Día 124 | 2 Samuel 5:11-25, 6; 1 Crónicas 13-16
En las lecturas de hoy, ¿te pareció leer dos veces los mismos relatos? ¿Notaste diferencias o similitudes? Hemos leído dos veces el relato de David luchando contra los filisteos, dos veces el relato del traslado del arca que termina con una muerte, dos veces el relato del traslado del arca que termina con danzas y cantos. Veámoslo más de cerca.
Los filisteos atacan a David dos veces. En una ocasión Dios dice que sí y en otra dice que no. La primera vez que David oyó que venían a atacarlo, preguntó al Señor si debía ir contra ellos y Dios le dijo que sí; y David prevaleció sobre ellos. Poco tiempo después, los filisteos volvieron a atacar a David y de nuevo acude al Señor para preguntarle si debe enfrentarse a ellos, pero esta vez Dios le dice que no. En esta ocasión, el Señor decide derrotar a los filisteos …
En las lecturas de hoy, ¿te pareció leer dos veces los mismos relatos? ¿Notaste diferencias o similitudes? Hemos leído dos veces el relato de David luchando contra los filisteos, dos veces el relato del traslado del arca que termina con una muerte, dos veces el relato del traslado del arca que termina con danzas y cantos. Veámoslo más de cerca.
Los filisteos atacan a David dos veces. En una ocasión Dios dice que sí y en otra dice que no. La primera vez que David oyó que venían a atacarlo, preguntó al Señor si debía ir contra ellos y Dios le dijo que sí; y David prevaleció sobre ellos. Poco tiempo después, los filisteos volvieron a atacar a David y de nuevo acude al Señor para preguntarle si debe enfrentarse a ellos, pero esta vez Dios le dice que no. En esta ocasión, el Señor decide derrotar a los filisteos sin usar a David y sus hombres. David no asumió la respuesta del Señor solo porque una vez fue un sí. David sabía que necesitaba consultar al Señor en cada batalla que enfrentaba, sin importar cuántas hubiera ganado.
A continuación, el traslado del arca. Tanto el segundo libro de Samuel como el primero de Crónicas mencionan dos traslados del arca. El primero que terminó con la muerte de Uza y el segundo que llegó hasta la tienda en Jerusalén que David construyó para ello. El primer traslado parece un accidente que Uza haya tocado el arca para asegurarse de que no cayera justo en el momento en que los bueyes tropezaban. Entonces, ¿por qué se enfureció tanto Dios por un accidente hasta al punto de herir de muerte a Uza? Pues bien, aquí comparto algunas cosas para darnos cuenta de todo lo que estaba pasando alrededor de ese evento:
- Esta no era la manera de trasladar el arca de acuerdo al mandamiento de Dios en Éxodo 25:14-15.
- Al parecer, ellos estaban siguiendo la misma manera en que los filisteos trasladaron el arca, quienes no conocían el mandamiento de Dios (1 Sa. 6:7-8).
- Uza no era un sacerdote. Los sacerdotes eran las personas a quienes les correspondía trasladar el arca.
- Su muerte, provocada por Dios, no quiere decir que su destino eterno haya sido determinado.
- Es un asunto de suma importancia estar delante de la presencia de Dios.
La segunda mudanza en el relato de 2 Samuel menciona muy brevemente la diferencia que hicieron para mover el arca mientras que en 1 Crónicas se dedica un capítulo entero al detalle y orden de cómo la movieron. Esto nos da una idea de la razón por la que la ira de Dios ardió la primera vez, en el sentido de que no lo hicieron de acuerdo a como Él lo ordenó, y cuando se dan cuenta de lo importante que era esto, lo ponen en práctica y el arca llega sin problemas a donde estaba destinada.
El arca del pacto finalmente es llevada a la Ciudad de David, es decir, Jerusalén. Recuerda que el arca del pacto era el lugar donde se podía buscar la presencia del Señor. Traía bendiciones a los que estaban en su presencia y contenía los mandamientos del Señor, el maná y la vara de Aarón. Se colocaba en el lugar santísimo, el lugar más recóndito del tabernáculo, donde solo podía entrar el sumo sacerdote. Así que, por supuesto, David estaba feliz.
Se dice que David llevaba un efod de lino, que era la vestimenta de un sacerdote. Quizás esta es una de las razones por las que su esposa Mical despreciaba a David, porque no estaba vestido como un rey. Es interesante que a Mical no se la llame esposa de David, sino hija de Saúl. Nótese también que el escritor de ambos libros conoce el corazón aunque no se hayan pronunciado palabras. Tanto en el relato de 2 Samuel 6, como en el de 1 Crónicas 15, se menciona su corazón despreciado, algo que no solo Dios puede ver, sino también el hombre. No obstante, David no dejó que ella enfriara su gozo en el Señor. A David no le importaba lo que otros estuvieran pensando, él estaba en una entrega total de alabanza al Señor.
¿Puede la gente darse cuenta de que desprecias algo sin decir ninguna palabra? ¿Qué otra razón crees que este baile de David hizo que Mical lo despreciara? Es tan dulce ver que David pasa del enojo al ver que Dios hiere de muerte a Uza por tocar el arca, a celebrar a Dios danzando y haciendo música a la vista de todos. Algunas veces nosotras tenemos que pasar también por esto: de tener enojo o confusión hacia Dios por la muerte de algún ser querido, a tener paz y gozo en nuestro gran Dios. ¿Alguna vez has pasado de estar en medio de dificultades a la adoración desbordante?
Nuestra lectura de hoy termina con un salmo de acción de gracias que David dio a Asaf para que se escuchara en todo Israel. Doce salmos escribió este hombre del que leemos aquí: Asaf (Sal. 50 y 73-83). Asaf es el músico principal. Después de los títulos de muchos salmos solemos encontrar una nota de los instrumentos a utilizar para el salmo. Aquí leemos de estos levitas que tocaban: instrumentos de cuerda, arpas y címbalos. ¿Notaron que en 2 Samuel 6 solo hay dos versículos sobre este relato, mientras que en 1 Crónicas tiene 36 versículos? Es interesante ver en lo que Dios elige enfocarse en Su relato para registrarlo a través de las Crónicas que lo que el hombre elige registrar del relato en el libro de Samuel. ¿Por qué crees que es en este caso en particular?
Para meditar:
- ¿En qué áreas de tu vida actúas como si estuviera bien no orar acerca de una situación debido a los resultados en eventos pasados?
- ¿Qué te hace querer levantarte y cantar alabanzas? ¿Tienes ese deseo por el gozo del Señor?
«Por tanto, lo celebraré delante del Señor. Y aún seré menos estimado que esto, y seré humillado ante mis propios ojos». -2 Samuel 6:21b-22a
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