convirtiendo al cristianismo.
En el capítulo 13 leemos acerca del inicio de los viajes misioneros de Pablo (ver mapa debajo):
Me gustaría resaltar varias cosas:
1. La iglesia de Antioquia creció y tenía varios líderes (tanto profetas como maestros) todos dirigidos por el Espíritu Santo. Estaba compuesta mayormente de gentiles. En medio de la oración y ayuno, el Espíritu les guiaba hacia los próximos pasos. Es así como apartaron a Bernabé y Saulo para la obra misionera. Oraron, ayunaron, impusieron manos sobre ellos y los enviaron. Más que la iglesia, ¡los envió el Espíritu Santo! La iglesia simplemente obedeció.
¡Cuánto podemos aprender de estos creyentes y de su forma de hacer ministerio! No se movían sin orar …
Hoy vemos narraciones del primer viaje misionero de Pablo y otras situaciones que fueron surgiendo en la medida que se establecen estas primeras iglesias, y en la medida que los gentiles se fueron convirtiendo al cristianismo.
En el capítulo 13 leemos acerca del inicio de los viajes misioneros de Pablo (ver mapa debajo):
Me gustaría resaltar varias cosas:
1. La iglesia de Antioquia creció y tenía varios líderes (tanto profetas como maestros) todos dirigidos por el Espíritu Santo. Estaba compuesta mayormente de gentiles. En medio de la oración y ayuno, el Espíritu les guiaba hacia los próximos pasos. Es así como apartaron a Bernabé y Saulo para la obra misionera. Oraron, ayunaron, impusieron manos sobre ellos y los enviaron. Más que la iglesia, ¡los envió el Espíritu Santo! La iglesia simplemente obedeció.
¡Cuánto podemos aprender de estos creyentes y de su forma de hacer ministerio! No se movían sin orar y ayunar y cuando Dios les guiaba a hacer algo no tardaban en hacerlo. Seguramente Pablo y Bernabé eran muy útiles y necesarios en aquella iglesia que crecía cada vez más, sin embargo esto no impidió que los enviaran. Dios era el comandante en jefe de esta misión y ellos solo eran obedientes.
2. Pablo y Bernabé (con Juan Marcos de ayudante) salen hacia Chipre, Pafos, Perge de Panfilia y Antioquia de Pisidia y en todo lugar proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.
La obra de Dios siempre va a encontrar oposición. En Chipre un mago o falso profeta judío llamado Barjesus («hijo de Jesús») les hizo oposición tratando de impedir que le predicara al procónsul, quien deseaba oír la Palabra de Dios. Al igual que vimos ayer con Pedro y el mago en Cesarea, Pablo tuvo el discernimiento necesario para ver que este hombre era más bien «hijo del diablo» y que estaba lleno de engaño. Lejos de evitar la conversión de Sergio, lo que ocurre con el mago (se quedó ciego cuando Pablo lo maldijo) hizo que el procónsul quedara maravillado y creyera.
Dios usa hasta las artimañas de Satanás para avanzar Su obra.
3. Los judíos y los hombres temerosos de Dios escuchaban el mensaje de Pablo con interés. Pablo les hizo un recuento de la historia del pueblo de Israel desde su esclavitud en Egipto y cómo Dios había prometido un salvador que los justificaría por fe. Este salvador haría lo que la ley no pudo hacer a través de Moisés, cumpliéndose esta profecía en la persona de Jesús.
Aunque muchos judíos y prosélitos (gentiles convertidos al judaísmo) creyeron, cuando los judíos vieron lo que estaba ocurriendo «se llenaron de celo» y contradicen todo lo que ellos enseñaban. ¡Los celos no nos permiten ver el obrar de Dios! Instigaron a todos a expulsarlos de la región. Pablo y Bernabé hicieron lo que Jesús les recomendara a Sus discípulos cuando los envió de dos en dos a predicar:
«En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta de los pies en testimonio contra ellos» (Mc. 6:11).
Pablo y Bernabé cumplieron con llevar la Palabra de Dios primero a los judíos, pero como ellos la rechazaron, se volvieron a los gentiles. Estos se regocijaban en la Palabra y crecían «todos cuantos estaban ordenados a vida eterna»; confirmando la doctrina que enseña que Dios eligió desde antes de la fundación del mundo los que serán salvos.
Las ramas fueron desgajadas para que nosotros, los gentiles, fuéramos injertados (ver Romanos 11:11-24). ¡Alabado sea Dios por Su gran misericordia!
4. Por razones desconocidas, Juan Marcos se apartó de ellos y volvió a Jerusalén. Sabemos que hubo un conflicto o desacuerdo entre ellos, pero sabemos que más adelante volvieron a ministrar juntos (ver Colosenses 4:10; 2 Timoteo 4:11; Filemón 1:24). Hay ocasiones en que los diversos puntos de vista mueven a dos siervos en direcciones opuestas, pero continúan sirviendo el mismo Reino. Esta historia entre Pablo y Marcos muestra que en Cristo la reconciliación siempre es posible.
