¿A tu manera o a la manera de Dios?
¿Qué piensas cuando escuchas la palabra autoridad? ¿Cómo te hace sentir ese concepto?
¿Piensas que la autoridad está relacionada a cosas o reglas que otros imponen para privarte de cosas que deseas como si fuera algo en contra de la diversión?
Todas tenemos el deseo interno de vivir conforme a nuestra sabiduría o hacer las cosas a nuestra manera y no tomar en cuenta la autoridad de Dios o las autoridades que Él ha puesto alrededor de nosotras. Acompáñanos en el episodio de hoy y descubre si es mejor vivir a tu manera o a la manera de Dios.
Frases destacadas:
- El deseo escondido de hacer las cosas a nuestra manera es parte de la naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán y Eva, puesto que su corazón no se conformó con la autoridad de un Dios bueno, amoroso y perfecto.
- Eva decidió convertirse en su propia autoridad y el resultado …
¿Qué piensas cuando escuchas la palabra autoridad? ¿Cómo te hace sentir ese concepto?
¿Piensas que la autoridad está relacionada a cosas o reglas que otros imponen para privarte de cosas que deseas como si fuera algo en contra de la diversión?
Todas tenemos el deseo interno de vivir conforme a nuestra sabiduría o hacer las cosas a nuestra manera y no tomar en cuenta la autoridad de Dios o las autoridades que Él ha puesto alrededor de nosotras. Acompáñanos en el episodio de hoy y descubre si es mejor vivir a tu manera o a la manera de Dios.
Frases destacadas:
- El deseo escondido de hacer las cosas a nuestra manera es parte de la naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán y Eva, puesto que su corazón no se conformó con la autoridad de un Dios bueno, amoroso y perfecto.
- Eva decidió convertirse en su propia autoridad y el resultado fue que todo terminó en destrucción y dolor. Muy pronto se dio cuenta que la vida a su manera no era mejor que la manera de su Creador, y que allí estaba su satisfacción completa.
- Cuando prestamos atención a una mentira y la consideramos en nuestros corazones, al final nos desviamos porque pensamos que podemos establecer las reglas y se nos olvida que no lo podemos hacer porque hemos sido creadas.
- Tenemos que recordar que es nuestro Creador quien define las reglas del juego de nuestras vidas porque Él es la autoridad suprema.
- En el momento en el que tú y yo decidimos rechazar la autoridad de Dios expresada primeramente en Su Palabra, pero también en la autoridades que ha puesto alrededor de nosotras que son medios de gracia para protegernos, entonces estamos yendo en contra completamente a la voluntad de Dios.
- Nos dejamos engañar por nuestro corazón cuando deseamos hacer nuestra propia voluntad y llegamos a pensar que si no nos sometemos a las autoridades, entonces voy a ser una joven libre, pero esa es una mentira.
- Te sometes a la autoridad de la mentira que has creído y eso es como una trampa que te va envolviendo hasta dejarte en una oscuridad en donde nos puedes discernir entre la verdad y el error. El pecado y sus mentiras pasan a ser la autoridad de nuestra vida y pasamos a ser esclavas de él.
Preguntas de reflexión:
Es importante que en esta etapa te preguntes a quién le estás cediendo la autoridad en tu vida.
- ¿Quién es tu autoridad al mirarte al espejo y ver el valor que Dios te ha dado en lugar de todas esas mentiras? Cuando miras las chicas que lucen perfectas en redes sociales según la opinión del mundo y te miras a ti misma, ¿qué piensas? ¿Tienen esas imágenes la autoridad final en tu corazón de cuál es el estándar de la belleza o es Dios y Su palabra lo que tiene cabida en tu corazón?
- ¿Cuáles son las voces que tienen cabida en tu corazón? ¿Las influencers? ¿Amigas que sabes que no te convienen porque no son amistades que no aportan para tu influencia espiritual?
- ¿Cómo vas a asumir tu feminidad y el diseño de Dios para tu vida? ¿Cómo te vas a relacionar con las personas a tu alrededor, con el chico que te gusta, con tu mejor amiga, con tus padres? ¿Cómo vas a usar tu tiempo, tus redes sociales, decidir sobre tu futuro, tu carrera?
- ¿Quién tiene la voz más fuerte en tu vida? ¿A cuál autoridad te estás sometiendo?
Ya no tienes que vivir bajo las demandas y expectativas de tu carne. Ya eres libre para someterte a Dios y a Su autoridad. ¡El pecado ya no es tu amo! ¡Dios tiene la autoridad suprema!
Recurso recomendado:
- Blog, «¿Es la Palabra de Dios tu autoridad?»
- Blog, «Autoridad no es una mala palabra»
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