Día 101 | 1 Samuel 13 - 14
Saúl reinó en Israel unos 40 años (ver Hch. 13:21). Pero hoy vemos que muy al inicio de su reinado, el profeta Samuel le profetizó: «Tu reino no perdurará» (13:14). Ya desde ese momento Dios había elegido a otro rey que sería «conforme a Su corazón».
Esto me hace meditar en los planes soberanos y eternos de Dios que ya tiene un plan en mente desde antes que la historia se escriba. ¿No te da paz saber que tienes un Dios soberano que conoce el fin desde el principio y tiene un plan y un propósito que no puede ser estorbado?
Hoy vemos que desde muy al inicio de su reinado, Saúl comenzó a tomar decisiones poco sabias:
- Se impacientó esperando a Samuel y ofreció holocausto, asumiendo un rol que únicamente les correspondía a los levitas.
- Él actuaba de manera impulsiva e insensata, estando dispuesto a matar a su hijo …
Saúl reinó en Israel unos 40 años (ver Hch. 13:21). Pero hoy vemos que muy al inicio de su reinado, el profeta Samuel le profetizó: «Tu reino no perdurará» (13:14). Ya desde ese momento Dios había elegido a otro rey que sería «conforme a Su corazón».
Esto me hace meditar en los planes soberanos y eternos de Dios que ya tiene un plan en mente desde antes que la historia se escriba. ¿No te da paz saber que tienes un Dios soberano que conoce el fin desde el principio y tiene un plan y un propósito que no puede ser estorbado?
Hoy vemos que desde muy al inicio de su reinado, Saúl comenzó a tomar decisiones poco sabias:
- Se impacientó esperando a Samuel y ofreció holocausto, asumiendo un rol que únicamente les correspondía a los levitas.
- Él actuaba de manera impulsiva e insensata, estando dispuesto a matar a su hijo de no haber sido por la sensatez del pueblo.
- En lugar de acatar la dirección divina, Saúl actuaba de acuerdo a su propio entendimiento. Su fidelidad a Dios dependía de sus circunstancias.
Saúl era un necio. En un momento dado, en medio de la batalla con los filisteos, pide consejo de Dios a través del sacerdote, pero cuando escuchó el alboroto de los filisteos, detuvo al sacerdote, mostrando falta de un interés genuino en conocer la voluntad del Señor sobre el asunto. En medio de la batalla, en dos ocasiones el pueblo le dice a Saúl: «haz lo que bien te parezca» (14:36 y 40),siguiendo con el espíritu reinante en la época de los jueces, cuando cada uno hacía como bien le parecía.
De nuevo vemos cómo los filisteos siguen siendo un aguijón para los israelitas. Los filisteos habían acabado con todos los herreros de Israel y ahora ellos dependían de sus enemigos para afilar sus armas. Una gran lección espiritual para nosotros.
Y en medio de todos estos relatos, resalta la fe de Jonatán. El hijo de Saúl se impacienta al ver la falta de decisión de su padre y toma la situación en sus manos, confiando en que no sería difícil para el Señor salvar con muchos o pocos. Mientras Saúl hacía votos insensatos (que los hombres no debían comer nada antes de ganar la batalla y que el que lo hiciere sería maldito, 1 Sam. 14:24), la fe sencilla de Jonatán y su ayudante fue lo que dio inicio a la confusión de los filisteos.
Esta orden de Saúl de no comer no solo fue insensata e innecesaria, sino que provocó la tentación en el pueblo cuando este se lanzó a comer del botín sin derramar la sangre primero, violando una ley levítica. La necedad y el orgullo de Saúl lo encaminaba hacia su destrucción.
Para meditar:
- Evalúa tu propia vida. ¿Alguna vez has actuado de manera similar a Saúl? ¿Asumiendo un rol que no te corresponde por impaciencia? ¿Actuando impulsivamente? ¿No buscando el consejo de Dios?
- Cuando las circunstancias te presionan, ¿esperas pacientemente la dirección de Dios o tiendes a actuar precipitadamente?
«Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ordenó…ahora tu reino no perdurará». -1 Samuel 13:13b-14a
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