Día 176 | 1 Reyes 15 y 2 Crónicas 13 - 16
El pecado es como un tipo de bala «expansiva», que cuya punta, como lo dice su nombre, tiende a expandirse en el momento del impacto causando mayores daños. De igual manera, nuestros hábitos pecaminosos son como esa bala expansiva que provoca destrucción en nuestras vidas, la de nuestros esposos, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, incluso a toda una comunidad, iglesia o nación.
«. . . Abiam comenzó a reinar sobre Judá. Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maaca, hija de Abisalom. Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él. Su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor su Dios. . .». -1 Reyes 15:1-3
Vivir como discípulos de Cristo es ir contra la corriente de este mundo, una corriente de muerte. Y eso es posible porque por Su gran amor, Jesucristo murió y anuló el poder que …
El pecado es como un tipo de bala «expansiva», que cuya punta, como lo dice su nombre, tiende a expandirse en el momento del impacto causando mayores daños. De igual manera, nuestros hábitos pecaminosos son como esa bala expansiva que provoca destrucción en nuestras vidas, la de nuestros esposos, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, incluso a toda una comunidad, iglesia o nación.
«. . . Abiam comenzó a reinar sobre Judá. Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maaca, hija de Abisalom. Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él. Su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor su Dios. . .». -1 Reyes 15:1-3
Vivir como discípulos de Cristo es ir contra la corriente de este mundo, una corriente de muerte. Y eso es posible porque por Su gran amor, Jesucristo murió y anuló el poder que la muerte y el pecado tenían sobre nosotras. Así que, en primer lugar, por amor a Dios y al sacrificio de Su Hijo en la cruz, y en segundo lugar, por amor a nuestro prójimo, debemos luchar, prevalecer y vencer en el poder del Espíritu.
Seamos esposas, madres, mentoras, hermanas, maestras, que marchemos cada día a paso firme, levantando con nuestras palabras y acciones la gran antorcha de Su Palabra y de Su luz, mostrando el camino de la vida a todo aquel que Dios ponga en nuestro camino para ser un canal de bendición. Que nuestros hechos resulten en alabanza al nombre de nuestro Dios y la extensión de Su reino en la «porción de tierra» que Él nos ha entregado, recordando que nuestra fe debe ser mostrada en obras, y que den testimonio del Dios en quien creemos.
Y a la luz de estas verdades, como instrumentos en las manos de Dios, estamos llamadas a ser una influencia positiva para aquellos que nos rodean. Y ya sea que seamos madres con hijos biológicos, o tengamos hijos espirituales, es nuestro deber ayudarlos a buscar al Señor. Y una de las maneras en que podemos hacerlo es derribando aquellos altares donde rinden adoración a sus propios ídolos, por ejemplo, limitando su exposición a las pantallas, a los videojuegos, o cualquier otra cosa. Luego, diariamente, seamos intencionales con nuestros hijos en sumergirnos en la meditación de las Escrituras.
Escribamos en papel o en nuestra computadora las cosas que hemos hecho, las actividades que hemos realizado durante el día. Luego preguntémonos si hemos hecho lo recto delante de los ojos de Dios, y si hemos vivido sabiamente guardando Su Palabra.
No temamos a esta gran multitud que ha decidido darle la espalda a Dios, ni temamos a sus amenazas o estrategias, porque son personas que han decidido ser sabias en su propia opinión. La verdad no la define la mayoría, la verdad la determina Dios, y Jesucristo es el camino, la Verdad y la vida. Seamos como Abías y Asa que en ningún momento dudaron de su identidad, de su Dios, de las promesas del Señor, y de su fidelidad.
- «Y ahora ustedes intentan resistir al reinado del Señor que está en manos de los hijos de David, porque son una gran multitud y tienen con ustedes los becerros de oro que Jeroboam les hizo por dioses». -2 Crónicas 13:8
- «Pero en cuanto a nosotros, el Señor es nuestro Dios, y no lo hemos abandonado». -2 Crónicas 13:10
- «. . . Clamaron, pues, al Señor, y los sacerdotes tocaron las trompetas. Entonces los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y mientras los hombres de Judá lanzaban el grito de guerra, Dios hirió a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá». -2 Crónicas 13:14-15
- «. . . y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el Señor, Dios de sus padres». -2 Crónicas 13:18
- «Ayúdanos, oh Señor Dios nuestro, porque en Ti nos apoyamos y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh Señor, Tú eres nuestro Dios; que no prevalezca hombre alguno contra Ti». -2 Crónicas 14:11
Nuestro Dios está sentado en el trono y lo gobierna todo. ¡Que nuestro clamor a Dios en oración sean nuestros gritos de guerra!
¿Estamos caminando con el mundo por temor a esta gran multitud, o estamos manteniéndonos firmes confiando en que nuestro Dios es el único y verdadero?
Nuestros enemigos no son dioses, son solo criaturas creadas por el único Creador, así que no debemos temer ni creer que nuestra ayuda viene de congraciarse con ellos, como lo hizo el rey Asa. Y aunque Dios puede permitir que el enemigo nos acorrale, nuestra salvación viene del Señor. Cada prueba es una oportunidad para que podamos experimentar Su gracia, fidelidad, poder, amor y cuidado. Su voluntad siempre es y será buena, perfecta y agradable.
No permitamos que el fuego de las pruebas nos hagan olvidar quién es nuestro Dios. Y como dice en las letras de esta canción*, recordemos que:
Hubo uno más entre las llamas que estuvo junto a mí
Hubo uno más sobre las aguas que pudo el mar abrir
Que en mi interior no queden dudas de cómo libre fui
Hay una cruz que muestra el precio que Jesús pagó por mí
¡Hay uno más entre las llamas!
No hay nombre igual al nombre de Cristo
El que fue, el que es y por siempre será
Aunque no sepa lo que vendrá, sé que tu verdad nunca fallará
¡Mantengamos nuestra mirada en Aquel que es inmutablemente fiel!
«En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre, porque Tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan». -Salmos 9:10
Para meditar:
- ¿De qué manera podemos desarrollar un corazón humilde que dependa del Señor?
- ¿Qué tan pronta estás para traer tus preocupaciones al Señor?
* Entre Las Llamas - UNITED" by Hillsong United
«Así fueron humillados los israelitas en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el Señor, Dios de sus padres». -2 Crónicas 13:18
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