Día 291 | Juan 6
Este es un capítulo maravilloso. Recordemos que el evangelio de Juan nos presenta a Cristo como el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, el evangelio que presenta la humanidad de Cristo, de manera que nos identifiquemos con Él y conozcamos más profundamente.
Cristo no hace acepción de personas, pues aunque muchos lo siguieron por Sus señales, Él les escuchaba, los sanaba, los alimentaba y tenía compasión de ellos. Imitemos a nuestro Señor y dejemos ese legado de predicar el evangelio mostrando Su carácter de amor y cuidado a toda persona, no importando sus intereses, raza, estatus social, moral, etc. ¿Tenemos alguna preferencia al momento de compartir las buenas nuevas?
Jesús pudo haber enviado a esta gran multitud a sus casas, pues «no tenía lo suficiente» para darles de comer; sin embargo, prefirió alimentarlos a través de un milagro. Cristo sencillamente reflejó lo que Él y el Padre son: bondadosos, …
Este es un capítulo maravilloso. Recordemos que el evangelio de Juan nos presenta a Cristo como el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, el evangelio que presenta la humanidad de Cristo, de manera que nos identifiquemos con Él y conozcamos más profundamente.
Cristo no hace acepción de personas, pues aunque muchos lo siguieron por Sus señales, Él les escuchaba, los sanaba, los alimentaba y tenía compasión de ellos. Imitemos a nuestro Señor y dejemos ese legado de predicar el evangelio mostrando Su carácter de amor y cuidado a toda persona, no importando sus intereses, raza, estatus social, moral, etc. ¿Tenemos alguna preferencia al momento de compartir las buenas nuevas?
Jesús pudo haber enviado a esta gran multitud a sus casas, pues «no tenía lo suficiente» para darles de comer; sin embargo, prefirió alimentarlos a través de un milagro. Cristo sencillamente reflejó lo que Él y el Padre son: bondadosos, llenos de gracia y misericordia.
Dios nos enseña a ir más allá de nuestras limitaciones físicas, a orar al Dios que todo lo puede. Ciertamente Él valora y aprecia en gran manera a cada una de Sus criaturas, y de la misma manera, desea que nosotras lo hagamos también.
La Palabra nos enseña que: «Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia Él, dijo a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para que coman estos?”» (Juan 6:5).
Dios prueba nuestros corazones para mostrarnos la falta de una verdadera disposición a creerle, servirle, amarle, pues lo que limita Su obrar en nuestras vidas muchas veces es nuestra poca fe o la falta de la misma.
Él desea que estemos conscientes de nuestras barreras y obstáculos internos para mostrarnos que no tienen razón de ser, porque nada, nada es imposible para Dios. Dispongamos nuestros corazones, demos pasos de fe respondiendo en obediencia.
La Biblia dice que: «Uno de Sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a Jesús: «“Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?”» —Juan 6:8.
Dios abre nuestros ojos con el propósito de que veamos nuestra insuficiencia y conozcamos Su suficiencia, y para que entendamos que nosotras somos las ramas y Él es la Vid . Que nuestro corazón, así como el de Cristo, tomemos los pocos panes, y alzando nuestros ojos al cielo demos gracias por la hermosa y siempre poderosa y suficiente obra de nuestro Padre Celestial.
Nuestro Dios es tan especial y único que nos permite participar, disfrutar y ser testigo de Sus obras, de Su poder haciendo milagros, convirtiendo lo imposible en posible, la muerte en vida, las tinieblas en luz, la cautividad en libertad, la enfermedad en bendición y la tristeza en gozo.
¡Alabado sea el nombre de nuestro único y verdadero Dios! ¡Aleluya a nuestro Buen, Buen Padre!
Así como Cristo sabía que esta multitud lo buscaba por el pan que habían comido y no por sus enseñanzas, de la misma manera Él conoce nuestros verdaderos motivos, ¡y eso es esperanzador! porque solamente Él quiere y puede enderezar lo torcido para librarnos de vivir en la falsedad o autoengaño y guiarnos como nuestro Buen Pastor que es.
Seamos sinceras y vengamos a Él tal como somos confesando nuestras faltas, nuestras debilidades, nuestros pecados; Él es fiel, bueno y justo. Cuando no tomamos esa actitud, sino que huimos y nos escondemos, estamos rechazando Su ayuda y la oportunidad de escuchar Su voz, Su palabra y Su verdad; estamos escogiendo seguir un camino torcido y en oscuridad.
Al vivir en este mundo perdemos la perspectiva y olvidamos que no somos simplemente humanos, seres físicos, sino que fuimos creados a Su imagen y semejanza; que somos esencialmente espíritu, el cual necesita ser alimentado con el pan de vida que es Cristo. Si no tenemos a Cristo, no tenemos la verdadera vida, aunque tengamos los cuerpos más sanos del mundo.
Muchas de nosotras a veces nos alejamos de Cristo, es decir, dejamos de tener esa comunión especial con Él en oración a través de la lectura de Su palabra; nos alejamos de la iglesia porque nos sentimos confrontadas o porque tal vez no entendemos algo. Pero solo hay un camino, no hay dos: o estás en comunión con el mundo y satanás, o lo estás con Dios; luz o tinieblas, no hay término medio o neutro.
Solo Dios conforta nuestro corazón, sana nuestras heridas, aclara las dudas, desenmascara las mentiras; ¡solo Él tiene palabras de vida eterna! Así que, ¿por qué alejarnos? ¿A dónde iremos? ¿Quién más, sino solo Él, puede ayudarnos?
¿Qué tal si en lugar de murmurar y alejarnos, nos acercamos y confiamos? Solo Cristo es el camino, la verdad y la vida.
Para meditar:
- ¿Buscas a Cristo por Sus dádivas y bendiciones o por quién es Él? Pídele que te ayude a ver cuán necesitada estás primeramente de conocerlo y ser nutrida de Su Palabra.
- En un mundo lleno de palabras, ¿cuáles son las palabras que nutren tu corazón? ¿En qué meditas todo el día? ¿De qué llenas tu mente? Solo la Palabra de Cristo es fuente de vida eterna, es la que nos cambia y la que cambia a otros. ¡Proclama Su verdad!
«Jesús les dijo: “Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí, no tendrá hambre, y el que cree en Mí, nunca tendrá sed”». - Juan 6:35
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación