¿Vale la pena ser una mujer verdadera?
Kari Windon: No tenemos una identidad, y estamos hambrientas de una porque todas las cosas que el mundo nos ha ofrecido se han convertido en arena y estamos buscando un cimiento. Necesitamos apoyarnos en algo que no cambie, que nos aporte una auténtica plenitud.
Annamarie Sauter: Esta es una mujer que asistió a una de nuestras conferencias…
Kari: La enseñanza que he podido extraer de los expositores de Mujer Verdadera y de la Escritura, que está ahí integrada y de toda la dinámica de Mujer Verdadera, es que hay una roca firme, y es Cristo, y en esa roca hay una identidad en la que podemos encontrar significado y propósito.
No llegaré al final de mi vida deseando haber trabajado más. No llegaré al final de mi vida deseando haber tenido mejor ropa. No llegaré al final de mi vida deseando que no me hubiera vuelto vieja y arrugada. Estoy …
Kari Windon: No tenemos una identidad, y estamos hambrientas de una porque todas las cosas que el mundo nos ha ofrecido se han convertido en arena y estamos buscando un cimiento. Necesitamos apoyarnos en algo que no cambie, que nos aporte una auténtica plenitud.
Annamarie Sauter: Esta es una mujer que asistió a una de nuestras conferencias…
Kari: La enseñanza que he podido extraer de los expositores de Mujer Verdadera y de la Escritura, que está ahí integrada y de toda la dinámica de Mujer Verdadera, es que hay una roca firme, y es Cristo, y en esa roca hay una identidad en la que podemos encontrar significado y propósito.
No llegaré al final de mi vida deseando haber trabajado más. No llegaré al final de mi vida deseando haber tenido mejor ropa. No llegaré al final de mi vida deseando que no me hubiera vuelto vieja y arrugada. Estoy segura de que llegaré al final de mi vida y anhelaré las oportunidades desperdiciadas de hablar verdad en las vidas de las mujeres. Creo que esa es una necesidad que Mujer Verdadera está llenando realmente.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Al final de tu vida, ¿qué crees que desearás haber hecho diferente? ¿Realmente crees que tu vida tiene valor y puedes tener un impacto en el mundo?
Hoy Nancy nos hablará más sobre esto en la continuación del mensaje con el que dio apertura a una de nuestras conferencias. Este se titula, ¿Qué es una mujer verdadera? Ayer ella nos recordó que no podemos ser mujeres verdaderas por nuestra propia cuenta, sino que somos dependientes de la gracia de Dios y de Su Espíritu para ser el tipo de mujer del que hablamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Al continuar su enseñanza, Nancy responderá la pregunta: ¿Realmente vale la pena ser mujeres verdaderas? También nos dará algunos ejemplos del impacto que tiene abrazar y vivir conforme a la Palabra de Dios.
Nancy DeMoss Wolgemuth:
¿Realmente importa todo esto?
¿Cuánto importa?
¿Es todo esto tan importante?
¿Por qué las mujeres necesitan aprender estas cosas?
¿Por qué necesitamos practicar estas cosas?
¿Qué está en juego?
¿Qué sucede si no vivimos de esta manera?
Bueno, Tito 2, el pasaje que hemos estado leyendo y otros más, dan instrucciones a los creyentes que se encuentran en diversas temporadas y estaciones en la vida. Repetidamente Pablo dice: «Así es como luce el evangelio en ti». En este pasaje, Pablo incluye tres cláusulas de propósito. Este es el «¿entonces qué?» Este es el motivo por el cual es importante. Mira estas tres cláusulas.
Primero, en el versículo 5: ¿Por qué es importante? «…para que la palabra de Dios no sea blasfemada».
El versículo 8: «…a fin de que el adversario se avergüence al no tener nada malo que decir de nosotros».
Y el versículo 10, «…para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto».
Amigas, hay mucho más en juego que nuestras vidas individuales. Hay un efecto dominó en nuestras vidas que va mucho más allá de lo que la mayoría de nosotras imaginamos.
