Día 155 | Proverbios 4-6

El día de hoy continuamos siendo exhortadas por el libro de Proverbios que, como veremos en estos capítulos, es repetitivo en decirnos: «guarda; no te apartes de la sabiduría; inclina tu oído al consejo». La juventud rehúsa escuchar, atender consejo y guardarlo, ¿lo has notado? Sin embargo, no solo se limita a la juventud de años, también se refiere a la juventud espiritual, es decir, a la inmadurez que aún corre tras sus deseos. 

En el capítulo 4, el padre instruye al hijo acerca de la importancia de buscar la sabiduría, guardar la instrucción, atesorar el consejo para vivir, pues el camino del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna (Ro. 6:23). Salomón sabe que seguir o escuchar al corazón es engañoso: «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida» (Prov. 4:23). Proteger o guardar el corazón es una tarea de todos los días, examinar dónde están nuestros ojos y nuestro mayor deleite, pues nuestro corazón se inclina fácilmente a crear ídolos y alejarnos de Dios. Las consecuencias de la idolatría son costosas, como el pueblo de Israel lo ha experimentado. ¿Cuál podría ser el costo para nosotros?

En el capítulo 5, podemos ver que la instrucción de los padres a los hijos contra la inmoralidad sexual, y específicamente el adulterio, es la de permanecer bajo el temor del Señor, para guardar su alma de caer en la destructiva trampa del pecado sexual como lo advierten los capítulos 5 y 7. La instrucción es clara y detallada en cómo el pecado atrae, algo que no es diferente a lo que sucedió en el jardín del Edén; empieza por oír la lengua extraña que promete miel cuando realmente el fin es amargo (5:3). 

Necesitamos instruir a nuestros hijos y a nuestras jóvenes con la advertencia acerca de la satisfacción sexual previa al matrimonio y también la infidelidad dentro del matrimonio. De manera que no se lamenten diciendo: 

«¡Cómo he aborrecido la instrucción, y mi corazón ha despreciado la corrección!» (5:12).

Porque sus caminos están delante de los ojos del Señor a quien todos debemos temer (5:21). Hoy en día, la pornografía, la facilidad de caer en conversaciones inapropiadas, de compartir fotos insensatas abre la oportunidad de caer en las mentiras de esta cultura. Fortalecer nuestros matrimonios a través de la obediencia a Dios y la perseverancia por medio del Espíritu Santo, nos lleva a honrar al Señor que diseñó el matrimonio. No demos nuestro tiempo y mente a lo que es infructuoso y que abre la oportunidad a ser tentadas, y ayudemos a nuestras jóvenes a hacer lo mismo porque: «el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz» (6:23).

Además, en medio de la advertencia contra el pecado sexual, aprendemos sobre los peligros de la pereza y la falsedad. No será la primera vez que leamos sobre este tema en el libro de Proverbios, pero vale la pena reflexionar en cómo usamos nuestro tiempo cada día, en qué lo invertimos y las motivaciones detrás de ello. Aprendemos de las hormigas como animales emprendedores, pacientes y organizados, que podríamos decir, viven el día a día sin desfallecer para alcanzar su meta. ¿Cuánto tiempo dedicamos a las redes sociales? ¿Cuánto tiempo dedicamos al chisme? 

Para meditar:

• ¿Cómo debes guardar tu corazón? 
• ¿De qué maneras te guardas del pecado sexual o estás instruyendo a otros acerca de este tema?
• ¿En qué gastas tu tiempo? 
• Si has caído en el pecado de inmoralidad sexual, no lo ocultes ni permitas que la culpa te atrape, busca ayuda, confiesa tu pecado a Dios, arrepiéntete y recibe Su perdón para volverte a Él. No camines sola, Dios te ha provisto la familia de la fe para perseverar.

 «¿Puede un hombre poner fuego en su seno sin que arda su ropa?¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos Sin que se quemen sus pies?». -Proverbios 6:27-28

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