Una forma práctica de discernir bíblicamente
En el episodio anterior hablamos sobre cómo desarrollar un pensamiento bíblico. Recordamos cómo vivimos en una sociedad que nos dice que podemos obtener las cosas rápidamente, pero el pensamiento bíblico no es así, no sucede de la noche a la mañana, sino con la exposición y el estudio continuo a la Palabra de Dios.
El día de hoy platicaremos sobre cómo ver esto de manera práctica poniendo la mira en la Gran Historia de redención de Dios. ¡Acompáñanos!
Frases destacadas:
Si vemos la gran historia de Dios como un todo, podemos ver nuestra lucha particular a la luz de esa gran historia. Por esta razón, tenemos que recordar cómo comienza la historia de Dios.
- Creación: Dios es el protagonista de la historia. Él hizo el cielo y la tierra, y todas las cosas para Su gloria, incluyendo a Adán y a Eva. El hombre y la mujer estaban provistos de …
En el episodio anterior hablamos sobre cómo desarrollar un pensamiento bíblico. Recordamos cómo vivimos en una sociedad que nos dice que podemos obtener las cosas rápidamente, pero el pensamiento bíblico no es así, no sucede de la noche a la mañana, sino con la exposición y el estudio continuo a la Palabra de Dios.
El día de hoy platicaremos sobre cómo ver esto de manera práctica poniendo la mira en la Gran Historia de redención de Dios. ¡Acompáñanos!
Frases destacadas:
Si vemos la gran historia de Dios como un todo, podemos ver nuestra lucha particular a la luz de esa gran historia. Por esta razón, tenemos que recordar cómo comienza la historia de Dios.
- Creación: Dios es el protagonista de la historia. Él hizo el cielo y la tierra, y todas las cosas para Su gloria, incluyendo a Adán y a Eva. El hombre y la mujer estaban provistos de todo lo que necesitaban. Y todo era bueno en gran manera (Gen. 1 y 2).
- Rebelión: el hombre y la mujer se rebelaron en contra de Dios y el pecado afectó todas las cosas. En lugar de someterse al señorío de Dios, quisieron ser sus propios dioses. Ya nadie podía librar a la humanidad de tan terrible situación (Ro. 3:23).
- Redención: Dios mismo prometió en el jardín del Edén una salida a todo este problema, un mejor Adán. Cristo iba a aplastar la cabeza de la serpiente y quitar el dominio del pecado. Cristo vino y vivió una vida perfecta y tomó nuestro lugar. Y nosotras, al mirar a Cristo, podemos ser salvas. Cristo arregló el desastre en el que estaba la humanidad.
- Nueva Creación: Dios ha prometido que volverá otra vez a reinar y restaurar todas las cosas. No solo lo va a dejar bonito como estaba al principio, sino que va a traer algo nuevo, maravilloso y ahí moraremos con Él y estaremos con Él para siempre.
¿Qué tiene que ver esto con el pensamiento bíblico?
- Cuando tú ves la gran historia de Dios, entonces puedes ubicar tu vida y ver claramente cómo es que las luchas que tú estás viviendo se alinean en el plan de redención de Dios.
- Todas nuestras luchas se pueden resumir en una necesidad de satisfacción. Y debido a que ese deseo legítimo de satisfacción fue dañado a causa del pecado, ahora queremos encontrarla en lugares que no son Dios.
- Tenemos que recordar que la historia de Dios no se termina en nuestra lucha constante con la insatisfacción porque hay esperanza. Podemos recordar la redención y regresar a ese diseño perfecto con el que Dios nos creó, y encontrar la satisfacción en Cristo porque todo lo tenemos en Él.
- Vendrá un momento en el que no estaremos limitadas por el pecado, sino que nos espera una eternidad de satisfacción plena y completa en la presencia de Dios.
- Cuando ves tus luchas, por más sencillas que parezcan, a la luz de la historia de la redención, todas cobrarán sentido porque las verás tomar su lugar en su justa dimensión.
Recurso recomendado:
Blog, «13 maneras de pensar bíblicamente»
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