Tal vez digas: «Las mujeres que hablan en conferencias de esa manera, obviamente necesitan ser mujeres verdaderas –la esposa del pastor; ella necesita ser una mujer verdadera; la directora del ministerio de mujeres, la persona que dirige nuestro grupo pequeño, ella necesita ser una mujer verdadera. Pero, ¿realmente importa si yo soy una mujer verdadera?»
Importa enormemente. No te imaginas el impacto que tiene tu vida en un mundo incrédulo y en otros que nos rodean, ya que hacemos que el evangelio sea creíble o no, por el grado en que nuestras vidas reflejan la sana doctrina y el evangelio de Cristo.
A medida que los no creyentes observan a los «cristianos» que conocen, si ellos nos ven siendo perezosas, adictas, con hijos rebeldes, con conflictos matrimoniales, inmorales, con relaciones disfuncionales, siendo poco amables con nuestras lenguas, con nuestras actitudes, sin una mentalidad sophrone, sin dominio propio, ¿a qué conclusiones llegarían acerca del cristianismo?
¿Acaso tu vida provoca que tu esposo, tus hijos, o que otros le falten al respeto o duden de la Palabra de Dios? ¿Les provee municiones para atacar lo que dices que crees? ¿O adorna tu vida y realza la doctrina de Cristo?
Un filósofo alemán del siglo 19 dijo: «Muéstrame tu vida redimida, y podría estar inclinado a creer en tu Redentor».
¿Qué diferencia hace cuando tú y yo vivimos vidas piadosas en un mundo impío? Hermanas, sus vidas, sus familias pueden ser una pequeña isla de piedad en un enorme océano de maldad, pero así es como el reino de Dios se expande. A medida que ellos ven tu luz, ven a Cristo en ti y son atraídos a Él, y son atraídos a creer; son impulsados a arrepentirse de sus pecados, a creer en el evangelio y a volverse a Cristo.
No subestimes el impacto de ser una mujer verdadera de Dios, teniendo el carácter y cumpliendo el llamado de una mujer verdadera de Dios.
El viernes pasado por la mañana recibí una llamada donde me avisaron que una prima había muerto repentinamente durante la noche. Ruth Ozinga tenía 61 años de edad. Ella se había convertido en una amiga muy querida en los últimos años, ya que había llegado a conocerla mejor. Era una guerrera de oración por nuestro ministerio y era una mujer verdadera, verdadera de Dios.
Ella había estado casada con su esposo Marty por 40 años. Tuvieron seis hijos que están en sus 20 y 30 años y ahora con seis nueras a partir de este año, la última se acaba de casar. A partir del próximo mes, tendrán 16 nietos, de 8 años hacia abajo. No sé si mis matemáticas son correctas…es algo así. Sí, son 15 ahora. El número 15 nació el miércoles pasado. El jueves Ruth sostuvo al recién nacido en sus brazos, y durante la noche de ese jueves, Ruth partió a la presencia del Señor.
Tuve el privilegio de asistir a su funeral ayer por la mañana en Chicago y me pidieron que compartiera brevemente algunas reflexiones sobre su vida en el servicio, al igual que dos de sus hijos y dos de sus hermanos. Las muestras de amor y afecto hacia ella y los homenajes sobre su vida fueron increíbles.
No estuve allí la noche antes para el velatorio, pero tengo entendido que durante siete horas la gente hizo fila en todo momento para poder hablar con la familia, para expresar su afecto por Ruth y sus recuerdos de ella. Me dijeron que había entre 3 mil y 4 mil personas en ese velatorio.
Pero estando en el servicio funerario ayer, el servicio memorial, escuchaba a las personas hablar sobre el impacto que ella había tenido en sus vidas –las personas que la conocían, la amaban, personas que habían sido amigos desde la infancia, sus hijos, sus nueras. Escuchaba a muchas personas hablar sobre el impacto de su vida.
Lo que conocí de ella, y lo que escuché que ellos describieron sobre ella es exactamente lo que hemos estado viendo en Tito capítulo 2. Escuché la historia de una mujer de carácter piadoso. Al principio estaba muy triste, y todavía lo estoy hasta cierto punto, cuando pienso en esos nietos preciosos que nunca conocerán a la abuela Ruth, que no tendrán la influencia de su vida aquí en la tierra, llevada tan joven.
