Día 15 | Job capítulos 40-42
Amo estos dos últimos capítulos. Es como si fuera una escena paralela a lo que vemos en los primeros capítulos de Génesis. Puedo ver la creación de una manera más majestuosa; ahora también tiene un nuevo color ante mis ojos por el hecho de que mañana retornamos a nuestro estudio de Génesis y llegamos entendiendo un poco más de lo que estaba pasando en la sociedad de ese momento.
En los capítulos 40 y 41 Dios reta a Job y lo reprende, le hace ver lo insensato que ha sido en su discurso, y le hace ver que al momento de Job insistir en su justificación, lo que hacía era a hacer ver a Dios como injusto (v. 8). Estos dos capítulos son un interesante recordatorio de que no somos nada, que no podemos hacer nada por nosotras mismas y que somos polvo; nos recuerda la necesidad que tenemos de …
Amo estos dos últimos capítulos. Es como si fuera una escena paralela a lo que vemos en los primeros capítulos de Génesis. Puedo ver la creación de una manera más majestuosa; ahora también tiene un nuevo color ante mis ojos por el hecho de que mañana retornamos a nuestro estudio de Génesis y llegamos entendiendo un poco más de lo que estaba pasando en la sociedad de ese momento.
En los capítulos 40 y 41 Dios reta a Job y lo reprende, le hace ver lo insensato que ha sido en su discurso, y le hace ver que al momento de Job insistir en su justificación, lo que hacía era a hacer ver a Dios como injusto (v. 8). Estos dos capítulos son un interesante recordatorio de que no somos nada, que no podemos hacer nada por nosotras mismas y que somos polvo; nos recuerda la necesidad que tenemos de Dios, que no podemos darle nada porque Él es el dueño de todo (Job 41:11).
Hay dos criaturas que Dios utiliza en estos capítulos para demostrar lo insondable de Sus caminos. La primera es el Behemot en el 40:15-24, que era como un tipo de dinosaurio según entienden los historiadores, quizá algo cercano a un hipopótamo de nuestros días.
https://watchjerusalem.co.il/523-what-is-jobs-behemoth
Y está el famoso Leviatán que encontramos en el capítulo 41 y que muchas veces se ha hablado de él. Creo que al utilizar estas dos criaturas Dios le recuerda a Job y a nosotros nuestra pequeñez delante de un Dios como Él.
El pasado 2023 hubo una noticia que conmocionó al mundo debido a una expedición turística que hizo un viaje para llegar a las profundidades del mar y poder «maravillarse» con los restos de un barco que se hundió hace más de 100 años. Mientras veía la noticia, no podía dejar de pensar en lo que nos cuentan estos capítulos de esos monstruos marinos y lo que quizá no conocemos que hay en lo profundo del mar. Pero, a la vez, me muestra lo superficial y lo vanos que somos los seres humanos al dejarnos impresionar por cosas temporales. El hombre prefiere adorar lo temporal y no lo eterno, tal y como nos dice Pablo en Romanos 1:20-23:
«Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa. Pues aunque conocían a Dios, no lo honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles».
El hombre ha cambiado a Dios desde el principio de la creación y por eso es que vemos cada día más una decadencia en el mundo, ¡pero qué bueno es que tenemos una esperanza real!
Finalmente llegamos al capítulo 42, donde Job ha entendido el propósito y aprendió la gran lección de todo lo que ha sucedido:
«He sabido de Ti solo de oídas,
Pero ahora mis ojos te ven.
Por eso me retracto,
Y me arrepiento en polvo y ceniza».
- Job reconoce que Dios es el Todopoderoso y que Él hace todas las cosas.
- Job reconoce que no conocía a Dios; sabía de Él, pero no conocía quién era.
- Job se humilla y reconoce no saber nada y que desea ser instruido por Dios.
Y si pensaban que los amigos de Job se iban a ir sin reprensión, pues no, ¡ellos también llevaron su porción! Dios les llama la atención y les dice que Su ira se encendió contra ellos porque no hablaron lo recto de Dios. ¡Tengamos cuidado de caer en eso mismo y hablar de lo que hay en nosotras y no lo que Dios ha dicho! Dios restauró luego el bienestar de Job, y me encanta que dice que Job oró por sus amigos. A pesar de todo lo que había sucedido, vemos a este hombre mostrar gracia a quienes en medio de su dolor no fueron de apoyo. La oración produce reconciliación, perdón y restauración.
Si bien es cierto que Dios restauró en gran manera lo que Job tenía, esto tampoco es una norma de que siempre tendremos el resultado que esperamos. En la economía de Dios, desde SU perspectiva siempre hay un final feliz, pero eso no significa que es como lo ve el mundo. Es posible que superemos muchas pruebas, que Dios nos dé el fin por el cual oramos, pero tal vez otras no.
Quizás tendremos que lidiar con algunos sufrimientos hasta que estemos en gloria, pero eso no significa que Dios es menos bueno, o que no es fiel, ¡sino todo lo contrario! Sabemos que Dios es bueno todo el tiempo, que Él es fiel y que Su Palabra y Su presencia nos acompañarán todos los días de nuestras vidas hasta que estemos con Él por la eternidad.
«He sabido de Ti solo de oídas, pero ahora mis ojos te ven. Por eso me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza». -Job 42:5-6b
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