Día 252 | Ezequiel 40 - 41
Hoy vemos la profecía del templo glorioso que se construirá en Jerusalén. El pueblo de Israel estaba justo en medio de un exilio... qué gloriosa visión de Ezequiel de lo que le deparaba el futuro. ¡Cómo debió animarlos el saber que les esperaba un futuro glorioso! Un día volverían a su tierra y serían restaurados y tendrían una ciudad nueva y un templo hermoso.
Es la misma promesa para nosotros que vivimos exiliados de nuestra ciudad celestial. Nos espera un futuro glorioso en el cielo, y esa debe ser nuestra motivación para ser paciente en medio de las pruebas y tribulaciones de este mundo (ver 1 Pd. 1:1-9).
Algunas cosas me llamaron la atención en cuanto al templo, algunos que tipifican la futura obra de Cristo y Su iglesia:
- Me maravilla la exactitud de las visiones de Ezequiel. Algunas descripciones de este templo son similares a las del tabernáculo y …
Hoy vemos la profecía del templo glorioso que se construirá en Jerusalén. El pueblo de Israel estaba justo en medio de un exilio... qué gloriosa visión de Ezequiel de lo que le deparaba el futuro. ¡Cómo debió animarlos el saber que les esperaba un futuro glorioso! Un día volverían a su tierra y serían restaurados y tendrían una ciudad nueva y un templo hermoso.
Es la misma promesa para nosotros que vivimos exiliados de nuestra ciudad celestial. Nos espera un futuro glorioso en el cielo, y esa debe ser nuestra motivación para ser paciente en medio de las pruebas y tribulaciones de este mundo (ver 1 Pd. 1:1-9).
Algunas cosas me llamaron la atención en cuanto al templo, algunos que tipifican la futura obra de Cristo y Su iglesia:
- Me maravilla la exactitud de las visiones de Ezequiel. Algunas descripciones de este templo son similares a las del tabernáculo y al templo de Salomón, aunque difieren en tamaño y en detalles importantes. Hay opiniones diversas con relación a este templo. Este bien pudiera ser un templo para un tiempo futuro (como veremos descrito en Apocalipsis), un templo físico en Israel (por los perfectos detalles y medidas), como también un símbolo de la iglesia universal (ver 1 Cor. 3:16).
- Un hombre cuyo rostro brillaba le dio a Ezequiel paso para entrar. Este hombre tenía una vara de medir en su mano (ver Apoc. 11:1). Le va mostrando a Ezequiel de afuera hacia dentro. Igualmente, Cristo es la Puerta; es nuestra guía. Él es quien nos muestra y revela las profundidades de la sabiduría de Dios a través de la obra del Espíritu Santo.
- Dios le dio a Ezequiel medidas exactas para esta estructura, ¡tanto así que un ingeniero o un arquitecto pudiera plasmarlo en un diseño y construirlo! Esto nos hace pensar que Dios tiene especial cuidado y propósito en cómo edifica el templo que es Su iglesia, y debemos edificar conforme a esas especificaciones. No podemos «hacer iglesia» a nuestra manera, sino de acuerdo a los planos de Dios.
- No se menciona una puerta hacia el occidente. No sé qué querrá decir esto, pero esto llamó mi atención. Los pasillos que se encontraban en cada una de las puertas tenían cuartos de vigilancia a cada lado del pasillo. Si este templo de hecho representa la iglesia universal, esto trae a mi mente el hecho de que el cristiano tiene un llamado a «velar y orar». La iglesia debe estar atenta, vigilante y alerta siempre.
- Al igual que el templo de Salomón, este tenía querubines (representando la santidad de Dios), palmeras (simbolizando victoria, justicia), y delante del altar no se menciona el velo que fue rasgado cuando Cristo fue crucificado. Tampoco hay un arca ni un sumo sacerdote, apuntando a Cristo, nuestra arca y nuestro Sumo Sacerdote. Podemos acercarnos a Su trono confiadamente.
Para meditar:
- En medio de las tribulaciones, ¿cómo animas tu alma? ¿Qué promesas de la Palabra has atesorado en tu corazón?
- ¿Cómo te anima el futuro glorioso que le espera al pueblo de Dios que ha creído en el sacrificio de Cristo?
«Y el hombre me dijo: “Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque has sido traído aquí para que te sea mostrado. Declara todo lo que ves a la casa de Israel”». -Ezequiel 40:3-4
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