Día 169 | Proverbios 27-29

Escrito por: Raquel Cubilla de Guerrero

Recordemos que estos proverbios siguen siendo autoría de Salomón y copiados por los escribas de Ezequías. En estos capítulos aprenderemos acerca de las lecciones sobre la amistad, el guardar la ley y temer al Señor y los efectos que tienen la conducta de los justos y los malvados para con las personas a su alrededor. 

Aprendamos de versículos claves que nos ayudarán en nuestro caminar y meditar, sobre todo en el área de la amistad. No sé cómo es tu vida, si está llena de amigos o no, si valoras la amistad o no, o qué piensas sobre la amistad. Lo cierto es que todas necesitamos amigas y otras nos necesitan a nosotras. Proverbios 27:6 dice: «Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo». 

La corrección o reprensión de parte de un amigo que nos ama, aunque dolorosa, es una señal de genuino interés. Es nuestro corazón el que muchas veces no está preparado para recibir la verdad, quizá porque nuestras expectativas son de una amistad que solo te adula o que solo es una buena compañía con la que te diviertes. Pero Dios dejó la amistad como un medio de gracia para mostrarnos amor, para edificarnos en nuestro caminar de santificación. 

Así mismo es el consejo del amigo: «El ungüento y el perfume alegran el corazón, y dulce para su amigo es el consejo del hombre» (Prov. 27:9). 

Examina cómo eres como amiga, cómo es tu trato dulce con otras mujeres. ¿Eres áspera? O ¿Emanas un suave aroma a su vida? ¿Eres de edificación a tu amiga? ¿Cómo? 

Uno de los pasajes que siempre debemos tener en mente es Proverbios 28:13 que dice: «El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia».

Quizá te has preguntado por qué no puedes prosperar espiritualmente o cuál es la razón por la que te sientes seca y sin motivación alguna para buscar al Señor. Puede ser que hay un pecado oculto que no has confesado. No siempre es el caso, pero si lo es, te estás perdiendo de la libertad completa que tienes en Cristo para confesar tus pecados a Dios, Él te perdona y extiende Su misericordia para dejar el pecado y vestirnos de Cristo. Guardar la ley de Dios, que es obedecer Su voluntad descrita en Su Palabra, nos provee la perspectiva correcta de quién es Él y quienes somos nosotras. 

Ser luz en medio de las tinieblas reluce con nuestras acciones que provienen de un corazón regenerado. Nota lo que dice Proverbios 29:10: «Los hombres sanguinarios odian al intachable, pero los rectos se preocupan por su alma». 

¡Cuán diferente son las acciones de los hijos de Dios con las acciones de los que no temen a Dios! Esta afirmación nos recuerda a nuestro amado Jesús, quien precisamente se preocupó por nuestra alma al salvarnos de una vida esclavizada a nuestros deseos y malvado corazón. Las personas que están a nuestro alrededor pueden ver como un corazón que no devuelve mal por mal, reacciona, de manera que vean y adoren a nuestro Padre que está en los cielos (Mt. 5:16).

Para meditar:

• Oremos agradeciendo al Señor por Su Palabra, que nos enseña a ser una buena amiga, a ser un perfume agradable a ellas y con un consejo sabio. Pidamos al Señor que ilumine nuestro pecado para que por más intentos que hagamos por encubrirlo, caigamos rendidas a Sus pies en búsqueda de Su perdón. 
• ¿Cómo pondrás por obra este devocional?
• ¿De qué maneras puedes ser más intencional en presentar a Cristo a tus vecinos con tu testimonio de fe y una vida transformada?

«El ungüento y el perfume alegran el corazón, y dulce para su amigo es el consejo del hombre». -Proverbios 27:9

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