Día 309 | Mateo 23; Lucas 20 - 21
Los evangelios de Mateo y Lucas están en su recta final. Nos estamos acercando a la muerte de Cristo. Esto es importante de tener en mente mientras leemos estos capítulos porque nos dan un panorama de lo que Cristo enseñaba y hacía previo a Su muerte.
El capítulo de Mateo 23 nos describe el encuentro de Jesús con los fariseos. Y en los capítulos de Lucas 20 al 21 tenemos varios encuentros de Jesús con otros y enseñando más parábolas. Podemos ver que Su humanidad no limitó Su conocimiento divino de lo que había en el corazón de los hombres. Los corazones de los fariseos están sumergidos en la necedad de sus tradiciones y por ellos se endurecían cada vez más, y por esa razón, procuraban ir en Su contra. Jesús exponía sus hipocresías y falsa religiosidad. Por eso, ellos lo rechazaban y hacían todo lo posible para que el …
Los evangelios de Mateo y Lucas están en su recta final. Nos estamos acercando a la muerte de Cristo. Esto es importante de tener en mente mientras leemos estos capítulos porque nos dan un panorama de lo que Cristo enseñaba y hacía previo a Su muerte.
El capítulo de Mateo 23 nos describe el encuentro de Jesús con los fariseos. Y en los capítulos de Lucas 20 al 21 tenemos varios encuentros de Jesús con otros y enseñando más parábolas. Podemos ver que Su humanidad no limitó Su conocimiento divino de lo que había en el corazón de los hombres. Los corazones de los fariseos están sumergidos en la necedad de sus tradiciones y por ellos se endurecían cada vez más, y por esa razón, procuraban ir en Su contra. Jesús exponía sus hipocresías y falsa religiosidad. Por eso, ellos lo rechazaban y hacían todo lo posible para que el pueblo lo rechazara por igual. Eso me lleva a imaginar el dolor en el corazón de Jesús viendo el rechazo de los Suyos.
Estos maestros estaban empeñados solo en lucir piadosos externamente, su orgullo estaba en sus filacterias, sus rituales de limpieza de manos y de vasos, haciendo que lo exterior fuera lo más importante y olvidando que lo que para Dios importa es el interior, el corazón del hombre. La humildad con que busquemos de Él.
Por eso, en ambos evangelios, Jesús confronta su hipocresía y su afán de cuidar solo sus apariencias. Esto me lleva a reflexionar que la sociedad en que vivimos hoy, y aun la misma iglesia, pone demasiado énfasis en la apariencia. Inclusive, las posturas teológicas más piadosas, aprender el lenguaje bíblico, parecer en la iglesia como buenos creyentes con una familia para el Señor o que otros crean que esto es el centro de nuestra vida, pero con corazones fríos para el Señor.
Lo importante y necesario es la verdadera intimidad que da la vida en Cristo, esto es algo claro en este pasaje. Debemos ir a Él si estamos de esta forma, porque Dios solo está interesado en una vida interior que sea humilde ante Él, que muestre piedad porque sale de un corazón que ha sido cambiado, regenerado por la vida nueva que tenemos en Él. Medita en estas cosas y evalúa ante Dios si has dado más importancia a la apariencia de una buena relación con Dios en lugar de cultivarla. Su Espíritu nos guía a toda la verdad y esa es nuestra esperanza.
- Jesús les confronta con la vanidad y falta de humildad, y nos enseña que Él siendo el rey del cielo, vino como siervo (leer Fil 2:6-11). La expresión de esto la vemos en Mateo 23:11, Jesús enfatiza que el mayor es aquel que sirve a los demás y esto es algo que Jesús mismo ha modelado con su vida ante ellos. Previamente les había enseñado la importancia de la humildad en el reino de Dios al hablar en el Sermón del Monte sobre las bienaventuranzas (Mt. 5:3).
- Reflexionemos, ¿es mi corazón de una sierva o mi deseo es que otros me sirvan? ¿Busco la honra y reconocimiento o las oportunidades de servir aunque no sea reconocida por nadie? ¿Soy pronta a comenzar mi servicio con aquellos que Dios ha puesto a mi lado, mi familia, y luego por la iglesia y mi prójimo?
- Estos capítulos inician con una serie de ayes o lamentos de Jesús por la condición del corazón de aquellos que guiaban a Su pueblo de una manera ciega añadiendo pesadas cargas al pueblo. Los llama: camada de víboras, señalando así el dolor de verlos guiar a otros a la perdición.
- Jesús enseña que una muestra de la fe es la generosidad, el desprendimiento para ayudar a otros, porque estas son marcas de ser hijos de Dios. Nuestro Padre es rico en misericordia, debemos ser como Él.
Imagino la cara de estos falsos maestros al escucharle, pero sobre todo el dolor en el corazón de Jesús. Podemos ver cómo Su corazón llora ante la condición de ellos:
«¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!». -Mateo 23:37
¡Puedes ver tanto amor en Cristo! ¡Cuánto dolor y compasión por los Suyos! Su amor es ilustrado como el de una madre que quiere a sus hijos en sus brazos o el de una gallina que desea tener sus polluelos bajo sus alas. Es un amor de protección, de cuidado, de vigilancia; así somos amadas por Él, mi hermana.
Para meditar:
- El Señor nuestro Dios es nuestro ayudador, nuestro Padre y Creador. Él desea que acudas a Él en una relación de dependencia total, sin apariencias, y esto se reflejará en tu exterior. Confía en Él.
- ¿De qué manera te pareces o has tomado la actitud de los fariseos?
- ¿Estás consciente del gran amor con el que Dios te ama en Cristo? ¿Cómo lo vives?
«¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollinos debajo de sus alas, y no quisiste!». -Mateo 23:37
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación