Día 138 | Salmos 26, 40, 58, 61, 62, 64
Salmo 26
David pide justicia al Señor y declara su integridad ante Él; no en arrogancia, sino en humildad pidiendo ser escudriñado y examinado. En su oración, David presenta su actuar delante del Señor. Presta atención a los verbos de acción. La honra que él le daba y la confianza que manifestaba en Él, demostraba la integridad de David.
De igual manera, lo podemos ver en sus afectos; lo que él amaba. La vida íntegra de David era una respuesta a la misericordia de Dios y a su deseo de andar en su verdad. En los últimos versos, encontramos la respuesta del corazón que descansa en el Señor, vemos a David alabando una vez más a su Señor.
Como hijos de Dios podemos reconocer lo que es realidad en nuestras vidas de acuerdo a nuestras acciones, ya que estas demuestran lo que valoramos y atesoramos. ¿Qué demuestra tu actuar …
Salmo 26
David pide justicia al Señor y declara su integridad ante Él; no en arrogancia, sino en humildad pidiendo ser escudriñado y examinado. En su oración, David presenta su actuar delante del Señor. Presta atención a los verbos de acción. La honra que él le daba y la confianza que manifestaba en Él, demostraba la integridad de David.
De igual manera, lo podemos ver en sus afectos; lo que él amaba. La vida íntegra de David era una respuesta a la misericordia de Dios y a su deseo de andar en su verdad. En los últimos versos, encontramos la respuesta del corazón que descansa en el Señor, vemos a David alabando una vez más a su Señor.
Como hijos de Dios podemos reconocer lo que es realidad en nuestras vidas de acuerdo a nuestras acciones, ya que estas demuestran lo que valoramos y atesoramos. ¿Qué demuestra tu actuar hoy?
Salmo 40
Después de una larga espera descrita en los salmos previos a este salmo (37-39), David hace un recuento de la respuesta del Señor para con él; oyendo su clamor, rescatándolo del hoyo de la destrucción y dándole un cántico de alabanza. ¡Una verdadera obra de liberación!
En los versículos 3-5, David reconoce que nadie se compara a su Dios.Y vemos como él vive maravillado de quién es Dios. Uno de los grandes secretos de la confianza y el gozo de David era su perspectiva en la soberana providencia de su amoroso y bondadoso Dios para con él.
En los versículos 6-7, David declara que el Señor demanda un corazón de obediencia, no meros sacrificios externos. Si bien, el sistema de sacrificios había sido una manera misericordiosa de Dios de lidiar con el pecado de la humanidad, estos jamás podrían satisfacer la perfecta justicia de Dios.
Por lo tanto, Cristo, vino a ser la ofrenda y sacrificio perfecto como lo afirma Hebreos 10:5-10, y es únicamente a través de su vida y muerte que nosotros podemos tener vida en Él. El salmista termina exaltando la justicia y fidelidad de Dios que es tan grande, que no puede guardarla para sí mismo, sino testificar de ella, declarando que el Señor es su libertador.
Salmo 58
Este salmo es poco conocido, pero habla profundamente de la depravación humana. David condena la injusticia de los gobernantes y exalta la justicia divina al mismo tiempo que ruega al Señor que ejecute Su juicio sobre los injustos. David alienta al justo a regocijarse en la justicia de Dios.
David reconoce que la violencia de las manos de «los hijos de los hombres» viene de la iniquidad del corazón. Lo que encontramos detalladamente en Romanos 3:10-20. David ora porque el Señor retribuya la obra de los impíos conforme a su justicia. Finalmente, lo que David anhela es que el Señor sea exaltado como el Juez justo de toda la tierra.
Salmo 61
¡Es inspirador ver la perseverancia de David al presentar sus peticiones ante Dios! Observa cuál es la primera acción que David tomó en medio de su angustia. Él dice: «te invoco, cuando mi corazón desmaya», y le ruega al Señor: «condúceme a la roca que es más alta que yo». Su oración buscaba estabilidad en Dios en medio de la tormenta de la prueba.
Él le pide al Señor que sea su fuerza en medio de su debilidad, su guía en medio de su confusión, y su ancla en medio de sus turbulentas circunstancias. Él reconocía que en todo tiempo, especialmente en medio de sus grandes angustias, Dios mismo ha sido su refugio. Esta es la razón por la que David añora estar en la casa de Dios, «para contemplar» su hermosura (Salmo 27:4). Él no solo quería la protección de Dios, él quería a Dios. No las bendiciones únicamente, pero al dador de estas.
En medio de tus circunstancias, ¿te encuentras deseando más las bendiciones del Señor que a Dios mismo?
Salmo 62
Cómo podría David no esperar solo en el Señor cuando Él siempre se mostró presente, demostrándole a David en todo tiempo Su gracia y fidelidad. Por eso David afirma que solo Él es su roca y salvación, y declara: «nunca seré sacudido».
David se pregunta hasta cuándo dejarán de buscar atacarlo estos hombres. Y aunque sigue experimentando circunstancias apremiantes, él sabe que su esperanza está en Dios, así como su salvación y gloria.
Luego, David se enfoca en animar al pueblo de Israel a no confiar en las obras de los inicuos, sino a confiar en el Señor «en todo tiempo» y derramar su corazón delante de él, puesto que es el Señor el que retribuye a cada hombre según sus obras.
Salmo 64
Aunque la vida de David estaba constantemente bajo ataque de sus enemigos, el Dios Todopoderoso era su protector. David reconoce que solo el Señor, Dios omnisciente y omnipotente puede defenderlo de las tramas de los malignos, por eso le pide al Señor: «Escóndeme de los planes secretos».
Los impíos, en su necedad y soberbia, se creen soberanos, ignorando al Soberano del cielo, que humilla la arrogancia del corazón. Pero David, habla de la justa retribución que estos hombres recibirán, y dice: «entonces todos los hombres temerán», puesto que se vuelve evidente quién es el Dios que está en el trono. Y el «justo se alegrará en el Señor», se gloriará en Su justicia y salvación, «y en Él se refugiará».
Para meditar:
- ¿Dónde está tu refugio? ¿Qué muestran tus acciones sobre lo que más atesoras en tu corazón? ¿Las bendiciones de Dios o a Dios mismo?
- Cuando escuchas a los impíos blasfemar en contra de Dios o atacarte con sus palabras, ¿cómo respondes? ¿Confías en que Dios es justo y dará a cada hombre conforme a sus obras?
«El justo se alegrará en el Señor, y en Él se refugiará; y todos los rectos de corazón se gloriarán». -Salmos 64:10
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