Día 311 | Mateo 24
En este capítulo encontraremos enseñanzas similares a las que vimos ayer en Marcos 13, donde el llamado es a velar, orar y estar preparadas. ¡Qué importancia tan grande tuvo para los discípulos y tiene para nosotras en todo tiempo! No sabemos cuándo sucederán los acontecimientos del fin que Jesús enseña, pero vemos cómo cada día este tiempo se acerca. Muchos falsos maestros se han levantado, y seguirán diciendo que ellos son el Cristo para que los sigan, como Jesús nos advierte en el versículo 23.
Nosotras hemos conocido al Verdadero, y el testimonio de esto es Su Espíritu en nosotras. Tenemos la mente de Cristo por lo que debemos vivir esperando Su venida, viviendo como Él lo hubiera hecho (1 Co. 2:16). Y me dirás que somos pecadoras, imperfectas, y es así; pero nuestros pecados han sido lavados por Él, ahora estamos vestidas de Su justicia y podemos acercarnos a …
En este capítulo encontraremos enseñanzas similares a las que vimos ayer en Marcos 13, donde el llamado es a velar, orar y estar preparadas. ¡Qué importancia tan grande tuvo para los discípulos y tiene para nosotras en todo tiempo! No sabemos cuándo sucederán los acontecimientos del fin que Jesús enseña, pero vemos cómo cada día este tiempo se acerca. Muchos falsos maestros se han levantado, y seguirán diciendo que ellos son el Cristo para que los sigan, como Jesús nos advierte en el versículo 23.
Nosotras hemos conocido al Verdadero, y el testimonio de esto es Su Espíritu en nosotras. Tenemos la mente de Cristo por lo que debemos vivir esperando Su venida, viviendo como Él lo hubiera hecho (1 Co. 2:16). Y me dirás que somos pecadoras, imperfectas, y es así; pero nuestros pecados han sido lavados por Él, ahora estamos vestidas de Su justicia y podemos acercarnos a Él con confianza. Por eso vivimos para Él y por Él, y por Su Espíritu podemos pensar como Él lo hizo.
El llamado para nosotras es a velar, amada, a estar alertas, vigilantes y preparadas para Su regreso.
¿Cómo podemos hacer esto?
- Morando en la Palabra, ella nos habla, nos guía en todo nuestro andar, como dice el Salmo 119:105.
- Orando en todo tiempo, no solo cuando estemos en nuestro tiempo a solas con el Señor, sino que en cada situación diaria en que necesitemos Su sabiduría, no dejando de levantar los ojos al cielo y pedir guía divina. Siempre recuerdo la oración de Nehemías cuando el rey vio su rostro triste, antes de responder, él alzó la vista al Señor y su oración fue muy breve como si lanzara una flecha al cielo para tener la sabiduría divina de responder al rey. De esa manera tú y yo necesitamos aprender a orar por todo.
- Vivamos una vida de confesión, arrepentimiento y fe porque siempre necesitamos de Dios para hacer Su voluntad. Necesitamos vigilar nuestra salud espiritual, como lo haces con tu cuerpo. Que no haya nada que no lleves ante Su presencia para vivir de forma transparente y con una conciencia tranquila por Su perdón.
- Mostremos gratitud. Dios no nos debe la salvación que nos ha dado, es un regalo inmerecido que debe llevarnos a vivir con gozo en medio de lo que Dios orquestó para nosotras. Somos Sus hijas, escogidas y amadas; aunque pasemos por tiempos duros, no seremos objeto de Su ira o castigo porque ya Jesús pagó toda nuestra culpa.
- Vivamos conscientes de que Jesús volverá por los Suyos y juzgará a aquellos que lo han rechazado. Eso nos lleva a compartir la Palabra con los demás, a tener compasión y orar por ellos para que puedan conocer a Cristo.
- Recordemos las palabras de Jesús:«¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo? Dichoso aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. De cierto les digo que lo pondrá sobre todos sus bienes» (Mt. 23:45-47).
Para meditar:
Amada, nadie sabe la hora y el día en que Jesús volverá, pero ese día será glorioso para los que hemos creído y esperamos en Él. Esa debe ser siempre nuestra esperanza; ese día en que venga con gloria, Sus ángeles reunirán a todos Sus escogidos (v. 31). ¿No debe esto llenarnos de gozo y expectación, saber que ese día será nuestra victoria?
Vivamos orando, esperando y confiando por ese gran día, velemos por nuestros corazones y ser halladas fieles, compartiendo la esperanza por la que vivimos hoy con otros.
¿Cómo el saber que Cristo regresa por ti moldea tu forma de vivir?
«De la higuera aprendan la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, saben que el verano está cerca. Así también ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que Él está cerca, a las puertas». -Mateo 24:32-33
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