Día 13 | Job capítulos 35-37
Eliú continúa su confrontación a Job durante todo el capítulo 35, y aunque la mayor parte de lo que él dice ya se había dicho antes, es importante recordar sus postulados, ya que siguen siendo importantes para nosotras recordar hoy en día. En este capítulo, Eliú procuró recordar a Job que Dios honraba a los rectos y condenaba a los orgullosos.
En el capítulo 36 empieza a hablar de una manera impresionante sobre la grandeza de Dios con la intención de que Job aceptara que lo que le había sucedido venía de la mano de Dios. Haya sido o no causado por disciplina divina, él debía arrepentirse en humildad y procurar buscar el rostro de Dios en medio de esto.
Nosotras sabemos que todo esto fue orquestado por Dios, pero ni Job ni sus amigos lo sabían. Por esto tienen una visión limitada y hacen sus juicios basándose en …
Eliú continúa su confrontación a Job durante todo el capítulo 35, y aunque la mayor parte de lo que él dice ya se había dicho antes, es importante recordar sus postulados, ya que siguen siendo importantes para nosotras recordar hoy en día. En este capítulo, Eliú procuró recordar a Job que Dios honraba a los rectos y condenaba a los orgullosos.
En el capítulo 36 empieza a hablar de una manera impresionante sobre la grandeza de Dios con la intención de que Job aceptara que lo que le había sucedido venía de la mano de Dios. Haya sido o no causado por disciplina divina, él debía arrepentirse en humildad y procurar buscar el rostro de Dios en medio de esto.
Nosotras sabemos que todo esto fue orquestado por Dios, pero ni Job ni sus amigos lo sabían. Por esto tienen una visión limitada y hacen sus juicios basándose en lo que conocen de Dios. Algo relevante que quiero aclarar es que, mientras más conozco a Dios, mientras mi teología con respecto a Su carácter es la que proviene de Su palabra, más fácil será para mí ver las circunstancias de la vida a través del lente de Dios y no necesariamente de la idea preconcebida que tengo de Dios.
Mientras más leo las palabras de este joven Eliú, veo a un hombre que, en humildad, reconoce su condición, su conocimiento limitado, pero apunta a la grandeza de Su Dios. Lo reconoce como:
- El Todopoderoso
- El Justo
- El Compasivo
- El Dios que libra
- El Dios eterno
- El Dios inescrutable
- El Dios que gobierna todo
¡Uff! Y pudiera seguir mencionando los atributos que nos explica aquí, pero algo que capta mi atención es que, entendiendo el lugar cronológico donde vemos este libro desarrollarse, más sentido me hace el que utilizaran tantas referencias a la creación, de lo que tenían alrededor. Y me encantan los versos del capítulo 37:14-18:
«Escucha esto, Job,
Detente y considera las maravillas de Dios.
¿Sabes tú cómo Dios las establece,
Y hace resplandecer el relámpago de Su nube?
¿Sabes tú la posición de las densas nubes,
Maravillas del perfecto en conocimiento,
Tú, cuyos vestidos están calientes
Cuando la tierra está en calma a causa del viento del sur?
¿Puedes con Él extender el firmamento,
Fuerte como espejo de metal fundido?».
Estas palabras apuntan a ese Dios creador, a las maravillas que tenía delante de sus ojos, que evidentemente era mucho más grandiosa en ese momento, justo después del diluvio para ser exacta, una creación espectacular que apuntaba a un Dios espectacular. Pero al final del capítulo vemos que Eliú se siente desilusionado porque al parecer Job sigue en su posición.
El día de mañana entramos a los capítulos más espectaculares que he podido ver en la Biblia. A partir de este momento veremos a Dios mismo entrar en escena y hablar.
Para meditar:
Pasa tiempo orando al Señor y pídele que en los próximos días puedas verlo como el Dios maravilloso que Él es en la medida que nos adentramos a ver a Dios responderle a Job.
«Es el Todopoderoso; no lo podemos alcanzar; Él es grande en poder, Y no pervertirá el juicio ni la abundante justicia». - Job 37:23
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