Día 278 | Mateo 4, Lucas 4-5, Juan 1:15-51
La tentación de Jesús
Continuamos con nuestra lectura en los evangelios de Mateo y Lucas, siguiendo los pasos de la vida de Jesús y aprendiendo de Su carácter y propósito para nuestras vidas. Hoy leímos acerca de la tentación de Jesús en el desierto, previo a iniciar Su ministerio, Jesús es tentado y es victorioso sobre ello. Lucas nos relata la elección de los discípulos y Juan nos enseña la verdad de quién es Jesús.
Algunas cosas que podemos destacar de la tentación de Jesús:
- «Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto» (Lucas 4:1). Después de que Jesús fue bautizado y lleno del Espíritu Santo, fue llevado por el mismo Espíritu al desierto. El pueblo de Israel también fue guiado por Dios en el desierto cuando salieron de Egipto. Jesús vivió perfectamente y sin pecado lo que el pueblo de …
La tentación de Jesús
Continuamos con nuestra lectura en los evangelios de Mateo y Lucas, siguiendo los pasos de la vida de Jesús y aprendiendo de Su carácter y propósito para nuestras vidas. Hoy leímos acerca de la tentación de Jesús en el desierto, previo a iniciar Su ministerio, Jesús es tentado y es victorioso sobre ello. Lucas nos relata la elección de los discípulos y Juan nos enseña la verdad de quién es Jesús.
Algunas cosas que podemos destacar de la tentación de Jesús:
- «Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto» (Lucas 4:1). Después de que Jesús fue bautizado y lleno del Espíritu Santo, fue llevado por el mismo Espíritu al desierto. El pueblo de Israel también fue guiado por Dios en el desierto cuando salieron de Egipto. Jesús vivió perfectamente y sin pecado lo que el pueblo de Israel no pudo para nuestra perfecta salvación.
- Mateo y Lucas nos dicen que después de que pasaron 40 días, Jesús tuvo hambre, y después de eso fue tentado por Satanás con tres tentaciones: dudar de la Palabra, tentar a Dios, y su adoración exclusiva a Dios. Ante estas tentaciones, Jesús respondía a Satanás con la Palabra: «Escrito está».
- ¿Notaste en qué momento es tentado Jesús? La Biblia nos muestra que justo antes de iniciar su ministerio, pasó 40 días en ayuno y oración para después iniciar su ministerio.
Jesús inicia su ministerio
Así como Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, Lucas nos dice que también volvió por el poder del Espíritu a Galilea; Dios siempre está en control de cada paso.
La reacción de Simón Pedro al ver quién es Jesús
Esta historia aparece también en Mateo y Marcos; sin embargo, Lucas es el único que nos da detalles de lo que pasó cuando Simón, Jacobo y Juan fueron llamados como discípulos de Jesús:
- Mucha gente se reunía para escuchar las enseñanzas de Jesús, entonces Él entró a la barca de Simón y le pidió que la apartara un poco de la playa, y sentado desde la barca, les enseñaba.
- Cuando termina su enseñanza, manda a Simón al mar profundo y le pide que eche sus redes para pescar. Ellos venían de estar toda la noche tratando de pescar y no habían encontrado nada. Simón responde ante la solicitud de Jesús: «… porque Tú lo pides, echaré las redes». Me imagino lo que pensaba Pedro: «Venimos de hacer justamente eso toda la noche y no encontramos nada, no creo que sea diferente ahora Maestro, pero porque Tú lo pides lo haremos».
- ¿Y qué fue lo que sucedió? Al echar las redes, los peces fueron tantos que tuvieron que llamar a sus compañeros para llenar dos barcas que se hundían por el peso.
- Ante estos acontecimientos, ¿cuál fue la reacción de Simón? La Biblia nos dice en Lucas 5:8: «Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: “¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!”». Es interesante notar que antes del milagro, Simón lo reconocía como «Maestro», pero después de ver este milagro lo reconoció como «Señor».
Ver la actitud de Simón me hizo recordar cuando Isaías vio al Señor sentado en Su trono alto y sublime. El asombro de Isaías fue tal ante la santidad de Dios que dijo: «¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos» (Isaías 6:5).
Simón, al ver esa pesca milagrosa, reconoció delante de quién estaba y, por lo tanto, también reconoció quién era Él. Lo único que le quedó fue caer postrado ante los pies de Jesús y reconocer que no podía estar delante de Él, pues era un hombre pecador. La Palabra nos dice que, a causa de la pesca, el temor se había apoderado de ellos.
Después de este acontecimiento es que vemos el llamado de los primeros discípulos de Jesús. «Y Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús» (Lucas 5:10-11).
La actitud de un leproso al ver a Jesús
«… había allí un hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”». –Lucas 5:12
Lucas nos da ciertos detalles de este hombre:
- Era leproso.
- Cuando vio a Jesús se postró delante de Él.
- Le rogó.
- Él sabía que, al final, era decisión de Jesús si es que él sería limpio o no.
- Hermanas, la actitud que tenemos delante de Dios cuando presentamos nuestras peticiones dice mucho de quién creemos que es Él y quiénes somos nosotras delante de Él.
Jesús llama a Felipe y a Natanael
Al siguiente día, Jesús llamó a Felipe para seguirlo, y luego éste llama a Natanael; sin embargo, Natanael no cree que Jesús sea de aquél que Moisés profetizó. Así que, Jesús le dice: «Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Es así como Natanael reconoció quién era Jesús: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel». Jesús conocía a Natanael como un verdadero israelita en quien no hay engaño, es decir, un miembro del verdadero Israel espiritual. Por eso Jesús hace alusión al momento en que Jacob tuvo un sueño y veía ángeles subir y descender sobre el Hijo del Hombre.
Cristo es el verdadero cumplimiento del sueño de Jacob de la escalera entre el cielo y la tierra, el verdadero mediador entre Dios y los hombres y el único camino para estar delante de Dios. Jesús es el Rey celestial señalado por Dios para gobernar sobre todos para siempre. ¡Qué gran gozo es esto! Así como Jacob recibió una asombrosa bendición de Dios a pesar de su vida de engaño, Natanael, en quien no había engaño, podía esperar ser testigo de cosas aun mayores. ¿Qué cosas? El cumplimiento de la Palabra de Dios en Su vida y a través de Su pueblo. Y así ha sido hasta nuestros días. Cristo ha cumplido todo lo que necesitamos para ser parte de Su pueblo eternamente.
Para reflexionar:
- ¿Cuál es tu actitud ante los desiertos que Dios presenta en tu vida? ¿Meditas en la Palabra y te propones conocer a tu Padre de tal modo que cuando viene la tentación respondes con las armas que te ha dado el Señor a través de Su Palabra?
- ¿Qué te asombra hoy del carácter de Dios al ver las profecías que vimos en este pasaje del Antiguo Testamento que fueron cumplidas en Cristo?
- ¿Hay algo que debas cambiar en cuanto a tu actitud al presentar tus peticiones delante del Dios todopoderoso?
- Cuando nos encontramos con la santidad de Dios, ¿cuál es nuestra reacción? Cuando vemos que Dios hace milagros en nuestra vida, ¿tenemos una actitud de rendición y agradecimiento?
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel». -Juan 1:49
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