Antes transgénero, ahora transformada

Temporada: Antes transgénero, ahora transformada con Laura Perry | Temas: Emociones , Evangelio , Jóvenes , Sexualidad

Creía que Dios no me amaba y que era inferior o de segunda clase.
Fui rechazada, abandonada, abusada y utilizada; y comencé a creer la mentira de que yo no tenía valor. Me sentí más rota a lo largo de los años y más destruida, y realmente comencé a perder la esencia de quién era.
Sentía que no valía nada, que no tenía identidad. Y entonces fue cuando comencé a pensar que si Dios era bueno, ¿por qué me había creado mujer?
Aparté mi corazón de Dios y comencé a huir de Él. Le dije a Dios que nunca volvería a servirle. No quería nada con Dios. Y recurrí a una identidad transgénero.
Con los años me di cuenta de que realmente nunca podría convertirme en un hombre, y eso era difícil de admitir. Vivía …

Creía que Dios no me amaba y que era inferior o de segunda clase.
Fui rechazada, abandonada, abusada y utilizada; y comencé a creer la mentira de que yo no tenía valor. Me sentí más rota a lo largo de los años y más destruida, y realmente comencé a perder la esencia de quién era.
Sentía que no valía nada, que no tenía identidad. Y entonces fue cuando comencé a pensar que si Dios era bueno, ¿por qué me había creado mujer?
Aparté mi corazón de Dios y comencé a huir de Él. Le dije a Dios que nunca volvería a servirle. No quería nada con Dios. Y recurrí a una identidad transgénero.
Con los años me di cuenta de que realmente nunca podría convertirme en un hombre, y eso era difícil de admitir. Vivía con un hombre que vivía como una mujer, así que éramos transgéneros opuestos. Y después de un tiempo se hizo muy obvio que yo fui creada como mujer, aunque no queríamos reconocerlo.

No importa en qué dirección estemos corriendo, siempre estamos corriendo hacia algún lugar donde Dios puede alcanzarnos, no podemos realmente alejarnos de Él.
Podemos seguir rechazándolo, pero nunca estamos fuera de Su alcance, sin importar lo que hayamos hecho. Dios simplemente comenzó a revelarse poco a poco.
Yo sabía que estaba viviendo una mentira. Sabía que esto no era real.
Queremos encontrar formas de satisfacernos a nosotras mismas que no son la forma en que Dios dice porque no creemos en la Palabra de Dios.
Comencé a ver que mi corazón cambiaba y comencé a tener hambre y sed de la Palabra como nunca en mi vida. Yo había crecido en un hogar cristiano. Lo había escuchado toda mi vida. Había oído el evangelio una y otra vez. Me había arrepentido, pero nunca había puesto mi fe y confianza verdaderamente en Cristo, porque realmente no conocía a Cristo.
Tenía todo este conocimiento intelectual y de repente encontré mi corazón en una dirección completamente diferente…Yo no había deseado a Dios, y de repente lo anhelaba.

- El camino de Dios es bueno. Creo que cuando era joven, a menudo creía que Dios era quien establecía estas reglas y que era solo para evitar que nos divirtiéramos.
- Dios es mucho mejor que todo el sexo y el pecado sexual en el que estuve durante años. Vivir como transgénero me dejó tan vacía y rota. Salía de estos encuentros sintiéndome tan sucia y usada, como si un pedazo de mi corazón se hubiera desgarrado por todas partes. Una forma simple de resumirlo es que el sexo fuera del matrimonio o una relación íntima fuera del matrimonio vacía nuestro tanque de amor.
- El diseño de Dios es mucho más satisfactorio y gratificante. Si pudiera decirles algo a estas jóvenes sería: ¡Vale la pena esperar y hacer las cosas a la manera de Dios!
- Si alguno está en Cristo es una nueva criatura. Las cosas viejas han pasado. He aquí, todas las cosas son hechas nuevas (2 Co. 5:17). Ese es el caso cuando seguimos al Señor. No importa lo que hayamos hecho en el pasado, somos limpias, redimidas y hechas nuevas.