Querida joven… a la que no le gusta este podcast
Luego de nuestra conferencia MV23 fuimos a dar un paseo por Tlaquepaque y justo cuando comenzamos a caminar, una joven que había asistido a la conferencia se me acercó para pedirme que nos tomáramos un foto, pero me dijo: antes de la foto necesito hacer una confesión «No me gustaba el podcast de JV, en realidad me caías muy gorda», que en buen mexicano quiere decir «me caías mal». Ella continuó con su argumento y dijo «mi mamá me hacía ver los vídeos y no me gustaba nada de lo que decías. Yo no quería escuchar esas verdades, hasta que Dios me cambió y hoy soy una Joven Verdadera».
¿Eres esa joven? ¡Este episodio es para ti!
Frases destacadas:
En los tres primeros capítulos de Génesis vemos un cuadro muy claro: Dios, el autor de la creación, toma la iniciativa para revelarse al hombre y a la mujer. Su instrucción …
Luego de nuestra conferencia MV23 fuimos a dar un paseo por Tlaquepaque y justo cuando comenzamos a caminar, una joven que había asistido a la conferencia se me acercó para pedirme que nos tomáramos un foto, pero me dijo: antes de la foto necesito hacer una confesión «No me gustaba el podcast de JV, en realidad me caías muy gorda», que en buen mexicano quiere decir «me caías mal». Ella continuó con su argumento y dijo «mi mamá me hacía ver los vídeos y no me gustaba nada de lo que decías. Yo no quería escuchar esas verdades, hasta que Dios me cambió y hoy soy una Joven Verdadera».
¿Eres esa joven? ¡Este episodio es para ti!
Frases destacadas:
En los tres primeros capítulos de Génesis vemos un cuadro muy claro: Dios, el autor de la creación, toma la iniciativa para revelarse al hombre y a la mujer. Su instrucción fue veraz y precisa. Sin embargo, el engañador entró en escena y encontró cabida en el corazón de las criaturas de Dios. Hasta ese momento, ellos solo conocían lo verdadero y tenían a su disposición todo lo que necesitaban. Pero eso no les duró mucho tiempo. Detente y lee Génesis 3:1-14.
Ellos aceptaron el veneno que salió de la boca del padre de mentira y desobedecieron a Dios —la única fuente de toda verdad—. Pasaron de vivir en un paraíso lleno de esplendor a un profundo abismo de oscuridad. Sus ojos se fueron apagando hasta que dejaron de ver la verdad que estaba tan clara delante de ellos. En ese día negro, el pecado apagó todas las luces y desde entonces la humanidad inició su camino en las tinieblas. Tinieblas que nuestros corazones entenebrecidos llegaron a amar.
Pero Dios en su amor no los dejó ahí. Él prometió que enviaría su luz a restaurar todas las cosas; prometió que vendría Uno que conquistaría el poder de la muerte (Génesis 3:15). Él escogió a un pueblo de donde saldría el Salvador, y a pesar de la oscuridad que los rodeaba, Él los dirigió con su verdad. Su peregrinaje muestra que aunque ellos pusieron su confianza en la promesa dada por Dios, sus corazones insistían en rechazar la verdad y amar las tinieblas.
Insistimos en caminar en dirección contraria a la verdad. Amamos más las tinieblas que la luz, suprimimos la verdad por amor a nuestros pecados.
Esta no es solo la historia de los personajes bíblicos que te enseñaron en la escuela dominical. Esta es tu historia, esta es nuestra historia.
Desde el momento en que el pecado introdujo la muerte en la humanidad, nos convertimos en zombies sin ojos que buscan lugares oscuros dónde habitar. Si estamos apartadas de la verdad, por fuera nos vemos muy vivas, pero nuestra realidad espiritual es horrible. Nos arreglamos y tratamos de lucir bien, pero el hedor de las mentiras que nos dominan de alguna manera sale a relucir.
Lo increíble de nuestra historia es que Dios no miró a un lado ni ignoró nuestra necesidad. Él cumplió su promesa y a su tiempo envió la luz que eliminaría toda oscuridad.
Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida (Juan 8:12).
En Él estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres. La Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron (Juan 1:4-5).
¿Cómo sabes si no estás tan acostumbrada a las mentiras de este mundo que no reconoces la verdad cuando está frente a ti? ¿Le estás dando la espalda a la Luz porque tus ojos están llenos de oscuridad?
La manera como te acercas a la verdad afecta todas las áreas de tu vida. Sea que te des cuenta o no, todo lo que haces es un reflejo de tu relación con la verdad. La ropa que eliges, el último mensaje de texto que enviaste, las amistades que tienes, lo que publicas en las redes y lo que ves cuando te miras al espejo. ¡Absolutamente todo!
Mira cómo se traducen a nuestros días las palabras engañosas que Santanás dijo a Eva:
- ¿Conque Dios les ha dicho?: Su mandato no es tan radical como piensas. No tienes que tomar todo de forma literal. Quizás eso lo dijo para la gente de la antigüedad. Abre tu mente, escucha lo que otros piensan y saca tus propias conclusiones.
- Ciertamente no morirás: ¡No exageres! ¿En realidad crees que un Dios tan bueno te hará ir al infierno por algo tan sencillo? Sigue tu corazón y haz lo que te parezca correcto, verás que no pasará nada.
- Serán como Dios: Verás lo bien que te sentirás cuando te empoderes y vivas de acuerdo a tu verdad personal. Sé fiel a ti misma y toma el control de tu vida.
Este es el mensaje central del engaño: “Ignora la verdad. Súbete en la montaña rusa de tus propios deseos y decisiones. Disfruta la intensidad y la adrenalina del pecado, y verás que al fin del paseo estarás a salvo y sin ningún rasguño”.
La verdad es una persona y su nombre es Cristo. La verdad de Dios es absoluta, no tiene medias tintas ni da lugar a negociaciones. Por eso la rechazamos, porque si es absoluta, no da lugar a razonamientos con qué excusar nuestro pecado. Nos coloca en la luz o en las tinieblas.
La verdad de Dios no es pasiva, sino que nos llama a la acción. En Jesús es todo o nada. Así de radical es su verdad.
Recursos recomendados:
- Blog, «La respuesta a todos los problemas: el evangelio»
- Blog, «Pon a prueba cuánto entiendes del evangelio»
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