Día 314 | Lucas 22; Juan 13
El capítulo 22 de Lucas resume varios acontecimientos previos a la crucifixión de Cristo, y el capítulo 13 de Juan nos muestra la enseñanza más íntima y final que Cristo transmite a Sus discípulos antes de partir a la cruz.
Toma un momento para meditar en que los discípulos eran hombres que Jesús había amado, enseñado y caminado por tres años; ellos eran sus amigos, por lo que seguramente, al escuchar que Jesús los dejaría, su corazón se llenó de enorme tristeza. No olvidemos que cuando Jesús anduvo con ellos, Él era cien por ciento humano como tú y como yo, sufría, sentía y amaba como nosotras lo hacemos. Por tanto, Él conoce el dolor del abandono, la traición de los amigos y el dolor de ser dejado solo, y se compadece de nuestras debilidades y conoce nuestros sufrimientos, amada hermana.
Con esto en mente, sabiendo lo que sucedería un …
El capítulo 22 de Lucas resume varios acontecimientos previos a la crucifixión de Cristo, y el capítulo 13 de Juan nos muestra la enseñanza más íntima y final que Cristo transmite a Sus discípulos antes de partir a la cruz.
Toma un momento para meditar en que los discípulos eran hombres que Jesús había amado, enseñado y caminado por tres años; ellos eran sus amigos, por lo que seguramente, al escuchar que Jesús los dejaría, su corazón se llenó de enorme tristeza. No olvidemos que cuando Jesús anduvo con ellos, Él era cien por ciento humano como tú y como yo, sufría, sentía y amaba como nosotras lo hacemos. Por tanto, Él conoce el dolor del abandono, la traición de los amigos y el dolor de ser dejado solo, y se compadece de nuestras debilidades y conoce nuestros sufrimientos, amada hermana.
Con esto en mente, sabiendo lo que sucedería un poco más tarde, pero también conociendo el corazón humano de querer ser el mayor entre los demás, Jesús tomó una toalla y una vasija con agua y les lavó los pies. Esto los escandalizó, ya que era una labor que hacían solamente los siervos en ese tiempo. ¿Puedes ver que mientras ellos discutían, el Rey del universo, el Hijo de Dios entre nosotros, les sirvió?
Esto me hace meditar en cuántas veces mi corazón desea que yo sea tomada en cuenta antes que otro, y cuando este ejemplo viene a mi mente y me recuerda que solo soy una sierva. Estoy llamada a servir en Su reino, Su causa, a llevar esperanza y mostrar misericordia a otros; no debo demandar los primeros lugares. No sé si también es tu lucha, pero el corazón del hombre es el mismo desde el Edén. Desde entonces, hay una batalla por ser el más importante, aún más que Dios, este fue el pecado de nuestros padres, Adán y Eva, y de Satanás. Incluso, Jesús fue tentado por esto, pero Él respondió ante la tentación de Satanás:
«“Todo esto te daré, si te postras y me adoras”. Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: 'Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás'”» - Mateo 4:9
La importancia de la Palabra en nuestras vidas es que solo ella nos trae a la cordura espiritual.
«Si el Señor no hubiera sido mi ayuda,pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio». - Salmo 94:17
En el Getsemaní, Jesús expresa al Padre si era posible que esa copa, la copa de Su ira, se apartara de Él, pero que se hiciera Su voluntad. Nosotras nunca sufriremos ni lucharemos por hacer la voluntad del Padre como lo hizo Jesús porque Él era inocente. Su agonía fue causada por el horror del pecado, de nuestro pecado. Pero, amada, tú y yo somos el gozo que estaba delante de Él. A pesar del dolor que vendría, del abandono del Padre que tendría por nuestra culpa, Jesús suplicó y Su Padre respondió, entregándole a Su pueblo. ¡Así nos ha amado el Padre, dándonos a Su Hijo!
Un juicio injusto, unos testigos falsos, ser burlado y abandonado, fue lo que siguió a este momento de intimidad con el Padre. Pues, seguidamente, Lucas también nos narra la traición de Judas, el arresto de Jesús afirmando que esa era la hora, la negación de Pedro y el escarnio de los romanos y el concilio.
Juan nos proporciona una lupa para ver más de cerca lo que pasó previo a los relatos narrados por Lucas desde que lavó los pies de Sus discípulos y les reiteró el mandamiento de amarse unos a otros, así como la negación de Pedro. El carácter de Cristo como el siervo humilde a quien debemos seguir e imitar, no solo se ve en el acto externo de lavar los pies, sino en lo que representa: amor por los Suyos y juicio para el que lo entregó.
Para meditar:
- ¿Dónde está tu corazón al leer estas cosas? ¿Qué piensas? ¿Se llena de gratitud, de entrega, de amor o permanece frío? Si es así, pide al Padre que te atraiga a Él, que te de fe para creer y arrepentimiento para volverte a Él.
- ¿Cómo amas a otros? ¿Te involucras en sus vidas para servirlos y apuntarlos a Cristo?
Amada, si el devocional de hoy te mueve a adorarlo, vive cada día recordando el precio de ser hija de Dios, de ser vestida con Su justicia, y procura vivir agradándole en todo. Aun lo más sencillo que hagas en tu hogar, trabajo, iglesia o donde Dios te coloque, hazlo para Su gloria.
«Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios». - 1 Corintios 10:31.
«En verdad les digo, que el que recibe al que Yo envíe, me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, recibe a Aquel que me envió». -Juan 13:20
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