Día 177 | 1 Reyes 16; 2 Crónicas 17
En nuestros días el compromiso que hacemos a través de nuestras palabras ha perdido valor. La mayoría de las personas mienten con el fin de evitar conflictos o guardar las apariencias, pero nuestro Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta (Nm. 23:19).
«Y en cuanto fue rey, Baasa hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el Señor había hablado por medio de su siervo Ahías el silonita, por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales había hecho pecar a Israel, y por la provocación con que provocó a ira al Señor, Dios de Israel».
-1 Reyes 15:29-30
No confundamos la voluntad permisiva de Dios con Su misericordia. El Señor nos ayude a valorar Su paciencia y Su fiel amor, despojándonos de todo …
En nuestros días el compromiso que hacemos a través de nuestras palabras ha perdido valor. La mayoría de las personas mienten con el fin de evitar conflictos o guardar las apariencias, pero nuestro Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta (Nm. 23:19).
«Y en cuanto fue rey, Baasa hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el Señor había hablado por medio de su siervo Ahías el silonita, por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales había hecho pecar a Israel, y por la provocación con que provocó a ira al Señor, Dios de Israel».
-1 Reyes 15:29-30
No confundamos la voluntad permisiva de Dios con Su misericordia. El Señor nos ayude a valorar Su paciencia y Su fiel amor, despojándonos de todo pecado y rindiendo ante Él cada una de nuestras debilidades, confiando en que Su poder y gracia son más que suficientes.
¿Por qué el pueblo de Dios y sus reyes continuaban de mal en peor a pesar de la revelación de Dios? En 1 Reyes capítulo 16 podemos ver que:
- Siguieron el camino de los pecadores:
- «. . . anduvo en todos los caminos de Jeroboam» (v. 26).
- «. . . y obró más perversamente que todos los que fueron antes que él» (v. 25).
- «Como si fuera poco el andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue a servir a Baal y lo adoró» (v. 31).
- Fueron sabios en su propia opinión (no dependieron de Dios)
- «Zimri vio que la ciudad era tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego a la casa del rey y murió» (v. 18).
Cuando nos sintamos acorraladas o sitiadas por el enemigo, por fuertes pruebas o por nuestros propios pecados, corramos a nuestro Dios, nuestra Torre fuerte, nuestro Refugio, Él nos sustentará, nos protegerá, nos fortalecerá, nos perdonará y limpiará. Él ha prometido que ninguna prueba que Él nos dé o permita será mayor a lo que podamos soportar, y Él siempre nos provee la salida (1 Cor. 10:13). Y aún más, Él nos llama a atravesar las pruebas con sumo gozo, pues estas fortalecen y perfeccionan nuestro carácter (Santiago 1:2-4).
- Adoraban a falsos dioses
- «Hiel de Bet-el reedificó Jericó a costa de la vida de Abiram su primogénito» (v. 34). Dios nos muestra que nosotras mismas podemos cometer el mismo pecado cuando nos empecinamos en hacer crecer nuestros ministerios de la iglesia o nuestras vidas profesionales, a costa del tiempo y dedicación que necesitan nuestros hijos. Debemos tener sumo cuidado de no intercambiar el orden de prioridades que Dios nos ha dado.
Estas razones no son excusas ni para ellos ni para nosotros, y podemos ver esto como ejemplo en la vida del Rey Josabat, en 2 Crónicas capítulo 17:
- «. . . anduvo en los primeros caminos de su padre David y no buscó a los Baales» (v. 3).
- «. . . buscó al Dios de su padre, anduvo en sus mandamientos y no hizo como Israel» (v. 4).
- «. . . quitó de Judá los lugares altos y las Aseras» (v. 6).
- «Ellos enseñaron a la gente de Judá, teniendo consigo el libro de la ley del Señor. Recorrieron todas las ciudades de Judá y enseñaron al pueblo» (v. 9).
¿Estamos nosotras dispuestas a buscar a Dios con todo nuestro corazón ? ¿Estamos dispuestas a derribar nuestros ídolos y lugares altos, como la apariencia, el estatus y las posesiones? ¿Estamos dispuestas a dedicarnos a la meditación de la Palabra y enseñarla a nuestros hijos y familiares?
Ciertamente, ir contra la corriente requiere más esfuerzo. Pensemos por unos minutos en la meta de nuestra carrera. Solo por Cristo vale la pena vivir y morir.
Debido al acelerado ritmo de la vida, podemos caer en la trampa de fluir con la corriente, asumir los valores del mundo y enfocarnos en lo temporal, en lo que se ve. Pero hoy, Dios nos llama a que no permitamos que el mundo o lo que diga la mayoría se conviertan en nuestro ejemplo o estándar, porque la amistad con el mundo es enemistad contra Dios (Stg. 4:4).
Es por esto que hoy Dios nos llama a no imitar la forma de pensar, las formas de actuar de este mundo. Él quiere que meditemos en Su palabra para que esta nos transforme y podamos ser guiados por Su voluntad.
«Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan».
-Mateo 7:13-14
Para Meditar:
- Considera cuánto valor tiene la Palabra de Dios en tu vida para confiar en ella y ponerla por obra. ¿Cómo el carácter de estos reyes y sus decisiones representan a Dios?
- Definitivamente, todas necesitamos al mejor Rey: Cristo Jesús. A quien no le pareció cosa ligera los mandamientos de Dios, sino que abrió el camino para que podamos vivirlos en Su Espíritu por la fe en Él. Diariamente, examina cuáles son tus actitudes y pensamientos, ¿se conforman a la verdad de la Palabra?
«Como si fuera poco el andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et Baal, rey de los sidonios, y fue a servir a Baal y lo adoró». -1 Reyes 16:31
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