Disciplínate y cultiva el dominio propio

Temporada: Sabiduría retro | Temas: Disciplinas espirituales

Si estás escuchando el episodio de hoy, estamos convencidas de que Dios ha puesto ese deseo en ti de rendirte a Su voluntad y de aprender y escuchar de la sabiduría que tienen las mujeres retro gracias a su experiencia y su estudio de la Palabra de Dios.

Las jóvenes necesitamos responder al mandato de Tito 2 que Dios les ha dado a las ancianas de enseñar cómo vivir el evangelio de manera práctica y ahora aprenderemos acerca de la disciplina con nuestra invitada retro, Laura González de Chávez.

Frases destacadas

Se dice que una persona es disciplinada cuando somete su voluntad y sus emociones al servicio de un fin específico con un propósito específico. Y eso implica dominio propio.
La Biblia dice que en los últimos tiempos veremos personas que no tienen dominio propio, amadores de los placeres, personas que van a seguir sus pasiones, sus deseos, y sus …

Frases destacadas

Se dice que una persona es disciplinada cuando somete su voluntad y sus emociones al servicio de un fin específico con un propósito específico. Y eso implica dominio propio.
La Biblia dice que en los últimos tiempos veremos personas que no tienen dominio propio, amadores de los placeres, personas que van a seguir sus pasiones, sus deseos, y sus afectos (2 Tim. 3:1-4).
Cuando el «yo» está tan alto en nuestros deseos y metas que queremos perseguir, vamos a ser muy débiles en nuestro dominio propio porque queremos perseguir eso que queremos tan pronto como podamos obtenerlo sin considerar la disciplina.

¿Qué nos dice la Biblia acerca de este tema?

Somos seres humanos pecaminosos y aunque Dios nos dejó instrucciones, somos incapaces de obedecer porque estamos sujetas a la esclavitud de nuestros deseos, de nuestros apetitos, de nuestras voluntades.
Cuando el glorioso evangelio de Cristo llega a nuestras vidas, nos redime y nos capacita a través del Espíritu Santo a vivir Su fruto que incluye el dominio propio.
La Biblia nos instruye a hacer buen uso del tiempo (Ef. 5:16) porque los días son malos y la vida está llena de ladrones del tiempo con tantas distracciones.
Si no somos disciplinadas y no hacemos morir las obras de la carne, ni sometemos nuestra voluntad y nuestros afectos a la obra del Espíritu Santo y a la Palabra, vamos a perdernos en el camino.
Nuestras voluntades son débiles, pues vivimos en estos cuerpos de muerte. Si no nos disciplinamos, vamos a terminar viviendo de acuerdo a nuestros sentimientos y a los deseos caídos. Necesitamos disciplinarnos para la piedad (1 Tim. 4:7).

¿Qué hacer para empezar a cultivar la disciplina?

Acepta la disciplina con gozo como algo bueno. Es un entrenamiento. El día de mañana cosecharás lo que cultivaste hoy.
Admite que no eres disciplinada y confiesa que necesitas al Espíritu Santo y Su obra para poder cultivarla.
Busca ayuda y ora que alguien venga a tu lado y te ayude a saber cómo puedes disciplinarte.

Joven, no te confundas pensando que ahora es el tiempo para disfrutar y vivir relajada porque la adultez vendrá después y con ella, la disciplina. Piensa que cada cosa que haces es una ofrenda a Dios. ¡Disciplínate!