Día 147 | 1 Crónicas 26-29; Salmos 127
Hoy leemos sobre más asignaciones de los levitas: los porteros, los tesoreros y otros funcionarios. Leemos la lista de nombres de los diversos hombres y sus familias donde servían. Uno de los que me llamó la atención fue Obed-Edom. Es el único hombre en este capítulo que dice que «Dios lo había bendecido».
Ahora bien, ese nombre puede sonar familiar y es porque leemos acerca de él en 1 Crónicas 13 (también 2 Samuel 6) cuando David estaba llevando el arca a Jerusalén y la dejó en la casa de Obed Edom. El arca estuvo en su casa durante mucho tiempo, tres meses hasta que David la llevó finalmente a descansar a Jerusalén. Y mientras estuvo al cuidado de Obed Edom, el Señor lo bendijo. «Así que el arca de Dios permaneció tres meses en la casa de la familia de Obed Edom; y el Señor bendijo a la familia …
Hoy leemos sobre más asignaciones de los levitas: los porteros, los tesoreros y otros funcionarios. Leemos la lista de nombres de los diversos hombres y sus familias donde servían. Uno de los que me llamó la atención fue Obed-Edom. Es el único hombre en este capítulo que dice que «Dios lo había bendecido».
Ahora bien, ese nombre puede sonar familiar y es porque leemos acerca de él en 1 Crónicas 13 (también 2 Samuel 6) cuando David estaba llevando el arca a Jerusalén y la dejó en la casa de Obed Edom. El arca estuvo en su casa durante mucho tiempo, tres meses hasta que David la llevó finalmente a descansar a Jerusalén. Y mientras estuvo al cuidado de Obed Edom, el Señor lo bendijo. «Así que el arca de Dios permaneció tres meses en la casa de la familia de Obed Edom; y el Señor bendijo a la familia de Obed Edom y todo lo que tenía». Vemos que Obed Edom fue bendecido con ocho hijos, así como con riquezas y una posición de autoridad. Tres meses de cuidar el arca que llegó a su puerta, por así decirlo, le trajo bendiciones para toda la vida.
A continuación tenemos una lista de los supervisores del rey David de sus cosas, como sus rebaños, viñedos, almacenes, etc. El comentario de Matthew Henry dice: «Gran parte de la sabiduría de los príncipes se ve en la elección de su ministerio, y las personas comunes la muestran en la elección de sus consejeros. David, aunque tenía a todos estos a su alrededor, prefirió la palabra de Dios antes que a todos ellos». Entre esta lista, uno es señalado como compañero de David, o en otras palabras, su amigo.
Este hombre es Husai el arquita. Ahitofel era el consejero de David que le aconsejaba en asuntos de estado, pero con quien David compartía sus miedos, sus secretos más profundos, en quien más confiaba y con quien más disfrutaba de las conversaciones y del tiempo era con su amigo Husai. Leemos sobre Husai en 2 Samuel 16 y 17, cuando Absalón trató de derrocar a David y Husai parecía volverse contra David, pero conspiraba contra Absalón, manteniéndose fiel a David en este tiempo de posible cambio de reino.
Existen muchas personas a nuestro alrededor y en nuestras vidas, quizás no como comandantes a cargo de nuestras cosas, pero en las que confiamos o buscamos consejo para ciertos asuntos. No todas esas personas son a las que les contarías tus secretos más profundos o con las que disfrutarías de un tiempo interminable o con las que tendrías a tu lado cuando estuvieras en tu lecho de muerte.
¿Quién es esa amiga que estaría contigo por encima de su carrera o su relación contigo? Incluso esa amiga puede fallarte en algún momento de tu vida, pero la Palabra de Dios siempre será el mejor consejo y con quien puedas compartir el tiempo más íntimo.
¿No te gustaría tener instrucciones detalladas sobre qué hacer con tu vida? Las instrucciones en el capítulo 28 no son detalles de cómo Salomón debe manejar cada detalle de su vida, más bien David le dio instrucciones detalladas de cómo construir la casa del Señor. Estas no eran el plan arquitectónico de David, sino la mano de Dios sobre David para escribir estas instrucciones. Fue especialmente dulce para Salomón recibir instrucciones antes de que David muriera.
¿Cuántas veces la muerte de alguien sucede más rápido que toda la sabiduría que tenía para compartir o las cosas que quería decir a los demás? Puede que no tengas la inspiración de Dios para una situación específica o una persona específica, pero ¿qué palabras de sabiduría tienes o quieres compartir antes de que tú u otra persona muera?
Tenemos la Palabra escrita de Dios en los 66 libros que componen la Biblia como instrucción divina y sabiduría para todos los asuntos de la vida. ¿Valoras las palabras de las Escrituras como instrucciones detalladas sobre cómo afrontar los asuntos de tu vida? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué?
Las últimas palabras de David registradas en 1 Crónicas son de alabanza a Dios. Acaba de haber una ofrenda gratuita de los líderes al Señor que hace que David adore. Él sabe que todo lo que ellos ofrecieron era del Señor para ofrecérselo a Él. Suena irónico, pero es verdad. Toda buena dádiva viene de Dios (Santiago 1:17) y todo lo que los israelitas tenían era de Dios, así que lo que le ofrecían era Suyo.
David sabe que todo lo que tiene es de Dios y todo lo que él es, es polvo, y su tiempo no es más que una sombra en la tierra. La muerte no se puede evitar, sin embargo, gracias a Dios tenían una esperanza eterna y nosotras también gracias a Cristo Jesús, Su Hijo.
Terminamos hoy leyendo el Salmo 127. Fíjense que este salmo es de Salomón, y acabamos de leer al final de 1 Crónicas que tiene que construir la casa del Señor, y este salmo empieza diciendo: «Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican». Nisi Dominus Frusta un refrán en latín que significa: sin el Señor, frustración.
Salomón fue también el autor del libro de Eclesiastés, en el que el tema de todo ese libro es que todo es vano, sin sentido. Cualquier trabajo que Dios mismo no ha construido es en vano. Ahora bien, eso no significa que tengas que trabajar para una empresa cristiana si no sería vano, sino preguntarnos ¿es nuestra labor para el Señor como si Él fuera nuestro único jefe?
El resto de este corto salmo habla de la familia y en esto también podemos ver cómo influye el primer versículo. Si el Señor no edifica la familia... ¿Cuántas veces las personas buscan un cónyuge que no sea del Señor? ¿O tratan de criar a sus hijos basándose en lo que el mundo dice que hay que hacer?
Eso no quiere decir que Dios no pueda obrar un milagro y hacer de una familia incrédula algo hermoso cuando se convierten, tampoco quiere decir que sus hijos sean en vano, pero debemos desear una familia que sea edificada y crezca por Dios. Dios es un constructor que hace todo a la medida y no debemos permitirnos pensar que nuestra casa debe parecerse a la de los demás. Dios es el arquitecto y solo Él tiene los planos.
Para meditar:
- ¿Qué o cómo has tratado de construir y lo has encontrado sin sentido o inútil?
- ¿Ves a Dios como el proveedor de todas las cosas buenas y estás dispuesta a devolvérselas en adoración y agradecimiento?
- Sabiendo que la vida es corta, pero una sombra, ¿cómo puedes elegir vivir por la esperanza eterna que tienes en Cristo?
«En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el Señor escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si lo buscas, Él te dejará que lo encuentres; pero si lo abandonas, Él te rechazará para siempre». -1 Crónicas 28:9
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