Pero luego vi a esas preciosas nueras, y pensé, «ella oró por esas jóvenes de esta familia. Ella oró para que sus hijos tuvieran fe, ella y su esposo trabajaron juntos». Dios hizo la obra. Ella no se atribuía el mérito. A ella le importaba el legado y dejó su marca, y dejó su huella. Por generaciones venideras, mucho después de que todos los que estuvieron en el servicio hayan muerto y se hayan ido, ella seguirá hablando. Su impacto, el efecto dominó de su influencia continuará para las generaciones venideras, a medida que ellos pasen la antorcha, el testigo de la fe.
Ahora, es fácil mirar una vida así y pensar, «bueno, esa es la historia de alguien más. Pero mi vida está tan desordenada. Mi familia es tan disfuncional. Mi pasado es tan…lo que sea».
Amigas, para esto es la gracia. De eso se trata la cruz. Tú puedes ser así, por la gracia de Dios, Su mujer verdadera, peleando la batalla sobre tus rodillas, teniendo el carácter de una mujer verdadera y cumpliendo el llamado de una mujer verdadera, pasando el testigo de la fe a los que se encuentran a tu alrededor, siendo intencional. No simplemente andando errante por la vida, sino más bien diciendo, «Dios me ha puesto aquí en este planeta con un propósito y por la gracia de Dios, Señor, yo seré esa mujer verdadera para cumplir Tus propósitos santos en mi mundo para esta generación».
Al cerrar esta noche, quiero compartir con ustedes dos cartas que muestran el impacto de una mujer verdadera. En primer lugar, el impacto que se puede hacer en otras mujeres que nos rodean.
Quiero compartir una carta que fue escrita por una mujer que escuchó a mi querida amiga Holly Elliff. Holly ha estado en Aviva Nuestros Corazones en numerosas ocasiones. Muchas de ustedes conocen y aman su voz. Esta mujer le escribió a Holly, la había escuchado en nuestro programa en varias ocasiones. Aquí está el impacto que la vida de Holly como una mujer verdadera tuvo sobre esta mujer que ni siquiera la había conocido.
Querida Sra. Elliff:
Tenía que escribir una nota para decirle lo mucho que ha influenciado mi vida a través de sus consejos en Aviva Nuestros Corazones hacia la piedad. Hace poco que estoy bajo la sana doctrina, y he luchado para aprender a vivir piadosamente en los caminos ordinarios de la vida.
La primera vez que la escuché en el programa, mi alma estaba tan hambrienta, y en busca de ayuda, que sus comentarios calmados y llenos de experiencia me sacaron de un lugar oscuro y profundo. Lo que me ayudó fue la sensación de que su conocimiento no era teórico. Sonaban como palabras de alguien que había aprendido en las trincheras –casarse, formar una familia, cocinar comida tras comida, criar a cada niño y glorificar al Señor en esto.
No se imagina lo que ha significado para mí tener un ejemplo piadoso como un modelo a seguir. Su amistad y consejo me han ayudado a establecer un marco divino en mi forma de pensar. Gracias por dar palabras cálidas de orientación y consejo piadoso, por mantener los mandatos del Señor para nosotras, en lugar de acomodarse. No sabe cómo esto ha hecho un impacto real en una vida y un alma tan herida y marcada por el pecado, y sin ningún tipo de mujeres piadosas a quien acudir en busca de ayuda.
Gracias por ayudar a sacar a una hermana desesperada fuera del lodo y el fango del pecado. Estoy segura de que cuando estaba cambiando pañales (Holly tiene, como muchas de ustedes saben, ocho hijos, por lo que ha pasado mucho por esas temporadas de cambiar pañales) o escuchando la misma historia –de nuevo– no sabía que esas eran las cosas que harían que su consejo fuera de tanto peso y verdad para mí, una mujer soltera.
Cuando usted habla, lo hace desde la experiencia personal, ha formado una familia y ha tenido que poner en práctica las Escrituras de cerca. La Palabra del Señor la ha moldeado de modo que su vida quebrantada está enviando tanta riqueza, tanto provecho.
