Día 12 | Job capítulos 32-34
Capítulo 32
Ayer dejamos a Job dando su discurso final y hoy vemos que los 3 amigos se mantienen callados en este momento, pero al final de ese discurso nos encontramos con un nuevo personaje. Nuevo porque aunque ha estado ahí desde el principio, no había hablado, él es Eliú.
Eliú era el más joven de los amigos de Job. Él pacientemente había escuchado cada una de las intervenciones que se han hecho hasta ahora, y en los capítulos del 32 al 34 escuchamos su intervención. Eliú está enojado y defiende a Dios; digamos que entiende que lo que se está diciendo de Dios no es lo correcto y empieza a exponer el porqué.
Este joven se encendió en ira contra Job porque se justificaba delante de Dios (v. 2), y también contra los amigos porque condenaron a Job y no dieron respuesta (v. 3). Entre las virtudes que veo …
Capítulo 32
Ayer dejamos a Job dando su discurso final y hoy vemos que los 3 amigos se mantienen callados en este momento, pero al final de ese discurso nos encontramos con un nuevo personaje. Nuevo porque aunque ha estado ahí desde el principio, no había hablado, él es Eliú.
Eliú era el más joven de los amigos de Job. Él pacientemente había escuchado cada una de las intervenciones que se han hecho hasta ahora, y en los capítulos del 32 al 34 escuchamos su intervención. Eliú está enojado y defiende a Dios; digamos que entiende que lo que se está diciendo de Dios no es lo correcto y empieza a exponer el porqué.
Este joven se encendió en ira contra Job porque se justificaba delante de Dios (v. 2), y también contra los amigos porque condenaron a Job y no dieron respuesta (v. 3). Entre las virtudes que veo en Eliú es que se nos dice que «Eliú había esperado para hablar a Job porque los otros eran de más edad que él». Es bueno ser prudente y saber esperar el momento adecuado para hablar y saber qué decir.
Aquí algunas observaciones de Eliú a los amigos mayores:
- Había falta de sabiduría de parte de ellos, haciendo énfasis en que no por tener experiencia en la vida o tener muchos años es señal de sabiduría: es el Todopoderoso quien la da. (vv. 7-9)
- Nadie dio respuesta a Job ni supo contradecirlo de manera adecuada. (v. 12)
- Les había faltado palabra y sabiduría para responder. (vv. 13-14)
- Se habían manejado las cosas de una manera que le causó indignación. (vv. 17-20)
- Es necesario pedirle a Dios que dé la capacidad de hablar de una manera sabia. (vv. 21-22)
Capítulo 33
Aquí vemos ahora a este joven hablarle directamente a Job:
- Habla desde el corazón y la sinceridad (vv. 1-3). Debemos ser sinceras al momento de confrontar en amor, con temor delante de Dios y siempre tomando en cuenta a la otra persona. No se trata de ganar el argumento, sino de que prevalezca la relación y Dios sea glorificado.
- Reconoce su humanidad y que es simplemente una criatura (vv. 4, 6-7). Es como si dijera: «Soy un hombre al igual que tú, Job, no estoy por encima de ti». Es necesario tener empatía y poder identificarme con el otro.
- Hace un recuento de los argumentos expuestos por Job, pero lo confronta con la verdad de Dios (vv. 8-33). Eliú le hace ver a Job que a la luz de lo que se ha revelado de Dios, él carece de argumentos. Si pudiera resumirlo en una frase sería: Dios es justo, Job no lo es.
- Le pregunta a Job: «¿Por qué te quejas contra Él?» (v. 13). Le hace ver a Job que ha perdido de vista lo importante de esto y le muestra que ciertamente se ha quejado contra Dios y Su obrar. Le dice que no se ha percatado de que Dios habla a través de diversas formas y que lo que Él busca es que se pueda abrir el oído del hombre y así Dios poder sellar su instrucción (v. 16).
Capítulo 34
Eliú se enfoca aquí en darle la gloria y el lugar que Dios se merece y que, al parecer, ninguno de los anteriores había expuesto. También reconoce algunas de las virtudes de Job en medio de todo esto. Vemos un llamado a tener un balance en nuestros juicios y en cómo vemos lo que le sucede a los demás. Pero lo más relevante es que hace un llamado a venir delante de Dios y pedirle a Dios que nos revele lo que Él está haciendo. Iguala a Job con un insensato que habla sin saber lo que dice porque ha perdido de vista lo que realmente importa: el propósito de Dios.
El propósito de Dios a la hora de hacernos pasar por pruebas puede ser tan diverso como lo son las mismas pruebas. Si bien es cierto que cada una de nosotras va a aprender cosas muy específicas en nuestra vida, no es menos cierto que Él busca que lo miremos a Él, que nos apartemos de los malos caminos, que cambiemos nuestras actitudes o que suavicemos nuestros corazones. Dios trabaja con nuestro orgullo, rebeldía y amargura, con el único fin de hacernos cada vez más a la imagen de Su Hijo Jesucristo.
¡Qué bueno es leer versículos como estos dos!
«Entonces orará a Dios, y Él lo aceptará, Para que vea con gozo Su rostro, Y restaure Su justicia al hombre». -Job 33: 26
«“Él ha redimido mi alma de descender a la fosa,
Y mi vida verá la luz”. Dios hace todo esto con frecuencia a los hombres,para rescatar su alma de la fosa, para que sea iluminado con la luz de la vida». -Job 33:28-30
Qué bueno es saber que nuestro Dios nos da la salida a las pruebas, que Él mismo es quien nos sacará de la fosa, y que cuando yo oro, Él siempre escucha.
Para meditar:
¿Te encuentras hoy en la fosa? Reconoce tu incapacidad, clama a Él y grita con todas tus fuerzas: ¡Sí, Señor. Yo me rindo a Ti!
«El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da vida». - Job 33:4
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