Día 204 | Isaías 31-34
Al continuar nuestra lectura, seguimos con los ayes, aquí vemos cómo Israel busca refugio en Egipto ante la amenaza inminente de Asiria. Una vez más, al comenzar nuestra lectura, nos encontramos con un lenguaje similar al de los Salmos.
El capítulo 31 de Isaías aborda el tema teológico de confiar en el Señor en lugar de buscar ayuda en alianzas humanas. En este capítulo, el profeta reprende a aquellos que buscan apoyo en Egipto, una potencia terrenal, en lugar de confiar en la protección y provisión divina. Isaías advierte que confiar en Egipto solo traerá desilusión y vergüenza, ya que Dios es el único que puede ofrecer verdadera ayuda y salvación. El mensaje teológico principal es la importancia de confiar plenamente en Dios y no en la fuerza humana o en alianzas mundanas. Esto resalta la soberanía y la suficiencia de Dios como el único refugio seguro para su pueblo. …
Al continuar nuestra lectura, seguimos con los ayes, aquí vemos cómo Israel busca refugio en Egipto ante la amenaza inminente de Asiria. Una vez más, al comenzar nuestra lectura, nos encontramos con un lenguaje similar al de los Salmos.
El capítulo 31 de Isaías aborda el tema teológico de confiar en el Señor en lugar de buscar ayuda en alianzas humanas. En este capítulo, el profeta reprende a aquellos que buscan apoyo en Egipto, una potencia terrenal, en lugar de confiar en la protección y provisión divina. Isaías advierte que confiar en Egipto solo traerá desilusión y vergüenza, ya que Dios es el único que puede ofrecer verdadera ayuda y salvación. El mensaje teológico principal es la importancia de confiar plenamente en Dios y no en la fuerza humana o en alianzas mundanas. Esto resalta la soberanía y la suficiencia de Dios como el único refugio seguro para su pueblo.
El capítulo 32 nos presenta una visión esperanzadora del reinado justo y pacífico que Jesucristo trae consigo. Es un recordatorio del evangelio y una fuente de gozo para quienes confían en el Señor. La promesa de un rey que reinará con justicia nos recuerda el gobierno perfecto de Cristo sobre nuestras vidas y sobre el mundo entero. Su reinado no se limita a un período temporal, sino que es eterno y lleno de paz, justicia y tranquilidad.
Es reconfortante saber que el Espíritu Santo será derramado sobre nosotros desde lo alto, fortaleciéndonos y guiándonos en medio de las dificultades. Esta promesa nos llena de esperanza y nos da la certeza de que no estamos solos, sino que tenemos el consuelo y la dirección del Espíritu Santo en nuestra vida diaria.
El capítulo 33 comienza con un ¡ay!, pero este es distinto a los anteriores que hemos leído. Esta vez está dirigido al destructor. Aunque el poder y la fuerza humana tienen un límite, la mano de Dios no. A veces podemos pensar que la injusticia quedará impune, pero el destructor será destruido:
«Él será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del Señor es tu tesoro». –Isaías 33:6
Cuando tememos a los hombres, estamos expresando nuestra falta de confianza en que Dios es capaz de librarnos y salvarnos. Por eso, el temor al Señor es nuestro verdadero tesoro y salvación.
Aunque el Líbano esté avergonzado y se marchite (v. 7), el Señor declara: «Ahora me levantaré» (v. 10), y su liberación llegará. Que el Señor nos ayude a esperar en Su tiempo perfecto, porque el «ahora» del Señor no siempre coincide con el nuestro, pero no debemos desanimarnos y esperar en Él.
El capítulo 34 habla sobre el juicio a las naciones y el lenguaje es muy directo. El enojo del Señor y su furor son contra las naciones (v. 2), en ellas hay muerte y sangre (v. 3) y en la tierra hay desolación (v. 10).
Representa un cuadro sombrío del juicio divino y la devastación total, donde las ciudades y naciones que se oponen a Dios se convertirán en parajes desolados, habitados por criaturas salvajes. El escenario es desolación, pero no será así para siempre, viene el día en que habrá flores y júbilo, «ellos verán la gloria del Señor», el único capaz de cambiar el lamento en danza. Este mensaje prepara el contraste con el capítulo 35, que presenta la esperanza y la restauración que experimentarán aquellos que permanecen fieles a Dios. Al reflexionar sobre estas promesas, no podemos evitar sentirnos agradecidos y llenos de gozo por el reinado de Jesucristo en nuestras vidas. Él es nuestro príncipe de paz, aquel que trae consigo la paz que sobrepasa todo entendimiento y que transforma nuestras vidas desde adentro hacia afuera. ¡Gloria a Dios por las maravillosas promesas que nos ha dado a través de su Hijo Jesucristo!
Para meditar:
- ¿Cómo se contrasta la confianza en Dios con la confianza en alianzas humanas en los capítulos del 31 al 34 de Isaías?
- ¿Qué enseñanzas sobre la soberanía y el cuidado de Dios podemos extraer de los eventos y profecías presentadas en estos capítulos?
- ¿Cuál es el llamado a la justicia y la rectitud que se presenta en estos capítulos, y cómo podemos aplicarlo a nuestras vidas hoy en día?
«Él será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del Señor es tu tesoro». -Isaías 33:6
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