Día 119 | 1 Crónicas 7-10
Finalmente llegamos a la conclusión de las listas genealógicas en los capítulos de hoy. Si has contado, notarás que de los capítulos cuatro al siete solo se mencionan once tribus. Sabemos que había doce hijos de Jacob de los cuales vinieron las doce tribus de Israel, así que ¿quién falta? Bueno, en realidad faltan dos: Dan y Zabulón. Esto haría trece tribus en total, pero si recuerdas Efraín y Manasés son los hijos de José, nietos de Jacob (Israel), dos tribus separadas pero de un mismo hijo. No estoy segura de por qué Zabulón no aparece en estos capítulos, como lo hace en todas las demás apariciones de las doce tribus; sin embargo, no es así con la tribu de Dan que aparece cortada también en Apocalipsis 7.
La tribu de Dan era una tribu idólatra que fue la primera en volverse a la idolatría y continuó hasta el cautiverio …
Finalmente llegamos a la conclusión de las listas genealógicas en los capítulos de hoy. Si has contado, notarás que de los capítulos cuatro al siete solo se mencionan once tribus. Sabemos que había doce hijos de Jacob de los cuales vinieron las doce tribus de Israel, así que ¿quién falta? Bueno, en realidad faltan dos: Dan y Zabulón. Esto haría trece tribus en total, pero si recuerdas Efraín y Manasés son los hijos de José, nietos de Jacob (Israel), dos tribus separadas pero de un mismo hijo. No estoy segura de por qué Zabulón no aparece en estos capítulos, como lo hace en todas las demás apariciones de las doce tribus; sin embargo, no es así con la tribu de Dan que aparece cortada también en Apocalipsis 7.
La tribu de Dan era una tribu idólatra que fue la primera en volverse a la idolatría y continuó hasta el cautiverio de Asiria. Dan fue la primera tribu llevada al cautiverio, pero curiosamente en Ezequiel 48 del futuro reino, Dan es la primera tribu mencionada en la división de la tierra. Uno puede ser separado de su familia por un tiempo, pero aquellos que fueron sellados con una promesa, un día se reunirán.
En medio de tantos nombres leemos unas breves historias de algunos. Los hijos de Ehud, se nos dice, se vieron obligados a trasladarse a Manahat. Vivían en Gera, que era una pequeña ciudad en la tierra de Benjamín, y se vieron obligados a trasladarse. Puede que se vieran forzados por la presión de otros o posiblemente por la presión de sus padres o para buscar una mejora para su familia. En ese entonces, mudarse no era algo común, como vemos hoy en día, que las familias se mudan por lo menos un par de veces en su vida. Sin embargo, la familia de Ehud creció y floreció, como vemos en su genealogía. Cuando nos mudamos, Dios sigue estando con nosotras y nos bendecirá aunque no sea como esperamos.
El último capítulo de nuestra lectura de hoy termina con la muerte del rey Saúl después de nueve capítulos de genealogías. En 1 Samuel leemos también de la muerte de Saúl, sin embargo, aquí tenemos algunos detalles más. El sangriento cuadro de la muerte de los hijos de Saúl y de él mismo se describe en ambos libros en la batalla contra los filisteos; cómo Saúl se suicidó en la batalla para no ser maltratado o torturado vivo y cómo los filisteos tomaron su cabeza y su cuerpo (que habían sido cortados en pedazos) y los colocaron en el templo de su dios hasta que algunos de los israelitas recuperaron su cuerpo y el de sus hijos y los enterraron y los lloraron.
Sin embargo, lo que no leemos en 1 Samuel es por qué murió Saúl. Recordemos que los libros de Crónicas fueron escritos desde el punto de vista divino, mientras que los libros de Samuel son desde el punto de vista del hombre. El evento de la muerte de Saúl, que el hombre puede ver, se registra en 1 Samuel; mientras que la causa, que Dios puede ver, se registra en 1 Crónicas. Así que Saúl murió por su infidelidad al no guardar la palabra del Señor y porque consultó a una adivina. A causa del pecado anterior, Dios lo mató.
Ahora, es fácil tratar de tomar esto como una enseñanza para nosotras hoy, pero revisemos qué es lo que realmente aplica para nuestras vidas. Debido a que Jesús murió por nosotras, nuestros pecados son perdonados. Podemos enfrentar consecuencias de nuestro pecado, pero como hijas de Dios, ya no somos objeto de la condenación de Dios. El Salmo 103:10 dice: «No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades». Dios hizo rey a Saúl y Dios le quitó la vida; Él puede dar y quitar. Lo que podemos aplicar a nuestras vidas hoy de este relato es que los pecados ocultos de la gente un día serán descubiertos, sabiendo que Dios ve aunque el hombre no lo haga.
Para meditar:
- ¿Vives una vida de completa transparencia delante de Dios y los hombres?
«Así murió Saúl por la transgresión que cometió contra el Señor por no haber guardado la palabra del Señor, y también porque consultó y pidió consejo a una adivina, y no consultó al Señor. Por tanto, Él le quitó la vida y transfirió el reino a David, hijo de Isaí». -1 Crónicas 10:13-14
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