Día 21 | Génesis 27 - 29
Rebeca no supo confiar el futuro de Jacob a Dios y manipuló y engañó para hacer que los propósitos del Señor se cumplieran (27:6-17). Pero las acciones tienen consecuencias inesperadas para nosotros y, debido a las amenazas de Esaú, ella misma tuvo que planificar el exilio de su hijo predilecto en la tierra de Padán Aram, en medio de los descendientes de su abuelo Betuel.
Nosotras las mujeres somos muy propensas a tomar las situaciones en nuestras manos. Tratamos de controlar las cosas y los desenlaces, las vidas y el futuro de nuestros hijos. Como resultado de su manipulación, Rebeca nunca volvería a ver a Jacob. Esta es una buena lección para ti si eres mamá. Puedes confiar tu vida y el futuro de tus hijos a Dios. Nada estorba Sus propósitos. Él cumple Sus planes por encima y a pesar de nosotras.
Como nos recuerda la Escritura en Daniel …
Rebeca no supo confiar el futuro de Jacob a Dios y manipuló y engañó para hacer que los propósitos del Señor se cumplieran (27:6-17). Pero las acciones tienen consecuencias inesperadas para nosotros y, debido a las amenazas de Esaú, ella misma tuvo que planificar el exilio de su hijo predilecto en la tierra de Padán Aram, en medio de los descendientes de su abuelo Betuel.
Nosotras las mujeres somos muy propensas a tomar las situaciones en nuestras manos. Tratamos de controlar las cosas y los desenlaces, las vidas y el futuro de nuestros hijos. Como resultado de su manipulación, Rebeca nunca volvería a ver a Jacob. Esta es una buena lección para ti si eres mamá. Puedes confiar tu vida y el futuro de tus hijos a Dios. Nada estorba Sus propósitos. Él cumple Sus planes por encima y a pesar de nosotras.
Como nos recuerda la Escritura en Daniel 4:35: «...Él actúa conforme a Su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra. Nadie puede detener Su mano».
De camino hacia Harán Jacob tiene un sueño en el cual Dios le confirma Sus promesas que son válidas de generación en generación (28:13-15). Llama la atención el voto condicional de Jacob al Señor, ofreciendo servirlo como su Dios si Él lo guarda, suple y devuelve a su hogar. Aún Jacob no había entendido que el que hace pactos es el Señor, y no el hombre.
Finalmente Jacob se encuentra con su familia y acepta trabajar para Labán, su tío, a cambio de su hija Raquel, pero el engañador es a su vez engañado por su tío y Jacob termina convirtiéndose en el motivo de una rivalidad entre dos hermanas.
Hoy aprendimos algunas lecciones:
- Dios cumple Sus promesas a pesar de nosotras. Desde Abraham hasta Jacob hemos visto engaño, manipulación, maquinación, envidias, rivalidades, odio. Pero por encima de todo ello, hemos visto la asombrosa gracia y fidelidad de un Dios que cumple Sus promesas para llevar a cabo Sus propósitos. Lo único que esta familia contribuyó para que los planes de Dios se cumplieran fue su fe. A pesar de todo su pecado, esta familia recibiría las bendiciones del pacto de Dios con Abraham. La providencia de Dios obró a pesar del pecado de ellos.
La promesa de Dios de amar, de proteger y de guiar a los suyos, tal como prometió a Jacob (28:15) sigue vigente para sus hijos hoy.
- Las expectativas que nos hacemos nos pueden llevar a la amargura, al enojo y a la ingratitud cuando no se cumplen. La infertilidad de Raquel la llevó a la impaciencia y recurrió a todo tipo de métodos y engaños en lugar de esperar en Dios. Ella no descansó en las promesas y la providencia de Dios.
- Cosechamos lo que sembramos. Jacob, el engañador y maquinador, fue a su vez engañado por Labán (29:15-30). También fue víctima de la manipulación de sus mujeres. Es ley de vida: cosechamos lo que sembramos.
Para meditar:
- Favoritismo. Trampa. Engaño. El pecado destruye familias y relaciones. ¿Has identificado esto en tu propia vida o familia?
- ¿Cómo te ves reflejada en la actitud de Rebeca? ¿Engañas o manipulas «con buena intención» para lograr las cosas que entiendes son buenas?
- ¿Qué promesas te ha dado Dios en Su Palabra? ¿Has dudado de que se cumplirán? ¿Por qué sí o por qué no?
- ¿Qué expectativas tienes que no se han cumplido? ¿Cuál ha sido tu reacción? ¿Qué te enseña esta historia? ¿En qué área te está llamando Dios a soltar tus expectativas?
«Ahora bien, Yo estoy contigo. Te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido». -Génesis 28:15
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