Día 161 | Proverbios 22-24

Temporada: Los reyes y sus profetas | Temas: Biblia

Esta es la última porción de proverbios antes de continuar con el libro de los Reyes y la historia de redención. Algunos teólogos afirman que Proverbios 22-24 fueron escritos por «los sabios», específicamente desde Proverbios 22:17 que dice: «Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios y aplica tu corazón a mi sabiduría». En estos pasajes encontrarás sabiduría para poner en práctica la instrucción y el aprendizaje (22). Reconocer las advertencias para no ser controlados por las cosas o las personas y se anima a que se siga la piedad (23). Y cómo Dios ve las emociones y motivos de los sabios y de los necios (24).

Proverbios 22:1 nos enseña acerca del valor del buen nombre. ¿Qué hace que un nombre sea un buen nombre? La reputación. El versículo dice: «el buen nombre vale más que las muchas riquezas». El buen nombre es de gran valor porque representa nuestro carácter, es decir, lo que somos y lo que hacemos. La reputación es la opinión tanto positiva como negativa de una persona ante Dios y los demás. Recordar a nuestros hijos la importancia de sus acciones para que no afecten su reputación, es importante. La instrucción y el aprendizaje sobre este tema es crucial para nosotros como padres.

Un buen nombre ante los ojos de Dios se construye cuando lo primero que hacemos es temer y reverenciar Su Nombre. Como cristianas, nuestro deseo sea que preservando un buen nombre o una buena reputación, otros conozcan algo del Dios que adoramos.

Además, debemos dejar un legado en la familia, como se menciona en varias ocasiones en estos pasajes; es nuestro deber traspasar estas verdades a la nueva generación para formar diariamente el carácter con la gracia y ayuda del Señor de modo tal, que su conducta sea cada vez más como la de Cristo.

Por otro lado, me pareció interesante que en nuestra lectura de hoy aparece 34 veces la palabra «no» y dentro de estas veces la conjunción «ni», que ilustran advertencias de cosas a evitar que son de ayuda para guardar el buen nombre y formar el carácter cristiano. Si las pasamos por alto, no solo desacreditaremos el Evangelio, sino que también tendremos sobre nuestras cabezas las sentencias que conllevan dichas advertencias.

Al evitar las injusticias que estos Proverbios nos describen estaríamos llevando a cabo lo que leemos en el capítulo 23:23:

«Compra la verdad y no la vendas, adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia».

En pocas palabras estaríamos aplicando la sabiduría de formas muy prácticas delante de Dios y delante de aquellos que verán si realmente nuestro nombre o reputación podría considerarse de más valor que las muchas riquezas.

La sabiduría corre a lo largo de la Escritura abarcando cada área de nuestro vivir; el principio de ella es el temor del Señor. Si vivimos con esto presente en nuestro corazón, podremos apropiarnos con toda confianza de esta hermosa promesa: «Porque ciertamente hay un futuro, y tu esperanza no será cortada» (Prov. 23:18).

¡Que el Señor nos ayude a preservar un buen nombre para la gloria de Dios!

Para meditar:

¿Cómo estás preservando un buen nombre para la gloria del Señor?
¿Qué te avergüenza? Lee 1 Juan 4:7 y refuerza la verdad del amor de Dios por ti.
¿Cómo estos capítulos te ayudan a ver la verdad de Dios sobre tu carácter? Ora al Señor que te ayude a perseguir más la piedad que tu propia felicidad y justicia.