¡Recuerda quién eres!
Todo lo que nos rodea nos bombardea con ideas de dónde se encuentra la felicidad, abundancia y plenitud que nosotras realmente necesitamos. Sin embargo, todos esos lugares son sitios equivocados.
Puedes ser una chica que desde muy pequeña asiste a la iglesia, tal vez eres hija de padres creyentes, o tal vez estás en una escuela o universidad cristiana, y aún así tu vida se siente como estar debajo del agua y no puedes respirar. Tal vez te sientes seca, monótona, y te has dado cuenta de que has estado buscando en las fuentes equivocadas, has estado bebiendo el agua incorrecta y no has estado bebiendo de Cristo.
¿Cómo entonces puedes alcanzar esa vida plena y abundante? ¡Recuerda el evangelio y tu identidad en Cristo!
La vida plena no la alcanzamos con una larga lista de quehaceres, actividades, reglas o leyes; de otra manera, podemos caer fácilmente en el legalismo. …
Todo lo que nos rodea nos bombardea con ideas de dónde se encuentra la felicidad, abundancia y plenitud que nosotras realmente necesitamos. Sin embargo, todos esos lugares son sitios equivocados.
Puedes ser una chica que desde muy pequeña asiste a la iglesia, tal vez eres hija de padres creyentes, o tal vez estás en una escuela o universidad cristiana, y aún así tu vida se siente como estar debajo del agua y no puedes respirar. Tal vez te sientes seca, monótona, y te has dado cuenta de que has estado buscando en las fuentes equivocadas, has estado bebiendo el agua incorrecta y no has estado bebiendo de Cristo.
¿Cómo entonces puedes alcanzar esa vida plena y abundante? ¡Recuerda el evangelio y tu identidad en Cristo!
La vida plena no la alcanzamos con una larga lista de quehaceres, actividades, reglas o leyes; de otra manera, podemos caer fácilmente en el legalismo. Es en Cristo y Su obra en la cruz donde se nos otorgó vida, la vida que recibimos por la fe al creer en Él.
En muchas ocasiones nos sentimos derrotadas, insatisfechas y entristecidas porque hemos olvidado nuestras riquezas en Cristo Jesús, pero nuestra identidad sigue estando en Él.
Aquí te compartimos algunos de los versículos y frases de este episodio:
Nuestra identidad está en Cristo porque:
- Somos bendecidas con toda bendición espiritual en los cielos (Ef. 1:3).
- Somos escogidas por Dios para que vivamos de una manera santa. Ahora, al ser adoptadas por Dios, somos Sus hijas (Ef.1:4-5).
- Nuestros pecados han sido perdonados y hemos sido justificadas (Ef. 1:8, Ro. 5:1).
- Ya no hay condenación para nosotras, sino que hay una herencia que hemos obtenido en Cristo (Ro. 8:1, Ef. 1:11).
- Somos selladas con Su santo Espíritu, Dios mismo vive en nosotras. Esto es una garantía de nuestra herencia (Ef. 1:13-14).
- Somos amadas con un gran amor por parte de Dios y ahora estamos vivas (Ef. 2:4-5).
- Hemos resucitado y ahora estamos sentadas en los lugares celestiales en Cristo (Ef. 2:6).
- Somos conciudadanas de los santos e hijas amadas de Dios. Nuestra ciudadanía está en el cielo (Fil. 3:20).
- Somos más que vencedoras por medio de Aquel que nos amó (Ro. 8:37).
- Él está con nosotras todos los días de nuestra vida y estamos completas (Mt. 28:20, Col. 2:9-10).
- Somos aceptadas por Dios y tenemos acceso ilimitado ante el trono de la gracia (Jn. 1:12, Heb. 4:14-16).
- Somos nacidas de Dios y lo malo no nos puede tocar (1 Jn. 5:8).
- Somos el templo de Dios y hemos sido escogidas para llevar mucho fruto (1 Co. 3:16, Jn. 15:16).
Esto es lo que te identifica a ti ahora en el momento de tu mayor lucha y en medio de tus inseguridades, ahí donde nadie te ve y te preguntas: ¿Quién soy?
Debes creerle a Dios. Somos quien Él dice que somos y no lo que otros dicen de nosotras. Ni siquiera somos lo que nosotras misma pensamos que somos. Nuestra identidad no está en nuestra carrera, belleza o habilidades; nuestra identidad está en Cristo.
«Aquí está la verdadera batalla de la fe. No lo que somos, sino lo que Él es. No lo que sentimos, sino sus verdades». -T. Austin Sparks.
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