¿Cómo mato el pecado en mí?
El día en que recibiste la fe para creer en Cristo para salvación experimentaste dolor en tu alma porque entendiste la gravedad de tu pecado. Te arrepentiste de todo corazón y te propusiste dar una vuelta en «u» para caminar en pos de Cristo. Pensabas que ibas a ser libre de todo pecado, pero muy pronto volviste a pecar. Lo odiaste, quisiste matar ese pecado y deshacerte de él para siempre… pero no entiendes por qué sigue tocando a tu puerta.
¿Te sientes identificada? En este episodio, Betsy comparte verdades que te ayudarán a caminar en libertad.
Frases destacadas:
- En Cristo eres libre.
- «Así que, sielHijo los hace libres, ustedes serán realmente libres» (Jn. 8:36).
- Antes de Cristo estabas atada y gobernada por el pecado, pero ahora eres libre para agradar a Dios.
- En Cristo tienes una nueva naturaleza.
- «Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a …
El día en que recibiste la fe para creer en Cristo para salvación experimentaste dolor en tu alma porque entendiste la gravedad de tu pecado. Te arrepentiste de todo corazón y te propusiste dar una vuelta en «u» para caminar en pos de Cristo. Pensabas que ibas a ser libre de todo pecado, pero muy pronto volviste a pecar. Lo odiaste, quisiste matar ese pecado y deshacerte de él para siempre… pero no entiendes por qué sigue tocando a tu puerta.
¿Te sientes identificada? En este episodio, Betsy comparte verdades que te ayudarán a caminar en libertad.
Frases destacadas:
- En Cristo eres libre.
- «Así que, sielHijo los hace libres, ustedes serán realmente libres» (Jn. 8:36).
- Antes de Cristo estabas atada y gobernada por el pecado, pero ahora eres libre para agradar a Dios.
- En Cristo tienes una nueva naturaleza.
- «Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por Su gloria y excelencia. Por ellas Él nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos.» (2 Pd. 1:3-4, LBLA).
- Todo tu ser ha sido afectado por el pecado, tus deseos, tus emociones, tu mente y tu cuerpo… ¡todo! Pero cuando Cristo te salvó, también te concedió una nueva naturaleza con la que puedes caminar en santidad delante de Dios.
- En Cristo puedes darle muerte al pecado por el poder del Espíritu Santo.
- «Porque si ustedes viven conforme a la carne, habrán de morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne, vivirán» (Ro. 8:13).
- En el pasado vivías conforme a tus deseos carnales, pero ahora en Cristo tienes el poder para vivir en obediencia a Dios haciendo morir el pecado a través de la obra del Espíritu Santo en tu vida. ¡Tienes todo lo que necesitas! Cristo es mejor que ese pecado que toca a tu puerta. ¡Créelo y elige a Cristo!
- ¡Recuerda que ya eres libre del poder y del dominio del pecado!
- «Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro» (Ro. 7:21-25).
Mientras estés en tu cuerpo caído no podrás eliminar completamente los rastros del pecado en tu vida, pero hay algo que sí puedes hacer:
- Rinde tus deseos a Cristo
- Reconoce que solo a través de lo que Él hizo por ti puedes recibir el beneficio de crecer en santidad.
- Descansa en la obra perfecta de Cristo en tu lugar
- Reconoce que el sacrificio de Cristo es suficiente para tu libertad. Ya no tienes que añadirle nada a lo que Cristo ya hizo. Tu obediencia es el fruto de entender lo que solo Cristo pudo ganar en el Calvario.
- Vive en la gracia Dios
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- Reconoce que Sus brazos están abiertos para socorrerte cuando hayas pecado, el pecado no te define. Puedes confiar que cuando el Padre te ve, mira la vida perfecta de Cristo.
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- Debilita el pecado en tu vida mientras creces en tu dependencia de Cristo
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- Dios nos ha dado su Espíritu Santo y una naturaleza nueva para que tengamos los medios necesarios para oponernos al pecado y sus deseos malvados.
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- Confía en la obra de santificación del Espíritu
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- En el momento en que fuiste salvada por Cristo, una obra de santificación inició en tu vida y tienes la garantía de que se completará.
Recursos recomendados:
- Podcast, «Mentiras que el pecado te hace creer»
- Libro, «La mortificación del pecado»
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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