Por favor, hágales saber a las mujeres mayores que lo más valioso que pueden hacer es crecer en justicia, no en sus carreras o teniendo hermosas casas. Solo una vida de justicia puede ayudar a redimir vidas destruidas.
Nunca pensé que llegaría a valorar los caminos de Dios más allá que al mundo o que llegaría realmente a ver lo hermosa que es la santidad. Pero lo he hecho, y le agradezco por ser parte de la forma en que Dios se ha revelado a Sí mismo, y Su bondad y la belleza que tiene para mí vivir una vida piadosa.
¿Habrá alguna otra mujer en algún lugar que pueda escribir ese tipo de carta sobre tu ministerio e influencia sobre su vida? Como somos mujeres verdaderas de Dios, podría haber muchas mujeres que escriben ese tipo de cartas. Pero sabes, el impacto de una mujer verdadera no es visto solo en otras mujeres. También se ve en los hombres que nos rodean.
Quiero leerles una carta que recibí hace un par de años y que sigo atesorando como una de las cartas más especiales que he recibido.
Querida hermana DeMoss:
Le escribo para darle las gracias, ya que me ha dado dos cosas muy importantes que nunca había tenido desde que tengo uso de razón. Tengo 26 años y he llegado a conocer al Señor en los últimos dos años. El Señor está haciendo cosas maravillosas en mi vida, y espero algún día servirle a tiempo completo.
Antes de empezar a escuchar su programa, tenía poca o ninguna confianza en las mujeres y muy poca comprensión de lo que era una mujer verdadera de Dios. Tanto del lado de mi madre como del de mi padre, todos mis abuelos se habían divorciado y vuelto a casar, algunos más de una vez.
Mi abuela por parte de mi padre utilizó su pensión alimenticia para abrir dos clubes de mujeres en los años 70. Mi madre conoció a mi padre en uno de los clubes de su madre, y finalmente se casaron. Después se divorciaron, y mi madre se casó y se divorció dos veces más en los años siguientes.
Cuando mi hermana y yo éramos niños, mi madre tenía dos trabajos a tiempo completo para sostenernos. Me doy cuenta de la gran responsabilidad que tenía como madre soltera. Me doy cuenta de lo mucho que nos amaba y todavía nos ama, pero ella no conocía al Señor, y por eso era difícil para todos nosotros.
Cuando teníamos seis y ocho años de edad, el único momento que llegamos a pasar con nuestra madre era cuando ella llegaba a casa del trabajo, pero ella estaba agotada y solo podía dormir. Mi hermana y yo jugábamos alrededor de su cama cuando estaba en la casa. Podríamos haber jugado en cualquier otro lugar del apartamento de dos dormitorios, o incluso afuera, pero ahora me doy cuenta de que jugábamos en el dormitorio de mamá cuando regresaba del trabajo porque era nuestra única manera de estar cerca de ella, el único momento para estar con ella.
Más tarde, se casó, y en lugar de quedarse en casa o simplemente trabajar en un solo trabajo, mi madre usó el tiempo libre que tenía para ir a la universidad. Todos en la familia estaban orgullosos de ella, pero dejó poco tiempo para nosotros. Tal vez cuando terminara sus estudios, tendríamos más tiempo con ella, pero esto tampoco iba a suceder. Después de graduarse de la universidad, mamá empezó a escalar en el mundo corporativo, trabajando 60, 70, y a veces, 80 horas a la semana para prosperar en la vida, para estar a la altura de los demás.
He crecido desde aquellos días. He aprendido mucho, de manera difícil. Las relaciones que he tenido desde mi adolescencia con varias mujeres nunca han sido saludables. Fue una mala relación tras otra lo que me llevó a decidir a una edad temprana, renunciar a todas las relaciones con las mujeres, y esta actitud solo trajo una mayor desconfianza y un dolor más profundo en mi vida.
Incluso después de venir al Señor, tomé la decisión de no casarme nunca. Me decía a mí mismo que estaba entregando esa parte de mi vida para servir al Señor, que lo único que necesitaba era a Él, pero en verdad, era debido a la gran desconfianza que sentía hacia las mujeres.
