Día 156 | Proverbios 7-9
¿Qué tanto guía la Palabra de Dios tus acciones y decisiones cotidianas? El capítulo 7 nos muestra cómo una mujer puede ser religiosa, actuar como si Dios le viera cumpliendo con sus ofrendas y votos, es decir, haciendo lo que se espera de una mujer que guarda las normas de una creyente, pero con un corazón hipócrita haciendo lo malo ante los ojos de Dios.
La mujer de Proverbios 7 se deja guiar por sus pasiones y planea diligentemente lo que quiere hacer en secreto, pues apresura sus pies para estar fuera de su hogar en busca de alguno que caiga en su trampa. Aunque externamente ella hace todo lo que es correcto, su corazón está lejos de Dios y de su rol como cuidadora de su hogar. Su enfoque es saciar su apetito sexual y llevar a otros a participar de su pecado.
Este es el legado del feminismo …
¿Qué tanto guía la Palabra de Dios tus acciones y decisiones cotidianas? El capítulo 7 nos muestra cómo una mujer puede ser religiosa, actuar como si Dios le viera cumpliendo con sus ofrendas y votos, es decir, haciendo lo que se espera de una mujer que guarda las normas de una creyente, pero con un corazón hipócrita haciendo lo malo ante los ojos de Dios.
La mujer de Proverbios 7 se deja guiar por sus pasiones y planea diligentemente lo que quiere hacer en secreto, pues apresura sus pies para estar fuera de su hogar en busca de alguno que caiga en su trampa. Aunque externamente ella hace todo lo que es correcto, su corazón está lejos de Dios y de su rol como cuidadora de su hogar. Su enfoque es saciar su apetito sexual y llevar a otros a participar de su pecado.
Este es el legado del feminismo que hoy vemos y escuchamos. Que una mujer, abrace los ideales del mundo para tener éxito profesional y atesorar riquezas o vivir en independencia económica, saliendo de su hogar o de la centralidad de su hogar, ha hecho más daño que bien. La ha colocado muchas veces en contextos donde es fácilmente tentada a vivir una vida religiosa, o en otros casos a no abrazar genuinamente el mandato que tenemos en Tito 2 de ser cuidadosas de su hogar, y esto no solo se aplica a la mujer casada, sino a todas. Cuando amamos más las corrientes del mundo por encima de lo que dice las escrituras, estamos quitando a Dios del trono y sentando un ídolo en su lugar.
Es posible que necesites salir de casa para traer sustento a tu hogar o apoyar a tu esposo con las necesidades económicas, pero guárdate de seguir las corrientes de este mundo y los deseos de tu carne. Advierte a tus hijos, a tus hijas y hermanas sobre este mal, que no inicia de inmediato, sino que crece en el corazón que se ha alejado de Dios o que no tiene una relación con Él. Hagamos discípulos de Cristo y evangelicemos a tiempo y fuera de tiempo.
En el capítulo 8 aprendemos acerca de la sabiduría en la creación, aunque la humanidad se rebeló en contra del Señor, aún podemos recibir sabiduría divina al ver la creación y reiterar que Dios es el Creador y Señor. La sabiduría habla verdad (8:7) por eso es un rasgo del carácter de Cristo (1 Cor. 1:30; Is. 11:2). Los versículos emanan el carácter justo, amoroso, sabio, humilde, y lleno de verdad de Cristo y al cual somos llamadas a imitar:
«Yo ando por el camino de la justicia,
Por en medio de las sendas del derecho,
Para otorgar heredad a los que me aman
Y así llenar sus tesoros». –8:21-22.
Por eso, podemos recibir Su instrucción y atesorarla, más que la plata y el oro escogido, porque producirá en nosotras el fruto que adorna el evangelio (8:19). La Palabra sabia de Dios debe ser nuestro filtro, la luz bajo la cual examinamos nuestro caminar, pues en medio de este mundo que es insensato, imprudente, simple y que no toma en cuenta a Dios, corremos el peligro de dejar la instrucción a un lado amoldándonos a sus engañosas enseñanzas; somos bienaventuradas por hacerlo (8:32).
En el capítulo 9 nos encontramos con el contraste entre la sabiduría y la mujer insensata. Las características de esta última son claras:
«La mujer insensata es alborotadora,
Es simple y no sabe nada.
Se sienta a la puerta de su casa,
En un asiento, en los lugares altos de la ciudad,
Llamando a los que pasan» (9:13-15).
Una mujer desocupada es bulliciosa, no aplica sabiduría a su corazón, sino que es ingenua espiritualmente sin un corazón enseñable, estas son características que leemos en el versículo 4. No cabe duda que las mujeres podemos ser una influencia constructora que guía a otros al camino del evangelio, pero si estamos despegadas de la Vid, los llevaremos al camino de la muerte, es decir de pecado. Hacemos bien en temer al Señor y aplicar conocimiento de Su Palabra a nuestro corazón (v. 10).
Para meditar:
- ¿Es tu vida coherente con tu fe? ¿Reconoces alguna de las características de la mujer insensata en ti? Si es así, ora al Señor para que te ayude en esa área y pide ayuda a una hermana mayor.
- ¿Estudias, meditas y lees la Biblia o te conformas con leer el versículo del día?
- ¿Tienes un corazón enseñable para crecer en humildad y sabiduría? Anhelo que estos capítulos te estimulen a seguir a Cristo y en concordancia con la sabiduría que Él ha dispuesto para nosotras, podemos pedirla y Él nos la dará abundantemente.
«El principio de la sabiduría es el temor del Señor, y el conocimiento del Santo es inteligencia». -Proverbios 9:10
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