Día 194 | 2 Crónicas 27; Isaías 9-14
Preparémonos para combinar libros el día de hoy, ayer terminamos de leer el libro de Amos y ver su ministerio, tanto Amós como Isaías estaban profetizando durante un tiempo de decadencia moral y espiritual en Israel y Judá. Ambos profetas estaban llamando al arrepentimiento y advirtiendo sobre las consecuencias del pecado. Aunque sus ministerios podrían haberse superpuesto ligeramente en términos de tiempo, ambos estaban actuando como mensajeros de Dios en un período crítico de la historia de Israel y Judá.
Hoy combinaremos Isaías con 2 Crónicas 27, donde se narra el reinado de Jotam, quien sucedió a su padre Uzías como rey de Judá. Jotam es presentado como un rey que hizo lo recto ante los ojos de Dios, siguiendo los caminos de su padre Uzías, pero sin cometer sus errores finales. Gobernó durante un período de prosperidad en Judá, que fue un período de relativa estabilidad y prosperidad, Jotam …
Preparémonos para combinar libros el día de hoy, ayer terminamos de leer el libro de Amos y ver su ministerio, tanto Amós como Isaías estaban profetizando durante un tiempo de decadencia moral y espiritual en Israel y Judá. Ambos profetas estaban llamando al arrepentimiento y advirtiendo sobre las consecuencias del pecado. Aunque sus ministerios podrían haberse superpuesto ligeramente en términos de tiempo, ambos estaban actuando como mensajeros de Dios en un período crítico de la historia de Israel y Judá.
Hoy combinaremos Isaías con 2 Crónicas 27, donde se narra el reinado de Jotam, quien sucedió a su padre Uzías como rey de Judá. Jotam es presentado como un rey que hizo lo recto ante los ojos de Dios, siguiendo los caminos de su padre Uzías, pero sin cometer sus errores finales. Gobernó durante un período de prosperidad en Judá, que fue un período de relativa estabilidad y prosperidad, Jotam se dedicó a fortificar ciudades, construir castillos y torres en las áreas montañosas de Judá, y venció a los amonitas que le pagaron tributo durante tres años consecutivos. El mensaje teológico subyacente es que la prosperidad y la seguridad verdadera no proviene solo de los esfuerzos humanos, sino que son el resultado de la bendición de Dios sobre aquellos que le obedecen y buscan su voluntad. Esto implica una confianza en Dios como el verdadero gobernante y protector del pueblo, y la comprensión de que la justicia y la rectitud son fundamentales para experimentar su favor y bendición.
En Isaías 9-12, los profetas profetizan sobre los eventos que tuvieron lugar durante el reinado de Acaz, incluyendo la amenaza de invasión por parte de los reinos enemigos y las promesas de salvación y redención por parte de Dios. En estos capítulos, Isaías nos lleva a través de un viaje de oscuridad hacia la luz, de desesperación hacia la esperanza, y de caos hacia la paz. Pero quiero enfocarme en el capítulo 9, pues en ellos, vemos 3 temas principales: la promesa del Mesías, Soberanía de Dios y el juicio y misericordia de Dios.
Comienza con la profunda promesa de Emmanuel, «Dios con nosotros», que brilla como un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Este niño, cuyo nacimiento se predice, será quien traerá consuelo y salvación para un pueblo que anhela la redención. Isaías nos presenta una visión poderosa de la promesa del Mesías. Isaías profetiza sobre el nacimiento de un niño que traerá paz y justicia eternas, siendo un líder cuyo reino no tendrá fin. Esta profecía resalta la esperanza mesiánica y la promesa de redención y salvación a través del Mesías.
Además, el capítulo subraya la soberanía y el poder de Dios sobre las naciones y la historia. A pesar de los desafíos que enfrenta Judá, Isaías proclama que Dios tiene el control absoluto y que sus planes prevalecerán. Esto nos recuerda que, incluso en medio de las dificultades, podemos confiar en la soberanía y el cuidado de Dios.
Aunque el capítulo comienza con una descripción del juicio y la aflicción que vendrán sobre Judá, también contiene un mensaje de esperanza y redención. A pesar del castigo debido a la rebelión, Dios no abandona por completo a su pueblo. Promete enviar un Salvador que traerá luz y liberación, mostrando así la combinación de juicio y misericordia en el carácter de Dios. Esto destaca su deseo de restaurar y redimir a su pueblo a pesar de su pecado.
En el capítulo 10 vemos en detalle lo que ya Isaías había dicho sobre la destrucción en manos de los Asirios en el capítulo 8, un poderoso imperio que había amenazado a Judá. Este capítulo presenta a Asiria como el instrumento de la ira divina, pero también muestra cómo será juzgada por su propia arrogancia y crueldad. El rey de Asiria viene a destruir porque se siente superior, pero en su orgullo, ignora que es un instrumento en las manos de un Dios todopoderoso. Él dirá, yo lo hice, pero cuando Dios haya llevado a cabo Su juicio, va a castigar el corazón orgulloso del rey de Asiria. En medio de este pronóstico de juicio sobre Asiria, Isaías ofrece un rayo de esperanza para Judá. Habla del remanente fiel que será preservado y del futuro reinado del Mesías, que traerá justicia y paz al mundo. Isaías nos recuerda la soberanía absoluta de Dios sobre las naciones y su compromiso de traer justicia y redención al mundo. Nos insta a confiar en Dios en medio de las pruebas y a recordar que, aunque los poderes terrenales puedan levantarse y caer, Dios permanece firme y su plan de salvación para la humanidad no será detenido.
El capítulo 11 es plenamente mesiánico. Habla sobre el retoño de David, el Mesías, el Rey prometido cuyo reino sería eterno. Sobre él reposará todo lo que no hay en el pueblo de Israel. Isaías describe al Mesías como un brote que surgirá del tronco de Isaí, el padre del rey David. Este Mesías será ungido con el Espíritu de Dios, lo que le capacitará para gobernar con sabiduría, justicia y temor del Señor. Esta imagen del Mesías como un líder justo y compasivo es una promesa de esperanza para aquellos que han sufrido bajo la opresión y la injusticia.
El capítulo 12 de Isaías es un cántico de acción de gracias y alabanza por la salvación que Dios trae a Su pueblo. Es una expresión de gratitud y gozo por la fidelidad y el poder de Dios para liberar y redimir a Su pueblo del peligro y la aflicción. El capítulo comienza con una declaración de confianza y seguridad en el Señor, proclamando que Él es nuestra fortaleza y salvación. Luego, el cántico continúa con una invitación a dar gracias al Señor y a proclamar su grandeza entre las naciones. Se enfatiza la necesidad de confiar en el Señor en todo momento y de buscar refugio en él en medio de las pruebas y tribulaciones.
Para meditar:
- En los capítulos 9 al 12 de Isaías se profetiza sobre el nacimiento del Mesías y se describe Su reinado de justicia y paz eternas. ¿Cómo puede esta esperanza mesiánica influir en nuestra comprensión del propósito y la dirección de nuestras vidas en el mundo actual?
- Tanto en 2 Crónicas 27 como en los capítulos 9 al 12 de Isaías, vemos la interacción entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. ¿Cómo podemos equilibrar nuestra confianza en la soberanía de Dios con nuestra responsabilidad de vivir en obediencia y fidelidad a Dios en todas las áreas de nuestras vidas?
«Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz». -Isaías 9:6
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