Sacando la basura
En el episodio de esta semana, Betsy nos enseña acerca de la importancia de no almacenar basura en el corazón. Esa basura que nadie ve pero que te apesta y te daña. ¡No dejes de escucharlo!
Frases destacadas:
- Uno de los grandes peligros a los que se enfrentan las jóvenes es a creer la mentira de que tienen que vivir sus luchas solas y que no pueden hablar con nadie, especialmente con sus padres o mentoras en la iglesia local.
- Cuando tenemos la mentalidad de que no podemos hablar o involucrar a otros en nuestras vidas, nuestros corazones se pueden convertir en un vertedero hediondo porque no tenemos el hábito de sacar la basura.
- Esa basura huele mal porque tu conciencia no está tranquila, porque Dios te da convicción de pecado y te llama al arrepentimiento, pero en realidad prefieres morirte antes de sacar esa podredumbre delante de los demás. …
En el episodio de esta semana, Betsy nos enseña acerca de la importancia de no almacenar basura en el corazón. Esa basura que nadie ve pero que te apesta y te daña. ¡No dejes de escucharlo!
Frases destacadas:
- Uno de los grandes peligros a los que se enfrentan las jóvenes es a creer la mentira de que tienen que vivir sus luchas solas y que no pueden hablar con nadie, especialmente con sus padres o mentoras en la iglesia local.
- Cuando tenemos la mentalidad de que no podemos hablar o involucrar a otros en nuestras vidas, nuestros corazones se pueden convertir en un vertedero hediondo porque no tenemos el hábito de sacar la basura.
- Esa basura huele mal porque tu conciencia no está tranquila, porque Dios te da convicción de pecado y te llama al arrepentimiento, pero en realidad prefieres morirte antes de sacar esa podredumbre delante de los demás.
- Quizás has estado acostada en tu cama sin poder dormir tratando de inventar un millón de excusas para convencerte de que no necesitas pedir perdón o confesar un pecado; buscando la manera de huir a la convicción que el Espíritu Santo trae a tu corazón y resistiéndote a la invitación de gracia que conduce a la libertad.
- Esa conversación que tratas de evadir con tus padres porque no quieres confesar que las cosas no son como ellos piensan. Ese pecado oculto que sientes que se hace más grande y sabes que tienes que buscar ayuda, pero la vergüenza no te deja caminar a la luz. Esa conversación acerca de tu amiga en la que hablaste mal de ella a escondidas y dañaste su reputación, eso que compartiste sin permiso y esa burla que era un «bullying» pasivo. Esa ocasión en la que hiciste trampa en ese examen o ese hábito de borrar el historial de búsqueda en línea. Quizás es ese dolor y resentimiento que te consume porque no te atreves a contar el pecado que otros cometieron contra ti.
- Si estás en Cristo, no necesitas tener miedo de confesar un pecado y pedir perdón porque ya está clavado en la cruz. Si realmente has creído el evangelio puedes estar segura que hay más misericordia en Cristo que pecado en ti.
- Puedes confesar tu pecado y pedir perdón porque siempre hay perdón para ti en Jesús; puedes poner a un lado la vergüenza porque siempre eres amada y perdonada.
- Camina en libertad porque si el Hijo te hizo libre, ¡eres libre en verdad! Todo lo que te acusa está clavado en la cruz, Jesús ya pagó por ti. Y si aún tienes que enfrentar alguna consecuencia por tu falta, puedes recordar que Dios te sostiene, te enseña a madurar y te ayuda a crecer en Él a través de Su disciplina amorosa.
«Por esto, yo también me esfuerzo por conservar siempre una conciencia irreprensible delante de Dios y delante de los hombres». -Hechos 24:16
Recursos recomendados:
- Video Blog, «¿Tienes una conciencia limpia?»
- Podcast, «Lidiando con las ofensas hacia los demás»
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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