Día 132 | Salmos 65, 66, 67, 69 y 70

Reconocer la grandeza de Dios y expresar nuestra gratitud y asombro; estas acciones nos invitan junto al salmista a celebrar el poder y la misericordia de Dios, al mismo tiempo que clamamos por Su intervención. A medida que reflexionamos en los salmos de la lectura de hoy, estemos dispuestas a adorar a Dios por quien Él es.

Salmo 65

En este salmo vemos un claro contraste entre nuestra pecaminosidad y la majestad y perfección de Dios. El salmista reconoce sus faltas, pero también nos anima a confiar en el perdón de Dios. Así mismo, nosotras podemos acercarnos a Dios, pero no por nada que hayamos hecho, sino por los méritos de nuestro Salvador Jesucristo. ¡Qué gran esperanza! Qué realidad tan hermosa y consuelo que nuestro Dios, a quien hemos ofendido, ha hecho provisión para que encontremos perdón y recibamos respuestas a nuestras oraciones. ¡Confesemos nuestros pecados a Dios con regularidad, y busquemos Su perdón y restauración! 

También este salmo nos presenta a Dios como Aquel que tiene todo dominio sobre la creación. Él es soberano sobre Su creación. Cuántas veces olvidamos en medio de nuestra agitación e inquietud que Él no solo es creador, sino que también sostiene Su creación. Confía en la soberanía de Dios en todas las áreas de tu vida, recuerda que Él tiene el control, Él afirma los montes. Cuando no sepas por qué agradecer a Dios, mira Su creación, la creación refleja al Creador y le da gloria. Acércate a Dios con un corazón agradecido, reconociendo Su bondad y provisión. 

Amo la frase «Tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso». En más de una ocasión he visto atardeceres y amaneceres que me han causado asombro y admiración. La próxima vez que veas uno que te deje sin aliento, canta de júbilo a tu Señor, permite que este sea un recordatorio de lo digno de alabanza que es Dios. 

Salmo 66

Este salmo es un hermoso ejemplo de la adoración del creyente cuando se encuentra con Dios, y hay por lo menos dos acciones que podemos tomar como referencia: 

• Ve lo que Él hace y nombra algunas de las obras de Dios a favor de Sus hijos.

«¡Cuán portentosas son Tus obras! Por la grandeza de Tu poder». 

• Ten una respuesta de admiración y adoración.

«Toda la tierra te adorará, y cantará alabanzas a Ti».

Celebra y da gloria al Señor por Sus obras poderosas. Sométete a Su autoridad y acércate a Él en adoración, reverencia y humildad.

Samo 67 

Es de mucho ánimo ver cómo David apela a la misericordia del Señor y expresa su deseo de que el conocimiento de Dios y su bendición alcance a todas las naciones. A veces olvidamos orar a Dios por aquellos que están en otro contexto. Debemos rogar a Dios por las naciones y cultivar un corazón que añore participar activamente en misiones, asistiendo o apoyando esfuerzos para compartir el mensaje de Jesucristo más allá de nuestras fronteras. 

Otro aspecto que me confronta en este salmo es que muchas veces nuestra vida de oración no refleja ese gozo que es tan evidente en el salmista. David es un gran ejemplo de un hombre que conoce a Dios, y porque lo conoce, lo adora. En sus pruebas, adora, y cuando le va bien, adora. La adoración no puede estar basada en las circunstancias sino en cómo vemos a Dios en medio de ellas. Tómate momentos intencionales para expresar gratitud y alabanza, reconociendo la bondad de Dios y las bendiciones que ha derramado en tu vida.

Salmos 69 y 70

Me imagino que te parecieron familiares algunas frases de este salmo. El Salmo 69 retrata al salmista soportando persecución y angustia, pero este es también un salmo mesiánico y podemos interpretarlo en el contexto de la venida del Mesías. Así, lo que David habló de sí mismo en sentido figurado se cumple en muchos lugares del Salmo 69, literalmente mediante el sufrimiento de Jesús. 

Cuando leo este salmo no puedo evitar la imagen de una persona ahogándose, desesperada, pidiendo auxilio. Qué hermoso que tenemos un lugar de donde viene nuestro socorro. «Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna» (Heb. 4:16).

Muchas veces vivimos y caminamos como quien no tiene esa ayuda oportuna, como quien no puede acercarse a ese trono de gracia. No esperemos estar ahogándonos para clamar a nuestro Dios. Él es nuestro ayudador. David, a diferencia de nosotras, que a menudo cuando enfrentamos pruebas y dificultades, nos quedamos rondando en la queja o sumergidas en nuestra autocompasión, nos recuerda que aun cuando pasamos por pruebas y aflicciones, podemos clamar a Dios y confiar por quién Él es. 

Cuando enfrentes desafíos o persecución, confía en la fidelidad de Dios, persevera en la oración y pide auxilio, Su gracia es suficiente para ti. 

Así mismo, el Salmo 70 transmite un sentido de urgencia al buscar la ayuda de Dios. Cuando estés en medio de tu necesidad, acude a Dios con prontitud.

Si te fijas, en el Salmo 69, el salmista expresa emociones crudas y peticiones de ayuda. Qué gran consuelo es poder venir a Dios con nuestras expresiones sinceras de dolor, frustración y necesidad. Derrama tu corazón delante de Él, Su poder se perfecciona en la debilidad. 

El Salmo 70 concluye con la anticipación de la liberación de Dios. Cultiva un espíritu de gratitud, incluso antes de ver la manifestación completa de la liberación de Dios. 

Para meditar:

• ¿Confías en la soberanía de Dios en todas las áreas de tu vida, recordando que Él tiene el control, que Él afirma los montes? 
• Al recordar la fidelidad e intervención de Dios en tu vida, tómate el tiempo para reflexionar y compartir tu testimonio personal con otros.

«Aclamen con júbilo a Dios, habitantes de toda la tierra; canten la gloria de Su nombre; hagan gloriosa Su alabanza. Digan a Dios: “¡Cuán portentosas son Tus obras!”». -Salmos 66:1-3a

*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.