Ayuda, no soy consistente en la oración
¡Hola Jóvenes Verdaderas! Bienvenidas al último episodio de nuestra serie: «¡Ayuda!». Hoy queremos hablarte a ti, quien una y otra vez has intentado mantener una vida de oración, pero luego de tantos intentos, te sientes en medio de una monotonía en tus oraciones.
Seguramente te ha pasado que estás en medio de la oración y de repente se te va el pensamiento a alguna parte y no sabes ni dónde te quedaste, qué fue lo último que dijiste, qué era lo siguiente que tenías en tu lista para orar, o que oras exactamente por las mismas cosas que ya te sientes como un robot. Quizá te ha pasado que tienes el deseo tan grande de que tu tiempo de oración sea largo y disfrutable pero cuando abres los ojos te das cuenta que solo pasaron 3 minutos! ¿Te sentiste identificada? ¡Acompáñanos!
Frases destacadas:
- Cuando vayas a Dios en oración, quítate …
¡Hola Jóvenes Verdaderas! Bienvenidas al último episodio de nuestra serie: «¡Ayuda!». Hoy queremos hablarte a ti, quien una y otra vez has intentado mantener una vida de oración, pero luego de tantos intentos, te sientes en medio de una monotonía en tus oraciones.
Seguramente te ha pasado que estás en medio de la oración y de repente se te va el pensamiento a alguna parte y no sabes ni dónde te quedaste, qué fue lo último que dijiste, qué era lo siguiente que tenías en tu lista para orar, o que oras exactamente por las mismas cosas que ya te sientes como un robot. Quizá te ha pasado que tienes el deseo tan grande de que tu tiempo de oración sea largo y disfrutable pero cuando abres los ojos te das cuenta que solo pasaron 3 minutos! ¿Te sentiste identificada? ¡Acompáñanos!
Frases destacadas:
- Cuando vayas a Dios en oración, quítate cualquier máscara que tengas puesta, porque aún si te la dejas, te aseguro que Dios ve a través de ella. Sé humilde y ve delante de Dios tal cual tu corazón se encuentra en ese momento.
- No venimos al Señor para darle a conocer nuestras necesidades como si Él no las supiera. El Salmo 139:4 dice: «Aun antes de que haya palabra en mi boca, Oh Señor, Tú ya la sabes toda».
- La oración tiene que ver con una actitud de rendición de nuestro corazón delante de un Dios que es soberano y conoce cuáles son nuestras verdaderas necesidades y tiene el poder para suplirlas.
- Venimos a Dios en oración para alinear nuestro corazón al suyo, no para alinear el corazón de Dios al nuestro.
- Venimos al Padre con una actitud de humildad, sabiendo que nuestra posición delante de Él es una posición tan pequeña ante un Dios Todopoderoso a quien le debemos toda nuestra adoración y dependencia total, porque sin Él nada somos y nada podemos lograr.
- Aun en los momentos de mayor angustia, Cristo vino con una actitud humilde delante de Dios, no para convencerlo de nada, sino para rendir Su voluntad al Padre.
- Por más simples que parezcan tus necesidades diarias y que al orarlas cada día te hacen sentir que hay una monotonía en tus oraciones, que esto te lleve a reconocer que aun esas cosas tan sencillas de la vida ordinaria dependen de la provisión de Dios.
- ¿Cuántas veces le pedimos al Señor más allá de nuestras necesidades materiales o físicas? ¿Cuántas veces le pedimos que nuestra vida espiritual sea fortalecida y que nos ayude a resistir ante la tentación, a ser más como Él?
- Nos volvemos tan rutinarios y repetitivos en nuestras palabras porque desconocemos cómo es el carácter de Dios y no meditamos en Él y en Su provisión, en la manera en la que provee para las necesidades de Sus hijos.
¿Cómo hacerlo?
- La solución al problema de lo rutinario de una oración es venir con una actitud humilde delante de Dios, reconociendo quién es Él, conocer Su carácter a través de lo que Él ha dicho de Sí mismo y orar a través de pasajes de la Escritura. ¡Ora los salmos!
- Usa el acróstico PRAY o haz el tuyo personalizándolo.
P (praise) ADORAR
R (repent) CONFESAR
A (ask) PEDIR
Y (yield) RENDIR
- Usa el acróstico ARPA Adora, Reconoce, Pide, Agradece (ARPA).
«Básicamente, lo que tú haces es tomar las palabras que se originaron en el corazón y la mente de Dios, y las haces circular a través de tu corazón y tu mente de regreso a Dios. De este modo, Sus palabras vienen a ser las alas para tus oraciones». -Donald Whitney
«Abre la Biblia, empieza a leerla, haz una pausa en cada versículo y conviértelo en una oración». -John Piper
Recursos recomendados:
- Blog, «Lleva tu vida de oración fuera de la caja»
- Blog, «La mejor forma de llamar la atención»
- Blog, «10 lecciones de la oración tomadas de la vida de Daniel»
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