El antídoto para la distracción sexual
No se si te has dado cuenta pero, vivimos en un mundo que tiene como propósito distraernos de lo más importante: nuestra relación con Dios. Y con lo que principalmente se nos bombardea es con imágenes sexuales que, aparte de distraernos, distorsionan el diseño de Dios para la sexualidad. ¡Te invitamos a escuchar el episodio de hoy en el que nuestra invitada Paulina Torres nos comparte el antídoto para la distracción sexual!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
- Una de las más grandes distracciones para nosotras en esta generación es el sexo. Lo encontramos en todas partes. Somos bombardeadas por imágenes que no necesariamente deseamos ver.
- El sexo es bueno, pues fue idea de Dios y creado por Él; sin embargo, Satanás y el mundo se han encargado de distorcionar la forma en la que deberíamos verlo, y peor aún, se han encargado de distorcionar …
No se si te has dado cuenta pero, vivimos en un mundo que tiene como propósito distraernos de lo más importante: nuestra relación con Dios. Y con lo que principalmente se nos bombardea es con imágenes sexuales que, aparte de distraernos, distorsionan el diseño de Dios para la sexualidad. ¡Te invitamos a escuchar el episodio de hoy en el que nuestra invitada Paulina Torres nos comparte el antídoto para la distracción sexual!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
- Una de las más grandes distracciones para nosotras en esta generación es el sexo. Lo encontramos en todas partes. Somos bombardeadas por imágenes que no necesariamente deseamos ver.
- El sexo es bueno, pues fue idea de Dios y creado por Él; sin embargo, Satanás y el mundo se han encargado de distorcionar la forma en la que deberíamos verlo, y peor aún, se han encargado de distorcionar cómo vemos a Dios.
- Ante las propuestas del mundo, Dios en Su amor y paciencia constantemente nos recuerda en qué debemos enfocarnos.
Veamos juntas Deuteronomio 8:11–14:
«Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios dejando de guardar Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus estatutos que yo te ordeno hoy; no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre».
- Dios aquí le dice a Su pueblo que no se distraigan con todo lo que van a ver y tener; que no se deben olvidar de Él.
- Todo en este mundo, fuera de Cristo, está diseñado para distraernos de la verdad, para distraernos de quién es Dios. Por esto debemos mantener nuestros ojos en Dios.
1 Corintios 6:18–20 nos dice:
«Huyan de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios».
- Tu vida y tu cuerpo ya no te pertenecen, le pertenecen a Dios, eres suya y eres de gran valor para Él. ¡Le costaste la sangre de Su Hijo!
- Mientras más te enfocas en conocer a Dios y lo que Él piensa de ti, las distracciones y tentaciones van disminuyendo.
- Dios nos ve y nos escucha; Él no te dejará sola ante tu tentación sexual.
- ¿Quieres saber cuál es el antídoto para tu distracción sexual? Enfócate en Dios. Detente en tu apresurada vida para conocer, contemplar y adorar a Dios. ¿Cómo puedes conocer a Dios? Pasando tiempo en Su Palabra a través de la cual Él nos enseña, nos dirige y nos corrige.
«Enfócate en Dios y Él se encargará del resto. ¡Quedarás asombrada de Su fidelidad!».
Preguntas de reflexión:
- ¿Qué tan intencional has sido últimamente en pasar tiempo conociendo al Señor a través de Su Palabra?
- ¿A quién has acudido para compartir tus luchas sexuales? Recuerda, no somos llaneras solitarias, el Señor ha provisto a través de Su iglesia local, mujeres temerosas de Él con las que podemos contar.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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