Rompiendo el silencio
La semana pasada hablamos del orgullo y cómo este es un factor clave a la hora de responder al llamado de Dios. Él se opone al orgulloso, sin embargo, da gracia a los humildes. Pero, ¿y qué de esas cosas que hemos escondido en nuestros corazones? ¿Qué de los pecados que enterramos en el olvido porque no queremos lidiar con las consecuencias? Betsy abre su corazón acerca de esta lucha y nos apunta al camino de la libertad.
Frases destacadas:
- ¿Recuerdas ese momento en el Edén cuando Adán y Eva pecaron y se escondieron de Dios? Ellos trataron de taparse con hojas de higuera. Dios se paseaba en el huerto como siempre y les preguntó: «¿Dónde están?».
- Él lo sabía, pero era como si Él les estuviera dando la oportunidad de correr a Él para confesar su pecado… ellos confesaron que tenían miedo porque el pecado lo que hace es …
La semana pasada hablamos del orgullo y cómo este es un factor clave a la hora de responder al llamado de Dios. Él se opone al orgulloso, sin embargo, da gracia a los humildes. Pero, ¿y qué de esas cosas que hemos escondido en nuestros corazones? ¿Qué de los pecados que enterramos en el olvido porque no queremos lidiar con las consecuencias? Betsy abre su corazón acerca de esta lucha y nos apunta al camino de la libertad.
Frases destacadas:
- ¿Recuerdas ese momento en el Edén cuando Adán y Eva pecaron y se escondieron de Dios? Ellos trataron de taparse con hojas de higuera. Dios se paseaba en el huerto como siempre y les preguntó: «¿Dónde están?».
- Él lo sabía, pero era como si Él les estuviera dando la oportunidad de correr a Él para confesar su pecado… ellos confesaron que tenían miedo porque el pecado lo que hace es que distorsiona nuestra idea de Dios. En lugar de correr a refugiarnos en Él, queremos correr de Él y escondernos porque tememos lo que puede hacernos.
- La tendencia natural de toda joven, y de todo ser humano, es esconderse cuando peca. Nos aterra la idea de que otros sepan, que nos descubran. Pero, ¿sabes qué es lo más hermoso? Dios no nos deje en la ruina sin esperanza.
- Adán y Eva recibieron la consecuencia por su pecado, pero ahí en el Edén, se anunció la buena noticia del evangelio por primera vez. Dios los vistió con pieles de animales. Ese derramamiento de sangre apuntaba al Salvador que vendría a entregar Su vida para vestirnos con Su justicia perfecta.
- Dios proveyó una solución para el juego de las escondidas del ser humano. Jesús vivió una vida perfecta, la que ni tú ni yo íbamos a poder vivir y tomó nuestro castigo a causa de nuestro pecado, venció a la muerte y se levantó de la tumba. ¿Sabes qué pasa cuando comprendemos esa verdad? ¡Sucede el intercambio más increíble de la historia!
- Jesús nos viste con Su justicia perfecta. ¿Lo ves? Él te cubre con su perfección y ahora Dios solo ve a Cristo, Su Hijo amado, en quien Él se complace. Si estás en Jesús, ahora estás cubierta.
- Dios te ve como si nunca hubieras pecado y como si siempre hubieras obedecido. Esa es tu realidad ante Él. Esa es la verdad que abre la puerta de la cárcel en la que has estado viviendo y rompe el silencio de esos pecados ocultos o de todo lo que pueda avergonzarte.
- Ya no tengo que cubrir con hojas lo que Jesús cubrió con su sangre.
- No tengo de qué avergonzarme porque ya mi pecado está cubierto y Dios siempre me ve como ve a Cristo.
- No tengo que temer al hombre porque mi identidad está definida por lo que Jesús hizo, no lo que yo he hecho. Ya no hay condenación para mí (Ro. 8).
- ¿Estás tratando de esconder algo de Dios o de los demás? Sal a la luz, Dios ya lo sabe. No huyas, habla con Dios al respecto. Y si se trata de un pecado, no trates justificarte o de justificar a quien lo cometió. Dios ya lo sabe, pero Él te da el regalo de correr a Él como un niño corre a los brazos de su buen padre.
- Deja de encubrir lo que ya Cristo cubrió con su sangre. Si estás en Jesús, Él ya te ha cubierto. Así que estás perdiendo el tiempo pensando que tienes que cubrirlo con hojitas de higuera. Sal a la luz.
- Recuerda la buena noticia: ¡la gracia de Dios siempre será mayor que tu pecado!
«El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia». -Proverbios 28:13
«Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna». -Hebreos 12:16
Recursos recomendados:
- Blog, «Cuál es tu mayor necesidad»
- Vlog, «¿Humilde u orgullosa?»
- Vlog, «Una forma sutil del orgullo»
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