Día 32 | Éxodo 7 - 9
Dios continúa mostrando Su poder a Moisés, al pueblo judío y a Faraón. Él manda tres plagas que afectan tanto a los egipcios como al pueblo de Dios. Los magos intentaron duplicar las obras de Dios hasta que finalmente no pudieron hacerlo. Lejos de arrepentirse, el Faraón se vuelve cada vez más duro y desafiante. Esta actitud en su corazón refleja nuestra propia lucha con Dios en ocasiones.
El tiempo transcurrido entre cada plaga no lo conocemos (meses o semanas), y a partir de la cuarta plaga Dios protegió a Su pueblo delante de la mirada de los egipcios. Dios hace una distinción clara entre el pueblo egipcio y los judíos, y estos últimos no eran tocados por las plagas. Un recordatorio más de que Dios libra a Su pueblo de acuerdo a Sus planes y propósitos perfectos. A diferencia de los hechiceros egipcios cuyo poder era limitado, Dios era …
Dios continúa mostrando Su poder a Moisés, al pueblo judío y a Faraón. Él manda tres plagas que afectan tanto a los egipcios como al pueblo de Dios. Los magos intentaron duplicar las obras de Dios hasta que finalmente no pudieron hacerlo. Lejos de arrepentirse, el Faraón se vuelve cada vez más duro y desafiante. Esta actitud en su corazón refleja nuestra propia lucha con Dios en ocasiones.
El tiempo transcurrido entre cada plaga no lo conocemos (meses o semanas), y a partir de la cuarta plaga Dios protegió a Su pueblo delante de la mirada de los egipcios. Dios hace una distinción clara entre el pueblo egipcio y los judíos, y estos últimos no eran tocados por las plagas. Un recordatorio más de que Dios libra a Su pueblo de acuerdo a Sus planes y propósitos perfectos. A diferencia de los hechiceros egipcios cuyo poder era limitado, Dios era todopoderoso y obraba cómo y cuándo Él lo determinara.
Con cada plaga, Dios estaba dando oportunidades a Faraón para mostrarle Su gran poder, de tal manera que finalmente se rindiera. Sin embargo, cada vez que la situación mejoraba luego de cada plaga, Faraón volvía a endurecerse contra los hebreos. Y con cada respuesta endurecida del Faraón, los israelitas dudan más y más del liderazgo de Moisés. ¿Estaría realmente actuando de parte de Dios?
¿No nos sucede a nosotras igual que a Faraón? Dios a veces nos pasa por situaciones para quebrantarnos mientras nosotras continuamos endurecidas. Oramos, clamamos, y cuando la situación mejora, volvemos a andar de espaldas a Dios. Pero en medio de todos esos momentos, el corazón de toda persona está en las manos de Dios.
Para meditar:
- ¿Quién endurece el corazón del Faraón?
- ¿Qué te enseña esto acerca de la soberanía de Dios sobre nuestras decisiones y elecciones?
- ¿Has pasado por alguna experiencia en la vida cuando Dios te llevó a una situación desesperante para que lo buscaras o te rindieras a Él?
- Cuando la situación mejoró, ¿continuaste buscando a Dios con la misma intensidad?
«Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer: para mostrarte Mi poder y para proclamar Mi nombre por toda la tierra». (Éxodo 9:16)
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación