Verdad para combatir la depresión, día 2
Nancy DeMoss Wolgemuth: El doctor David Murray explica que a menudo hay una brecha entre lo que decimos que creemos y cómo vivimos.
Dr. David Murray: Cuando le pregunto a un creyente: «¿Crees que tus pecados han sido perdonados?», dice: «¡sí!»; pero cuando le pregunto: «¿Hay algún pecado de tu pasado en el que pienses constantemente?», normalmente dice: «sí, lo hay…»
Así que aquí tenemos una contradicción, una guerra qué pelear con el evangelio. Porque Dios ha borrado ese pecado –la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy: ¿Podrías decir que eres una buena detectora de mentiras? ¿Qué tan buena eres para detectar las mentiras, no las mentiras de las personas que te rodean, sino las mentiras que tú misma puedes estar creyendo? Los doctores David y Shona Murray nos …
Nancy DeMoss Wolgemuth: El doctor David Murray explica que a menudo hay una brecha entre lo que decimos que creemos y cómo vivimos.
Dr. David Murray: Cuando le pregunto a un creyente: «¿Crees que tus pecados han sido perdonados?», dice: «¡sí!»; pero cuando le pregunto: «¿Hay algún pecado de tu pasado en el que pienses constantemente?», normalmente dice: «sí, lo hay…»
Así que aquí tenemos una contradicción, una guerra qué pelear con el evangelio. Porque Dios ha borrado ese pecado –la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy: ¿Podrías decir que eres una buena detectora de mentiras? ¿Qué tan buena eres para detectar las mentiras, no las mentiras de las personas que te rodean, sino las mentiras que tú misma puedes estar creyendo? Los doctores David y Shona Murray nos acompañan nuevamente para ayudarnos a pensar en esto.
Ellos nos explicarán por qué las mentiras son tan dañinas –especialmente cuando vienen como producto de la ansiedad y la depresión– ¡y nos indicarán la verdad que nos hace libres! Aquí está Dannah Gresh para dar inicio a la conversación de hoy.
Dannah Gresh: Sé que una de las cosas de las que ustedes, David y Shona, hablan mucho es algo de lo que Nancy y yo también hablamos mucho, hemos escrito varios libros sobre el tema. Me refiero al tema de que muchas veces la depresión y la ansiedad son alimentadas por las mentiras que creemos.
Y quiero hablar un poco de eso, porque creo que es una de las claves importantes para superar la ansiedad y la depresión. Tenemos que identificar esos pensamientos falsos; tenemos que identificar esas mentiras, y tenemos que reemplazarlas con la verdad de Dios.
Una de las mentiras que creemos es: «Tengo que arreglar el mundo», «el mundo no seguirá girando sin mí». O tomamos versículos de la Escritura como Proverbios 6:10 que dice: «Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar», y los usamos sin ver la totalidad de la Escritura. Porque también leemos que: «no se supone que duermas demasiado y te conviertas en un perezoso». Ahora, ¡se supone que debemos descansar! Dios nos creó para descansar. Es uno de los diez mandamientos. ¡Escucha! Déjame decirlo de nuevo, es uno de los diez mandamientos. Dios nos ordenó descansar.
Entonces, díganme, ¿cuáles son otras mentiras tóxicas que las mujeres creemos, que realmente nos llevan a la ansiedad y a la depresión, de modo que entonces podamos verlas a la luz de las Escrituras y combatirlas? Aquí está la verdad que necesitas entender.
Dr. David: Sí, te daré algunas de ellas, Dannah. Creo que las claves están relacionadas con la identidad, y esa no es fácil de descubrir en nosotros.
Nuestra identidad es tan profunda que a menudo no somos conscientes de ella. Una cosa es identificar una mentira sobre algo que hemos dicho, pero identificar realmente una mentira sobre nuestro ser –cómo nos vemos a nosotros mismos– es mucho más difícil.
Las mentiras que me he encontrado con mucha frecuencia entre hombres y mujeres, niños y niñas son: «Yo soy mi cuerpo», por ejemplo. Nueve de cada diez chicas no están contentas con su cuerpo, así que se definen como: «Soy gorda, flaca, alta, pequeña, fea, hermosa». Y esa es la suma y la sustancia de lo que son. «Yo soy mi cuerpo». Eso es una mentira. Tu cuerpo es parte de ti, pero tú no eres tu cuerpo.
Dannah: Podemos hacer una pausa en eso, porque estoy pensando en algo realmente importante.
Dr. David: Claro.
Dannah:Tal vez solo sea importante para mí, pero cuando dices eso… En primer lugar, me identifico con ello porque el COVID no fue amable con mi cuerpo. Tal vez ustedes siguieron comiendo vegetales, pero yo fui al supermercado y compré una gran caja de galletas cuando empezamos a refugiarnos en casa durante catorce días.
Al final de un año de lucha contra esta pandemia, de estar en esto con todo el mundo, peso mucho más de lo que pesaba. Me encanta que hace un año no pensaba en mi cuerpo. Y ahora estoy pensando en mi cuerpo, y me siento consciente de mí misma… Así que ya sabes, me estoy creyendo la mentira.
Créeme, el Señor me está diciendo que quiere que cuide mejor mi cuerpo, pero también hay una mentira ahí, que mi valor está en cómo me veo. ¿Y sabes a qué verdad me está llevando el Señor que me está liberando?
En 1 Corintios 6:19 y 20 dice: «¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo…»
Ahora, esto es lo que Dios está aclarando en mi mente. En primer lugar, lo opuesto a decir que «mi cuerpo es mi identidad», no es decir que «mi cuerpo no sea importante». Sí es importante, es el templo de Dios. Y eso es lo que es tan difícil de este proceso. La verdad que me hará libre –al menos esto es lo que el Espíritu de Dios está trabajando en mi corazón– es que mi cuerpo sí importa porque es el templo del Espíritu Santo. Pero mi cuerpo no debe traerme gloria porque se ve muy bien de acuerdo a los estándares del mundo. Mi cuerpo debe dar gloria a Dios. La manera en que cuido mi cuerpo debe apuntar a Jesús. Ese debería ser el objetivo.
Creo que eso es lo difícil de todo este asunto de las mentiras y la verdad. Podemos identificar las mentiras, pero encontrar la verdad no siempre es fácil, porque no siempre es lo contrario a la mentira, ¿no es así?
Dr. David: A veces está en el medio. Se trata de evitar los extremos de la idolatría del cuerpo y el descuido del cuerpo. Pero no solo está en el medio. Considero que tu énfasis, Dannah, es excelente. También introduce un elemento vertical, tiene que ver con Dios, traer nuestros cuerpos a Dios. Creo que eso nos mantendrá en ese lugar intermedio de la verdad.
Si te sirve de consuelo, una encuesta reciente descubrió que la mitad de los hombres ganaron 37 libras durante la pandemia y la mitad de las mujeres ganaron 22 libras.
Dannah: ¡Gracias a Dios! Eso se siente muy bien. ¡Gracias por compartir eso!
Dra. Shona: Sabes, Dannah, somos seres extremistas. Tendemos a ir de un extremo al otro. ¿Qué es vivir ante Dios de manera correcta? Llegaremos a esto en el cielo –a conseguir el equilibrio correcto.
En cuanto a nuestros cuerpos y a mantenernos sanos, lo que es realmente importante es la motivación. Así que puedo intentar mantener mi IMC (índice de masa corporal) en un nivel muy bueno, mientras que todo el mundo me admira, y eso es simplemente fantástico, esa es la motivación, que todo el mundo piense que luzco genial.
O bien, puedo intentar mantener mi cuerpo sano, mi índice de masa corporal (IMC) dentro de un buen nivel, de modo que tal vez pueda vivir más tiempo, estar más en forma y ser más capaz de servir a Dios y administrar los recursos que tengo.
Dannah: Ahí se encuentra todo, ¿no es cierto?
Dra. Shona: La clave es la motivación, ¿qué es lo que nos impulsa? ¿Soy yo o es Dios?
Dannah: Sí, buen punto. Bueno, ¡ya desarmamos esa mentira! David, ¿cuál es la siguiente? Ibas a mencionarla.
Dr. David: Sí, déjame leer unas cuantas, y tú puedes elegir en cuál profundizamos.
«Yo soy mis calificaciones o títulos…»
Dannah: Sí, o «yo soy mi trabajo».
Dr. David: Hay personas que obtienen su sentido del valor en sus calificaciones o títulos, o en su trabajo.
«Yo soy mis amigos». Construir tu identidad en torno a los amigos (ya sea en las redes sociales o en la vida real).
«Yo soy mi pecado». Puede haber un pecado del pasado que domina nuestro pensamiento.
Dannah: Ese, detengámonos ahí mismo. Nos saldremos un momento del camino y nos detendremos en esta mentira, porque esa es una muy grande.
Dr. David: Sí, lo es. De nuevo, ahí es donde entra el evangelio, ¿no? Es extraño porque si le preguntas a cada cristiano, «¿crees que tus pecados son perdonados?» Dirán: «¡sí!» Pero les pregunto: «¿Existe algún pecado de tu pasado en el que pienses todo el tiempo?» Dirán: «sí, lo hay».
Es una contradicción que necesita una constante batalla evangélica. Debemos pelear contra esa culpa falsa, porque Dios la ha quitado por la sangre de Cristo que limpia de todo pecado. Creo que lo que necesitamos no es un lavado de cerebro… Es un lavado evangélico, es decir un lavado con el evangelio.
Y el enemigo, Satanás, está involucrado en esto. Él es el acusador del pueblo de Dios, y necesitamos –por decirlo así– golpearlo con el evangelio. Lo que quiero decir es que tenemos que ser implacables con el diablo.
Dannah: ¡Es una batalla!
Dr. David: ¡Ve, por ejemplo, la guerra! Es desagradable, es agotadora. Ayer estaba leyendo las tentaciones de Cristo, y al final dice (y fue un maravilloso consuelo para mí): «El diablo lo dejó por un tiempo» (Mat. 4:11) Y quizás eso es lo mejor que podemos esperar en este mundo. Pero es ¡un tiempo precioso! ¡Voy a disfrutarlo tanto como pueda!
Dannah: Bueno, creo que mi propio testimonio se trata de haber estado al borde del abismo, probablemente durante una década, por causa de las decisiones que tomé cuando era adolescente. El pecado me causó mucha vergüenza. En mi mente creía que estaba perdonada. Estaba aquí arriba, atrapado en mi cabeza.
Pero cada mañana me despertaba y tenía esta sensación: «Los pájaros están cantando, el sol está brillando, pero algo no anda bien. ¿Qué es? Oh, sí, eso». Como cuando dijiste hace un momento: «Ese pecado en el que no puedes dejar de pensar». Podía darme cuenta exactamente cuando estaba luchando contra eso.
Me encantó lo que dijiste, un lavado con el evangelio. ¿Cómo ayudamos a esa mujer que está escuchando ahora mismo, y no puede dejar de pensar en el aborto que se hizo, no puede dejar de pensar en las relaciones que tuvo de adolescente, no puede dejar de pensar en esa temporada en la que vivió como lesbiana, no puede dejar de pensar en ese robo? ¿Cómo podemos lavar su corazón con el evangelio en este momento y reorganizar su mente con la verdad?
Dr. David: No debemos minimizar el pecado. «Sí, soy un pecador». Seamos honestos y directos. Porque la confesión es el camino al perdón. Y creo que después eso se convierte en una identidad. Sí, somos pecadores mientras vivimos, pero ahora somos cristianos, y esa debe ser la mayor parte de nuestra identidad.
Por lo tanto, debemos recordándonos a nosotros mismos:
- Soy amado por Dios por toda la eternidad, para siempre.
- Soy hijo de Dios.
- Soy aceptado por Dios.
- Por mucho que los demás me alejen o me rechacen, Dios me acepta al cien por ciento.
- Más que eso, ¡soy un gozo para Dios!
Me encanta llevar a la gente a Sofonías 3:17, donde la Escritura habla de que Dios canta sobre Su pueblo, Israel. No era precisamente un pueblo excelente. Pero Él se deleitaba con ellos y cantaba canciones sobre ellos. Y esa es una verdad para cada uno de los cristianos.
Por lo tanto, creo que para esa mentira de identidad de «yo soy mi pecado», tenemos que volver al evangelio. «¡No! Mi pecado es parte de mi vida, ¡pero soy amado por Dios! Soy hijo de Dios. Soy aceptado por Dios, soy perdonado por Dios, soy de gozo para Dios».
Dannah: Y ese versículo, Sofonías 3:17, dice: «…en Su amor guardará silencio…» Me gustaría pensar que Él silencia esos pensamientos destructivos que nos llegan. Sé que yo estaba metiendo esos pensamientos en mi cabeza cuando tenía veintiséis, veintisiete, veintiocho años, siendo una mujer que no podía creer que la sangre de Cristo era suficiente para mi pecado.
¿Cuál es un paso práctico que deben dar las mujeres? Tal vez aquellas que escuchan y dicen: ¡Lo he confesado al Señor 5,000 veces! He hablado con el Señor sobre ello». ¿Qué necesita hacer si tiene este secreto en su pasado que no desaparece?
Dra. Shona: Algunas mujeres tienen un pecado así en su vida, y nunca se lo han dicho a nadie; nunca lo han compartido con nadie. Están avergonzadas. Incluso temen el día del juicio. Tienen la sensación de: «¡Todo el mundo verá esto!»
Pero la realidad es que cada una de nosotras alberga pecados de nuestro pasado de cualquier tamaño o forma, y ante Dios están lavados para siempre. Así que, creo que si eres joven, busca a alguien en quien puedas confiar, que tenga sabiduría, alguien que sepas, que no va a romper la confidencialidad.
Esa es otra cosa. No vas a compartir esto con alguien que simplemente lo compartirá como una «necesidad de oración» con otras cincuenta personas, y entonces todo el mundo lo conoce. Así que, número uno, encuentra una amiga de confianza, de preferencia alguien más sabia y mayor, y simplemente exponlo ante ella. Dile: «Sé que estoy perdonada, pero quiero compartir esto contigo».
A veces el mismo acto de compartirlo y ser honesta y abierta verbalmente con otra cristiana da un tremendo alivio. No cambia las cosas, no es una confesión –en el sentido de la confesión sacerdotal. No es eso. Ya lo has confesado ante el Gran Sumo Sacerdote.
Pero como somos humanos, Satanás puede hacernos caer en una trampa, y eso es parte de la ansiedad que esto genera. Se hace más y más grande, como una bola de nieve que va tomando impulso y tamaño.
En cambio, puedes llevar eso a una amiga y decirle: «¡Aquí está! Quiero contarte esto, y necesito ayuda con esto. Necesito que ores por mí».
Dannah: Sí, eso no es solo una buena idea, ¡esta es la Escritura! Santiago 5:16 dice: «Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados…» Así que hay una obra de sanidad que Dios ha confiado al cuerpo de Cristo.
Dra. Shona: La expresión moderna es «cerrar ciclos». Es un concepto muy común que los seres humanos necesitan.
Dannah: Y una vez que lo hemos confesado a Cristo, ya no estamos en oscuridad. Estamos viviendo en la luz del Señor. La Escritura dice: «Vivan como hijos de la luz, no como si todavía estuvieran en las tinieblas, y no tengan nada que ver con esas viejas obras oscuras, sino expónganlas» (parafraseado de Ef. 5:8-11).
Eso es lo que dice realmente Efesios 5:11: «¡expónganlos!». En mi caso, tuve que llegar a un punto, cuando tenía unos veintiséis años, en el que decidí creer en esa parte de la Escritura. Saqué mi pecado a la luz haciendo justo lo que dices. Se lo dije a una mujer mayor, más sabia y piadosa, luego se lo conté a mi esposo, y luego se lo conté a mi madre.
¡Las tres conversaciones más aterradoras que he tenido! ¡Fue aterrador! ¡Cada una de ellas resultó en una bendición, sanidad y cierre –como mencionaste! Al enemigo le encanta decirnos lo contrario, pero la verdad es que, si se lo dices a alguien, vas a encontrar que tu identidad realmente es restaurada, ¡eres una pecadora, pero eres redimida por Jesús!
Dra. Shona: Y sabes que te quieren por lo que eres, con todo lo que hay en tu pasado.
Dr. David: Pienso también que algunas de las ilustraciones en la Escritura incluso son más poderosas que las verdades, por así decirlo. Puedes decirle a alguien: «Estás perdonado». Pero en realidad Dios nos da imágenes, ilustraciones que son mucho más «atrayentes» que las palabras.
Algunas de ellas, Isaías 1:18, «Aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos». Salmo 103:12, Él aleja nuestros pecados de nosotros, «como está de lejos el oriente del occidente…» Luego uno de los profetas, Miqueas 7:19, «…hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados».
Hay muchas, muchas más ilustraciones, y considero que hay que llenar nuestras mentes con estas imágenes. Este es un buen «Instagram», por así decirlo. Es un «Evangeliogram». Es usar la verdad basada en imágenes que Dios nos ha dado, y creo que a menudo eso puede quedarse en nuestras mentes y ser más influyente en nuestras almas que incluso la teología sistemática.
Dannah: ¡Me encanta eso! ¿Sabes lo que está pasando ahora mismo?
Dr. David: ¿Qué?
Dannah: Siento mariposas dentro de mí. ¡Siento tanto gozo cuando hablamos de la verdad! Y al hablar de la verdad y que somos lavados unos a otros en el agua de la Palabra, ¡eso es lo que sucede!
Anhelo que las mujeres que nos escuchan y que han estado en esta batalla con la depresión, que han estado bajo este peso por tanto tiempo, ¡que ese sea su estándar!
Dra. Shona: Quiero darles otro versículo, Dannah, que es muy útil, me ayudó enormemente. Está en Isaías 54 y habla de la mujer desamparada, sacudida por la tempestad y afligida, y Dios promete una hermosa imagen de un edificio.
«Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, Yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos en zafiros. Haré tus almenas de rubíes, tus puertas de cristal y todo tu muro de piedras preciosas» (Isa. 54:11-12). Es este hermosísimo edificio –esta imagen y creación de Dios que Él promete hacer. Las tres grandes palabras de esperanza son: Yo lo haré.
Dannah: Nosotras no tenemos que hacerlo, Él lo hará. Guau, ¡descansen en eso! Eso nos lleva de vuelta al inicio, ¿no es así?
Dr. David: Sí, nos lleva de vuelta al libro de los salmos, Dannah. Creo que esto es lo que me encanta de todo este tema de la depresión y la ansiedad. A menudo la gente me dice: «¿No es realmente deprimente? ¿¡No podrías dedicarte a otra cosa!?»
Dannah:Tengo que confesar que cuando dijiste: «Me encanta ese tema», pensé: «Esa es una frase graciosa». «¡Me encanta el tema de la depresión y la ansiedad!» ¡No me digas!
Dr. David: Bueno, soy escocés. Pero lo que ves es cómo Dios lo usa y el bien que resulta de ello. Es como la ostra cuando tiene un grano de arena que le irrita mucho, y lo recubre con esta hermosa capa blanca, que lo hace un poco más grande y más irritante. Así que lo recubre con aún más de ese material blanco y eso lo hace aún más irritante, pero al final obtienes una perla de ello. Aunque realmente empezó como un grano de arena irritante.
Eso es lo que he visto que hace la depresión en muchas vidas, incluyendo la vida de mi esposa.
Pienso en el Salmo 30:5, permítanme leerlo: «Porque Su ira es solo por un momento, pero Su favor es por toda una vida. El llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría».
Creo que cuando los cristianos pasan por momentos de depresión y ansiedad, el gozo que encuentran al otro lado de eso es inmensurablemente mayor que el que tenían antes.
Y la forma en que se aprecia cada día de sanidad, de solidez mental, de «¡caminar en la luz!» ¡Es mucho más valioso de lo que era antes!
Dannah: ¡Qué hermosa imagen! Me pregunto, Shona, si podrías orar esa Escritura por las mujeres que están escuchando ahora mismo. Ora por aquello en sus vidas que es un doloroso grano de arena, que es doloroso cada día que lo sienten, para que Dios comience a cubrirlo, y que esto se convierta en una perla en sus vidas.
Dra. Shona: Señor Jesús, queremos orar por cada mujer que nos está escuchando –por cada mujer que está sintiendo el dolor de la ansiedad y la depresión, que está en una profunda oscuridad e incluso en desesperación. Señor, sabemos que Tú comprendes esa oscuridad incluso de una manera mucho más profunda. Te damos gracias porque eres el gran Salvador amoroso que se deleita en sacarnos del pozo de las tinieblas y que nos asienta firmemente en la Roca para que podamos amarte, adorarte y experimentar el gozo que hay en Ti.
Señor, llena a estas mujeres con Tu Espíritu. Muéstrales que Tu pueblo las ama. Pero sobre todo, que Tú nos amas. Sácalas de la dificultad, la prueba y el cansancio, y conviértelas en esa hermosa perla de ostra. Te agradecemos, Señor, por Tu gran poder. En el nombre de Jesús oramos, amén.
Dannah: ¡Amén!
Nancy: Independientemente de lo abrumada que te sientas por la depresión o la ansiedad o alguna otra prueba, ¡siempre tienes esperanza en Jesús! David y Shona Murray han estado con nosotros en los últimos días compartiendo sobre esta verdad y también de su sabiduría y experiencia con estas emociones y situaciones.
Me encanta que nos hayan apuntado a la Palabra de Dios para ayudarnos a combatir las mentiras que tan fácilmente creemos. Si estás luchando con creer las mentiras del enemigo, espero que sigas algunos de los consejos prácticos que acabamos de escuchar. También te animo a buscar a alguien maduro en la fe con quien puedas hablar.
De hecho, de vez en cuando recibo un mensaje de alguna amiga joven que ha luchado contra la depresión y la ansiedad, y ella me pregunta: «¿Tienes unos minutos para hablar y orar conmigo?»
Y para mí es un honor hacerlo –animarlas a buscar al Señor y ayudarlas a reemplazar las mentiras que las asedian con la verdad de la Palabra de Dios. Porque esta realmente puede liberarlas.
Ahora, no hay una fórmula mágica para tratar este tipo de problemas, pero quiero enfatizar que ¡no estamos sin esperanza! Tenemos la bendición de podernos aconsejar con la verdad –buscar el consejo piadoso de amigos piadosos– y obtener verdades bíblicas concretas y pasos a seguir. ¡Y tenemos al Espíritu de Dios que nos promete Su presencia!
Dannah: ¡Así es! Y me gustaría compartir algunos de los comentarios que los oyentes han escrito con respecto a este tema que hemos estado tratando esta semana. Realmente es esperanzador leerlos.
Una mujer escribió:
«Dios bendiga todo el ministerio de Aviva Nuestros Corazones. Ha sido de gran bendición para mi vida. Me han guiado en medio de mi depresión, y por la gracia de Dios, la estoy superando poco a poco. Qué consuelo fue para mí escuchar esas palabras en la serie Lidiando con la depresión y la duda. Dios las bendiga siempre. Gracias».
Otra dijo:
«Doy primeramente gracias a Dios por traer Su Palabra a mi vida por medio de estos recursos. La verdad es que últimamente me siento atemorizada por el futuro, mi alma se aflige al pensar en lo que pasará con mi país y con el mundo. También me duele constantemente ver lo común que es para mi alma pecadora olvidar las promesas de Dios, pero a la vez doy gracias porque Jesús ha cargado todo en mi lugar para que yo pueda tener esperanza y descanso en Él.
Qué alegría tener –no solo palabras de Dios sino también consejos para llevarlas a la práctica y vivir el evangelio. Tengo veinte años y me da temor el futuro –lo que vendrá– pero hoy he recordado que Dios nunca me ha abandonado y nunca lo hará. Él es mi Roca segura, y venga lo que venga mi alma debe alabarlo. La promesa de un reino bajo el gobierno de Cristo está cercana y eso nadie puede cambiarlo».
Y otras brevemente han comentado diciendo:
«Muchísimas gracias. Necesitaba estas palabras…sé que es Dios hablando»
«Dios sabe cuánto necesitaba escuchar estas palabras. Dios bendiga este ministerio»
«Gracias por cada podcast son muy reveladores para mí y aumentan mi fe»
«Hermanas, doy gracias al Señor por dirigirlas a este tema. He sido muy enseñada por el Espíritu Santo. Gracias hermanas. Que Dios siga usándolas con poder para llevar a otras mujeres al conocimiento de Dios».
Nancy: ¡Gracias Dannah por leer estos testimonios tan alentadores!
Aquí en Aviva Nuestros Corazones estamos comprometidas a equiparte con recursos prácticos y útiles que te apunten a la verdad. Y podrás encontrar todo un archivo de recursos en nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com, haciendo uso del buscador podrás encontrarlos por tema.
Sé que muchas mujeres han sido animadas por estas series de episodios. Así que quiero aprovechar para agradecerle a cada persona que ha hecho posible que este contenido llegue a cada oyente –de manera especial a nuestros colaboradores mensuales. Este episodio, así como todos los cientos de episodios y también artículos, libros, videos y más, son posibles gracias a sus oraciones y a su apoyo financiero.
Y si nos escuchas hoy y quieres ser parte de ese equipo y ser parte de la misión vital de nuestro ministerio, permitiéndonos llegar a mujeres con el mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo, te animo a convertirte en una colaboradora. Conoce más sobre esto en nuestra página avivanuestroscorazones.com.
Dannah: Gracias Nancy.
Ya sabes, visítanos allí en avivanuestroscorazones.com, y en la sección «Dona» –arriba a la derecha– encontrarás más información.
Y no olvides que puedes participar de la transmisión en vivo de las plenarias de la Conferencia True Woman 22. Eso será del 22 al 24 de este mes de septiembre por una donación. La información está disponible en truewoman22.com/espanol.
En una ocasión, cuando Kay Arthur se preparaba para cumplir ochenta años de edad, ella y Nancy tuvieron una conversación en la que Kay compartió su perspectiva sobre envejecer para la gloria de Dios. En esa conversación Kay también habló sobre su experiencia de décadas de estudio de la Palabra de Dios. Escucha su sabiduría y consejos en nuestra próxima serie, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: Desafiandote a identificar las mentiras y reemplazarlas con la verdad, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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