Capítulo 14
- Cuando el evangelio es predicado bajo la unción del Espíritu Santo tiene un impacto poderoso sobre los que escuchan. Hoy leemos que Bernabé y Pablo «hablaron de tal manera que creyó una gran multitud». Ellos estaban llenos del Espíritu y hablaban valientemente, confiando que el Señor confirmaría la Palabra y la acompañaría con señales y prodigios.
Esto me lleva a preguntar: ¿Qué tanto descanso en el poder del Espíritu Santo cuando enseño o discípulo a alguien? ¿Descanso más en mi preparación o en mis capacidades que en el poder del Espíritu Santo?
«Estuve entre ustedes con debilidad y con temor y mucho temblor, y mi mensaje y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que la fe de ustedes no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios» (1 Cor. 2:3-5).
2. Siempre tendremos personas que no van a creer el mensaje y que van a odiarnos. Los judíos que no creyeron pusieron a otras personas en contra de Bernabé y de Pablo. Como hemos visto hasta aquí, Satanás siempre trata de obstaculizar la obra de Dios.
Dios nos ayude a tener la misma valentía y la llenura de estos hermanos que no consideraban ni aun su vida ni los maltratos y apedreamientos con tal de llevar el mensaje, en dependencia total de la obra sobrenatural del Espíritu.
«Acuérdense de la palabra que Yo les dije: «Un siervo no es mayor que su señor». Si me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes; si guardaron Mi palabra, también guardarán la de ustedes» (Jn. 15:20).
3. Mientras Pablo y Bernabé estaban en Listra, las personas se quedaban maravilladas con las señales, ¡al punto que ya los querían tratar como dioses y ofrecerle sacrificios! De nuevo, los apóstoles apuntan en la dirección correcta y aprovechan para predicar el evangelio: «Señores, ¿por qué hacen estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que ustedes, y les anunciamos el evangelio para que se vuelvan de estas cosas vanas a un Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos» (14:15).
Sin embargo, dice el texto que ni aun aclarando esto pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificios. ¡Cómo nos gusta idolatrar a las personas!
Hoy vivimos expuestas a múltiples «personalidades» cristianas, buenos maestros y maestras de la Palabra. ¿Sientes la inclinación de adorarlos y de colocarlos en un lugar que no les corresponde? Guardémonos de los ídolos y no seamos piedra de tropiezo para estos hermanos y hermanas fieles que son solo seres humanos débiles y pecadores.
4. Cuando estamos pasando por situaciones difíciles, es muy importante recibir el aliento y la exhortación de los demás para continuar corriendo la carrera fielmente. Aparte de predicar el evangelio y hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé fortalecen los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe y diciendo: «Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos al reino de los cielos».
Esto nos recuerda que siempre es necesario impartir a los hijos de Dios mensajes de aliento para ayudarlos a perseverar en medio de las pruebas para que su fe no decaiga. Cuando estamos en situaciones desesperadas, no hay nada mejor que un hermano o hermana me recuerde las promesas de Dios y me anime a continuar corriendo. La carrera cristiana no se vive aislados, nos necesitamos unos a otros y necesitamos ser recordadas de la Verdad, y saber que no estamos solas en este trayecto.
«Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis» (1 Tes. 5:11).
Igualmente importante es recordar que de este lado del cielo ¡tendremos tribulación! Muchas veces caemos en el error de creer que porque somos cristianos no debemos tener problemas. Pero ese concepto no lo aprendemos de las Escrituras.
«En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo» (Jn. 16:33).
5. Una vez escuché decir que el «avivamiento vuela sobre las alas de los testimonios». Me encanta la lectura de hoy cuando leemos acerca de los reportes de la obra de Dios que los hermanos daban a la congregación a su regreso (14:27). No hay nada que aliente más nuestra fe que escuchar sobre las obras portentosas de nuestro Dios. Cada historia nos recuerda que Él no está pasivo, sino que está vivo y activo, y continúa trabajando en el mundo cumpliendo Sus propósitos.
«Señor, Tus obras todas te darán gracias, y Tus santos te bendecirán. La gloria de Tu reino dirán, y hablarán de Tu poder, para dar a conocer a los hijos de los hombres Tus hechos poderosos y la gloria de la majestad de Tu reino. Tu reino es reino por todos los siglos, y Tú dominio permanece por todas las generaciones» (Sal. 145:10-13).
Para meditar:
- ¿De qué manera has visto a Satanás obstaculizando el obrar de Dios en tu propia vida? ¿Cómo has visto a Dios glorificarse en estas situaciones?
- La Palabra nos anima a orar sin cesar, en todo tiempo. ¿Cómo te anima la lectura de hoy a cultivar tu vida de oración?
- ¿Cómo ha usado Dios el aliento de otros hermanos en tu vida? ¿Acostumbras a alentar a los hermanos que están en necesidad? Te animo a enviar un mensaje de texto o de audio a una hermana en necesidad hoy. Recuérdale una de las promesas de Dios para su vida y circunstancia.
- ¿Acostumbras contar los testimonios de la obra de Dios en tu vida? ¡Te animo a hacerlo en tus reuniones de familia, tu grupo pequeño o estudio bíblico!
«Porque así nos lo ha mandado el Señor: “te he puesto como luz para los gentiles, a fin de que lleves la salvación hasta los confines de la tierra”. Oyendo esto los gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban ordenados a vida eterna». -Hechos 13:47-48
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