Día 118 | Salmos 81, 88, 92, 93
Continuando con los roles dados a los levitas que veíamos el día de ayer, hoy continuamos con estos salmos que amplían un poco más el tema. Estos salmos se encuentran en este momento de la historia porque destacan la importancia de la adoración y la celebración de Dios como el único Dios verdadero. Menciona la liberación de Israel de Egipto y lamenta la desobediencia del pueblo. Va en consonancia con lo que venimos viendo en la historia registrada en 1 Crónicas.
¿Por qué se nos exhorta a cantar? Lo primero que podemos decir es porque Dios lo ordena. Sin embargo, aunque es un mandamiento, al Señor le agrada oír cantar a los Suyos como una forma de adorarle. Cantar es bueno, agradable y apropiado, según nos enseña el Salmo 147:1.
La palabra cantar y sus derivados aparece unas 149 veces en la Biblia tanto en el Antiguo como en el …
Continuando con los roles dados a los levitas que veíamos el día de ayer, hoy continuamos con estos salmos que amplían un poco más el tema. Estos salmos se encuentran en este momento de la historia porque destacan la importancia de la adoración y la celebración de Dios como el único Dios verdadero. Menciona la liberación de Israel de Egipto y lamenta la desobediencia del pueblo. Va en consonancia con lo que venimos viendo en la historia registrada en 1 Crónicas.
¿Por qué se nos exhorta a cantar? Lo primero que podemos decir es porque Dios lo ordena. Sin embargo, aunque es un mandamiento, al Señor le agrada oír cantar a los Suyos como una forma de adorarle. Cantar es bueno, agradable y apropiado, según nos enseña el Salmo 147:1.
La palabra cantar y sus derivados aparece unas 149 veces en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Con esto podemos constatar que cantar es muy importante y relevante. Así que, cuando leemos en el Salmo 81:1 que cantemos con gozo y con júbilo, debemos disponer nuestra mente, corazón y labios para cantar de esa manera.
Además de considerar el canto como una ordenanza buena, agradable y apropiada, con nuestros cánticos suceden otras cosas como estas:
- Dios es glorificado
- Memorizamos verdades bíblicas con melodías
- Exaltamos atributos y portentos divinos
- Podemos adorar a cada una de las personas de la Trinidad
- Recordamos Sus bondades o advertencias
- Damos acciones de gracias o pedimos misericordia y perdón
Y es algo que podemos hacer en cualquier momento o lugar.
Este Salmo 81 es un llamado a la adoración y a la obediencia. Dios merece adoración por ser el Dios verdadero y debe ser obedecido porque es el Señor. También es un llamado a aprender de la experiencia de Israel. A pesar de la fidelidad de Dios al sacarlo de Egipto, Israel fue infiel y desobediente. Por tal razón fue entregado a ladureza de su corazóny a que anduviera en sus propias intrigas. Quiera Dios concedernos guardar cada letra de la Palabra que cantamos de modo tal que oigamos siempre Su voz y andemos en Sus caminos.
En el Salmo 92:1 se nos repite la idea: «Bueno es dar gracias al Señor, y cantar alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo». Y, ¿por qué el salmista da gracias y alaba?
- Porque Dios es bueno y fiel
- Porque es alegrado con Sus obras
- Porque a pesar de que Sus pensamientos son profundos, sabe cuál es el fin de los necios
- Porque el salmista también sabe que él florecerá y crecerá porque está plantado en la casa del Señor y aun en la vejez dará fruto y anunciará la rectitud del Señor, su Roca.
Ahora pasamos al Salmo 93 y en este vemos un despliegue de la majestad, del poder, de la eternidad y de la confiabilidad del Señor.
Cuando consideramos quién es el Dios al que amamos, adoramos y servimos, nuestro estilo de vida se convertirá en un acto de adoración continúa con una consciencia constante de Su santidad, la cual conviene a Su casa. Entonces nuestros cánticos fluirán de manera tan natural que, sin darnos cuenta, viviremos tarareando un himno o cantándolo. En lo personal, antes de dormirme, ya con mi cabeza en la almohada, recito algún salmo o pasaje bíblico, y muchas veces canto un himno en mi mente. Puedo dar testimonio que aun en momentos de pruebas o angustias, Dios mi Hacedor inspira cánticos en la noche.
Quise dejar el Salmo 88 de último porque primero es importante enfatizar el hecho de que el Señor merece ser alabado con gozo y con júbilo por ser quien Él es y por Sus infinitas bondades para con nosotras.
Pero ¿qué hacer en esas noches oscuras del alma cuando nos sentimos abandonadas por Dios? Este Salmo 88 es el más desconsolador de todos. Aparentemente no se ve ni un atisbo de esperanza. Vemos al Salmista describir su sufrimiento con declaraciones como estas:
- Mi alma está llena de males
- Soy contado como los que descienden a la fosa
- Como hombre sin fuerza
- Colocado en lugares tenebrosos en las profundidades
- Con el furor de Dios sobre él
- Afligido con todas Sus olas
- Abandonado por sus amigos, etc.
Sin embargo, él ora al Señor, Dios de su salvación. ¿Cómo le vemos orar? Clamando de día y de noche, extendiendo sus manos hacia Él, pidiendo auxilio y derramando todas las perplejidades que enfrentaba en Su presencia.
Creo que en algún momento, algunas o quizás todas hemos experimentado situaciones similares. En momentos como esos debemos recordar al que experimentó el completo abandono del Padre para que los Suyos no lo experimentaran eternamente. Traer a la memoria esto es muy consolador.
Para meditar:
Si al llegar a esta porción te encuentras en una situación como la del salmista, lee Isaías 53 y personalízalo; aférrate a la verdad de que por más oscura que sea tu situación, el castigo de tu paz fue sobre Él, y por Sus heridas fuiste sanada. Esto es prueba de que no hemos sido abandonadas ni nunca lo seremos. Por el hecho de haber sido salvadas, ya tenemos motivos para alabar. ¿Crees esto?
«Bueno es dar gracias al Señor, y cantar alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo». -Salmos 92:1
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