Día 235 | Jeremías 49 - 50
Hoy continuamos estudiando las profecías contra las demás naciones: Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y especialmente, contra Babilonia. Dios había determinado castigar a Su pueblo, pero las naciones que se levantaran como sus enemigos a la postre serían juzgadas.
Los amonitas y moabitas eran enemigos de los judíos, ellos eran descendientes de Lot. Los edomitas eran descendientes de Esaú, el hermano de Jacob, y también se habían levantado como enemigos del pueblo de Dios.
Todas estas naciones eran orgullosas, arrogantes, prepotentes, autosuficientes, indulgentes y confiadas en sí mismas, y Dios las juzgó. Se enorgullecían de su sabiduría y descansaban en sus fortalezas, riquezas y especialmente en sus ídolos.
Las naciones que se habían levantado contra el pueblo de Dios y que se habían ensoberbecido contra Él serían destruidas y su orgullo aplastado. Babilonia y Edom han sido borradas de la faz de la tierra. De ellas hoy solamente queda …
Hoy continuamos estudiando las profecías contra las demás naciones: Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y especialmente, contra Babilonia. Dios había determinado castigar a Su pueblo, pero las naciones que se levantaran como sus enemigos a la postre serían juzgadas.
Los amonitas y moabitas eran enemigos de los judíos, ellos eran descendientes de Lot. Los edomitas eran descendientes de Esaú, el hermano de Jacob, y también se habían levantado como enemigos del pueblo de Dios.
Todas estas naciones eran orgullosas, arrogantes, prepotentes, autosuficientes, indulgentes y confiadas en sí mismas, y Dios las juzgó. Se enorgullecían de su sabiduría y descansaban en sus fortalezas, riquezas y especialmente en sus ídolos.
Las naciones que se habían levantado contra el pueblo de Dios y que se habían ensoberbecido contra Él serían destruidas y su orgullo aplastado. Babilonia y Edom han sido borradas de la faz de la tierra. De ellas hoy solamente queda el recuerdo.
Recuerda, nadie puede levantarse contra Dios y vencer. «¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!» (Heb. 10:31).
Babilonia en las Escrituras
Babilonia había sido el instrumento elegido por Dios para traer juicio y cumplir Sus propósitos, y se menciona 164 veces en el libro de Jeremías. En la Biblia, Babilonia simboliza el sistema y las filosofías del mundo que se oponen a Dios (ver Gn. 11:1-9 y Ap. 17 y 18).
De la misma forma que Dios mandó a los judíos a salir de allí y abandonar esos ídolos para regresar a Jerusalén, así debemos escapar de los lazos e ídolos del mundo y consagrarnos a Dios. Como nos dice el texto de 2 de Corintios, capítulo 6, versos 14-18:
«No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo:
“Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.Por tanto, salgan de en medio de ellos y apártense”, dice el Señor; “Y no toquen lo inmundo, y Yo los recibiré.Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán para Mí hijos e hijas”, dice el Señor Todopoderoso».
En todo tiempo y en toda circunstancia, Dios es nuestro defensor. Él es quien hace justicia. El pueblo de Israel había pecado desviándose de los caminos de Dios y era necesaria la disciplina de Dios. Dios orquesta que otras naciones se levanten como enemigos como instrumento de juicio, pero luego es el mismo Dios que les perdona y restaura.
«Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado» (Dt. 32:35).
«Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: “Mía es la venganza, Yo pagaré», dice el Señor”» (Ro. 12:19).
Otra verdad importante de recordar es que el Señor no castiga para siempre.Dios no abandonó a Su pueblo. Él promete perdonar y restaurar al remanente de los judíos, y llevarlos a una tierra fértil. Habían sido esparcidos como ovejas, devorados por las naciones enemigas, pero Dios los llevaría de regreso a su hogar y perdonaría a Su remanente.
Para meditar:
- ¿Estás sufriendo por el pecado de otros? Espera en Dios. Él es tu Defensor y Redentor. A Su tiempo, Él hará.
- ¿Sientes que Dios te ha olvidado o abandonado? Eso es una imposibilidad si eres Su hija.
- Anima tu corazón con estas promesas:
«No luchará con nosotros para siempre, ni para siempre guardará Su enojo». -Salmos 103:9
«Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a Su gloria eterna en Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá». -1 Pedro 5:10
«En cuanto al terror que infundías, te ha engañado la soberbia de tu corazón; tú que vives en las hendiduras de las peñas, que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, de allí te haré bajar», declara el Señor». -Jeremías 49:16
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