Día 171 | Eclesiastés 7-12
Continuamos siendo exhortadas con las palabras sabias del rey Salomón. En nuestros capítulos de hoy veremos la perspectiva de Salomón acerca de la vida, la incapacidad de saberlo todo, de conocer el futuro, y consejos sabios para la juventud y la vejez; terminaremos con el mejor consejo para todo ser humano en el capítulo 12.
Algunos teólogos consideran que el libro de Eclesiastés es donde Salomón profundiza el tema que trató en el libro de Proverbios acerca de los sabios y los necios, llevándonos a ver más claramente el contraste de cómo cada uno de ellos contempla la vida. Salomón, con el pasar de sus años y su singular sabiduría, pudo ver y comparar, entre uno y otro, para concluir que es mejor temer a Dios.
Salomón dice que es mejor la tristeza que la risa, que es mejor compartir el luto que la casa de fiesta, que es mejor …
Continuamos siendo exhortadas con las palabras sabias del rey Salomón. En nuestros capítulos de hoy veremos la perspectiva de Salomón acerca de la vida, la incapacidad de saberlo todo, de conocer el futuro, y consejos sabios para la juventud y la vejez; terminaremos con el mejor consejo para todo ser humano en el capítulo 12.
Algunos teólogos consideran que el libro de Eclesiastés es donde Salomón profundiza el tema que trató en el libro de Proverbios acerca de los sabios y los necios, llevándonos a ver más claramente el contraste de cómo cada uno de ellos contempla la vida. Salomón, con el pasar de sus años y su singular sabiduría, pudo ver y comparar, entre uno y otro, para concluir que es mejor temer a Dios.
Salomón dice que es mejor la tristeza que la risa, que es mejor compartir el luto que la casa de fiesta, que es mejor ser reprendido que animado por un necio, que es mejor la paciencia que la arrogancia, que es mejor concluir un asunto bien que un buen comienzo, y que todo esto es mejor vivirlo con sabiduría y considerando que todo ha sido creado y orquestado por Dios. ¡Más vale vivir en sabiduría que en insensatez! ¡Más vale temer a Dios que al hombre y a las circunstancias que vivimos porque no las podemos controlar!
Todo está en manos de Dios: los justos, los sabios y sus hechos, así como su suerte, su vida y su recompensa. La vida parece injusta, sin embargo, hay que gozarse en esa vida que Dios nos da, hacer lo que está a nuestro alcance y conforme a nuestra fuerza, ¡hay cosas que hacer aquí para las que hemos sido llamadas! Pero recordemos que ¡todo está en Sus manos!
La razón por la que se llega a esta conclusión es que las adversidades a menudo no se comportan según lo esperado. Dicho de otra manera, las dificultades no siempre son tan negativas como parecen, y las cosas no siempre son lo que aparentan. Por eso, él concluye que es más provechoso un funeral que un día de alegría, ya que cuando somos conscientes de nuestra mortalidad, tomamos mayor conciencia de nuestra vida.
Además, el transcurso de nuestra vida es impredecible, no siempre sabemos qué acontecerá, solo podemos estar seguras de que Dios reina pues abunda la necedad más que la sabiduría. En este tema, Santiago se une a Salomón al recordarnos que la sabiduría que procede de lo Alto es: «primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía» (Stg. 3:17).
La vida está llena de incongruencias, ¿lo has notado? Pero el temor de Dios define la esencia de la vida cristiana que influye en los frutos que mostramos a otros para presentarles al Dios justo. Precisamente porque no sabemos qué sucederá mañana, la vida es incierta y breve nuestro andar debajo del sol. Aunque esto nos pueda traer pesar o desaliento, necesitamos regresarnos a la verdad y realidad de que Dios gobierna y conocer todo lo que está escrito en el libro de nuestra vida.
La necedad o insensatez es un tema recurrente de Salomón: «Un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y honor» (v.10:1) Por ello instruye a los jóvenes a recordar a Su Creador y que dejen las cosas insensatas y vanas que se ofrecen bajo el sol. ¿Pero cómo podrán escoger? Temiendo al Señor.
Las ancianas hacemos bien en instruir a las más jóvenes en esta verdad, la vida piadosa no espera por la vejez, es ahora. La juventud no debe desperdiciarse con las vanidades, pero sí disfrutarla para la gloria de Dios. La mejor manera de disfrutar de los años de juventud, que son cortos, es vivir conscientemente delante de Dios, porque la vejez llegará a todos; qué mejor será vivirla con el fruto de una vida sabia que atesoró lo que Dios provee, lo que causa alegría y tristeza, con la esperanza de una eternidad sin dolor, cansancio, incertidumbre y sufrimiento.
El hombre más sabio del mundo concluye su libro más profundo:
«El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala» (12:13-14).
Podemos escribir miles de libros, enseñar a muchas personas, estudiar mucho, pero si no temes al Señor, es en vano. Pablo dijo: «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano» (1 Cor. 15:55-58).
¡Gloria a Dios por la obra maravillosa de Cristo! Por Su resurrección venció la muerte y el pecado que nos engañan de ver lo hermoso de vivir para Dios. ¡Gloria a Dios por Cristo! Porque a través de la fe en Él podemos temer a Dios, adorar a Dios y recibir de Su amor, fortaleza mientras transitamos en esta vida difícil que de la mano del Espíritu Santo da como resultado gloria a Él.
Para meditar:
- ¿Qué enseñanza te deja este libro para examinar tu propio corazón y tu perspectiva de vida?
- ¿Has sido insensata o sabia? ¿Qué áreas necesitas cultivar para ser una mujer sabia y una anciana piadosa?
- ¿Cómo se ve el temor a Dios y seguir Sus mandamientos en tu día a día? ¿Recuerdas las promesas y la Palabra de Dios?
«La conclusión, cuando todo se ha oído, es esta: teme a Dios y guarda Sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona. Porque Dios traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto. sea bueno o sea malo». -Eclesiastés 12:13-14
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