Querida joven… que lucha con la tentación
Hoy nos acercamos al corazón de la joven que está siendo atraída por el pecado y está luchando por permanecer firme ante la tentación. Si esa eres tú, únete a la conversación mientras Betsy te acerca a algunos versículos que te guiarán a la verdad.
Frases destacadas:
- «No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla». -1 Corintios 10:13
- Todos somos tentados y ninguna tentación que atravesemos es única o superior a la que los demás creyentes enfrentan.
- Puedes confiar en que, para cada tentación, Dios te provee una salida de escape.
- Tu victoria no depende de tus fuerzas. Si te apoyas en tu ilusión de fortaleza, estás en riesgo de caer …
Hoy nos acercamos al corazón de la joven que está siendo atraída por el pecado y está luchando por permanecer firme ante la tentación. Si esa eres tú, únete a la conversación mientras Betsy te acerca a algunos versículos que te guiarán a la verdad.
Frases destacadas:
- «No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla». -1 Corintios 10:13
- Todos somos tentados y ninguna tentación que atravesemos es única o superior a la que los demás creyentes enfrentan.
- Puedes confiar en que, para cada tentación, Dios te provee una salida de escape.
- Tu victoria no depende de tus fuerzas. Si te apoyas en tu ilusión de fortaleza, estás en riesgo de caer (1 Corintios 10:12).
- Dios es fiel, esa es tu esperanza.
- Él es fiel para darte una satisfacción mayor a lo que tu tentación promete.
- La raíz de toda tentación es hacerte creer que el pecado es más satisfactorio que Dios.
- Dios es fiel, Él te ayudará y te dará todo lo que necesitas para vencer la tentación.
- La victoria en el momento de la tentación reside en no razonar con tu deseo, ¡huye!
- Vístete de las verdades del evangelio; esa es la armadura que Dios te ha dado para que obtengas la victoria.
- Revisa el contenido con el que estás alimentando tu corazón y entreteniendo tu mente.
- Considera estos versículos bíblicos:
«Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. Estén, pues, firmes, ceñida su cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con la preparación para anunciar el evangelio de la paz. Sobre todo, tomen el escudo de la fe con el que podrán apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomen también el casco de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios» (Efesios 6:10-17, énfasis añadido).
«Que nadie diga cuando es tentado: “Soy tentado por Dios”. Porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión» (Santiago 1:13-14).
«Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne» (Romanos 13:14).
«Por tanto, sométanse a Dios. Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes» (Santiago 4:7).
- Jesús entiende lo difícil que es ser tentado:
«Por tanto, tenía que ser hecho semejante a Sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo. 18 Pues por cuanto Él mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados» (Hebreos 2:17-18).
«Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna» (Hebreos 4:14-16).
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