Día 262 | Esdras 4-6, Salmos 137
Ayer estudiamos cómo el regreso de los judíos sucedió, todo parecía ir bien. Sin embargo, en nuestros capítulos de hoy, nos encontramos con los adversarios que desean destruir la obra de reconstrucción, pero los profetas Hageo y Zacarías animan al pueblo a no desistir y continuar con la construcción. No solo lo hacen, sino que por decreto de Darío, el pueblo de Judá dedica el templo y celebra la Pascua.
Sin embargo, antes de iniciar nuestro estudio de los capítulos 4 al 6 del libro de Esdras, quisiera que me acompañes a meditar en el Salmo 137, este salmo representa el lamento de los cautivos en Babilonia, esto es lo que hemos estado viendo en el libro de Esdras, el regreso de los exiliados a Jerusalén y Judá.
El salmo 137 es un salmo de lamento, en él podemos ver un poco de la angustia que vivieron los judíos al …
Ayer estudiamos cómo el regreso de los judíos sucedió, todo parecía ir bien. Sin embargo, en nuestros capítulos de hoy, nos encontramos con los adversarios que desean destruir la obra de reconstrucción, pero los profetas Hageo y Zacarías animan al pueblo a no desistir y continuar con la construcción. No solo lo hacen, sino que por decreto de Darío, el pueblo de Judá dedica el templo y celebra la Pascua.
Sin embargo, antes de iniciar nuestro estudio de los capítulos 4 al 6 del libro de Esdras, quisiera que me acompañes a meditar en el Salmo 137, este salmo representa el lamento de los cautivos en Babilonia, esto es lo que hemos estado viendo en el libro de Esdras, el regreso de los exiliados a Jerusalén y Judá.
El salmo 137 es un salmo de lamento, en él podemos ver un poco de la angustia que vivieron los judíos al estar lejos de su pueblo, lejos de su Dios. Ellos estaban recibiendo las consecuencias por su idolatría y anhelaban regresar a su tierra. En el versículo 1 dice: «Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos Al acordarnos de Sión».
Este salmo nos muestra cómo ellos ya no podían cantar ni adorar a Dios, y cómo clamaban por justicia debido a todo el mal que habían cometido contra ellos. Pero, también vemos cómo Dios en Su tiempo perfecto los lleva de regreso a su tierra. Debían haber aprendido de las graves consecuencias del pecado y confiar en la venganza del Señor contra sus enemigos.
Regresamos a los capítulos 4 al 6 de Esdras. El pueblo regresó a su hogar y ahora está edificando la casa de Dios. Veamos juntas algunas enseñanzas prácticas que aprendemos al meditar en estos capítulos.
Capítulo 4
- En medio de la oposición, espera en Dios.
Vimos en los capítulos anteriores cómo el pueblo que había regresado del cautiverio en Babilonia estaban unidos edificando el templo de Dios. Ellos habían hecho los cimientos, esto lo vimos en el capítulo 3, y estaban unidos como un solo hombre en Jerusalén. Pero no pasó mucho tiempo para que iniciara la oposición y tuvieron que suspender la obra por un largo tiempo. Sus enemigos tomaron a sueldo consejeros contra ellos para frustrar sus propósitos e incitaron al rey para que les hiciera detener la obra.
¿Alguna vez te has enfrentado a una situación similar a esta, con oposición y dificultades cuando has querido obedecer a Dios? Recuerda que Él está con nosotras como «poderoso gigante». Cuando sientas que ya no puedes más, espera en Dios, no olvides lo que dice Isaías 40:31:
«Pero los que esperan en el Señor
Renovarán sus fuerzas.
Se remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán,
Caminarán y no se fatigarán».
Capítulo 5
- La Palabra de Dios trae aliento a nuestros corazones para seguir adelante.
Dios tenía en Sus planes usar a Su pueblo para edificar el templo, así que a pesar de que tuvieron fuerte oposición y la obra se detuvo, la última palabra era del Señor, no de sus adversarios. Dios envió a los profetas Hageo y Zacarías a profetizar a los judíos y el pueblo recobró ánimo, aliento y esperanza y comenzaron a reedificar la casa de Dios en Jerusalén.
No vemos que ellos pusieron excusas, sabían que Dios estaba con ellos. Mira lo que dice en Esdras 5:5: «Pero el ojo de su Dios velaba sobre los ancianos de los judíos, y no les detuvieron la obra...». Más adelante vemos en el versículo 8 que dice que la obra se adelantaba con gran esmero y prosperaba en sus manos.
En medio de persecuciones y pruebas, la Palabra de Dios nos sustenta. Debemos correr a Él y confiar en Sus promesas que son fieles y verdaderas. Cuando te encuentres dudando acerca de continuar firme en el llamado de Dios para tu vida o cuando tengas miedo de tus adversarios, recuerda lo que dice Salmos 118:6: «El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?».
Capítulo 6
- El Señor es quien da la victoria y nos llena de gozo.
«Y por siete días celebraron gozosos la Fiesta de los Panes sin Levadura, porque el Señor los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón del rey de Asiria para animarlos en la obra de la casa de Dios, el Dios de Israel». -Esdras 6:22
¡El templo fue edificado!
«Y los ancianos de los judíos tuvieron éxito en la edificación según la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, hijo de Iddo. Y terminaron de edificar conforme al mandato del Dios de Israel y al decreto de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia. Y este templo fue terminado el tercer día del mes de Adar; era el año sexto del reinado del rey Darío». -Esdras 6:14-15
Dios le dio la victoria al pueblo, aun en medio de oposiciones y luchas. Él cumplió Su promesa.
«Los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los demás desterrados, celebraron con júbilo la dedicación de esta casa de Dios». -Esdras 6:16.
Para meditar:
- El pueblo de Israel se regocijó y alabó a Dios en gran manera porque habían edificado el templo, la casa de Dios. Hoy, tenemos una celebración aún mayor, la presencia de Dios ya no está en un templo físico, está dentro de nuestros corazones por medio de Cristo. Qué gran gozo debe ser esto para nuestras almas.
- ¿Vives en continuo agradecimiento porque el Espíritu Santo mora dentro de ti?
- ¿Estás consciente de la presencia de Dios en tu vida, y que esta debe llevarnos a vivir en obediencia y para Su gloria?
- Recordemos esta gran verdad en 1 Corintios 6:19-20:
«¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios».
«Los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los demás desterrados, celebraron con júbilo la dedicación de esta casa de Dios». -Esdras 6:16.
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