Comencé escuchando su programa debido a un testimonio que compartió hace un par de años. No recuerdo el nombre de la mujer. Ella era una huérfana que fue gravemente maltratada, pero se aferró en su juventud a la verdad de que Dios la amaba y superó las pruebas de su vida.
Desde que comencé a escucharla he empezado a escribirle de nuevo a mi madre. No le había escrito desde hace más de dos años. Actualmente, me escribe con bastante frecuencia, y mientras construyo esa relación con ella, le comparto versículos para que los lea, en un intento de ser algún tipo de testigo para ella.
También usted me ha dado un ejemplo del tipo de mujer que debería estar buscando cuando llegue mi tiempo de casarme en los años por venir.
Ha provocado que luche por ser un mejor hombre (y amigas, déjenme decirles, como mujeres verdaderas, mujeres verdaderas, que deben hacer eso no provocando a los hombres, sino inspirándolos a ser mejores hombres). Me ha motivado a convertirme en un mejor hombre, porque sé que nunca voy a estar casado con una mujer con un espíritu como el suyo, a menos que tenga un corazón que haga la voluntad de mi Padre.
Usted me ha dado todas estas cosas. Hay cosas que solo una mujer le puede dar a un hombre, cosas que una madre debe inspirar en su hijo. Debido a esto, pensé que sería un gesto apropiado el decirle estas cosas y desearle un feliz Día de las Madres. En mi corazón, usted siempre será una de mis madres en el Señor.
Continuaré escuchando Aviva Nuestros Corazones y algún día en el futuro tal vez voy a tener una esposa que lo escuche conmigo.
Posdata: Por mi dirección, debería ser obvio que estoy en prisión. Por favor ore por mi victoria continua en el Señor y futuro ministerio, sea el que sea. Saldré en unos pocos años más.
¿Qué pasaría si cada mujer cristiana viviera el mensaje de Tito 2, viviendo como aquellos que han sido transformados por el evangelio de Cristo?
¿Cómo lucirían nuestros hogares?
¿Cómo podrían los hombres ser inspirados a seguir a Cristo, a desearlo?
¿Cómo se vería la diferencia en los matrimonios cristianos?
¿Abandonarían los jóvenes cristianos que crecen en nuestros hogares la iglesia en masa, como ocurre hoy? ¿O dirían, tras haber visto la realidad de la fe auténtica en los corazones de su madre y de otras mujeres de su entorno, «esto es real, quiero lo que ellas tienen»?
¿Las personas a nuestro alrededor, hombres y mujeres, tendrían hambre de conocer a Dios más íntimamente?
¿Comenzaría el mundo que nos observa a ver una diferencia tangible y visible en nosotras? ¿Y ese mismo poder del evangelio comenzaría a influir en ellos?
Quien sabe si incluso un avivamiento pueda llegar a ocurrir.
Annamarie: Has estado escuchando la conclusión del mensaje de Nancy DeMoss Wolgemuth titulado, ¿Qué es una mujer verdadera? Si te perdiste los dos episodios anteriores, encuéntralos en nuestra aplicación llamada Aviva Nuestros Corazones, o a través de nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com. Y si este mensaje ha sido de bendición para tu vida, ¡compártelo con más mujeres!
El Movimiento Mujer Verdadera continúa y se acelera. Dios sigue levantando un ejército de mujeres que viven arraigadas en Cristo y en Su Palabra. Y tú, ¿deseas experimentar libertad, plenitud y abundancia en Cristo? Haz planes para ser parte de la Conferencia Mujer Verdadera 2023, los días 31 de marzo y 1 de abril, en Guadalajara, México. Únete a miles de mujeres de todo el mundo para adorar juntas y ser edificadas y retadas con las enseñanzas de…
Nancy DeMoss Wolgemuth: Y esa es la meta de todas las pruebas, que nuestras vidas puedan decir, «Él es digno de toda alabanza».
El pastor Sugel Michelen: Todo lo que necesitamos para nuestra comprensión del mundo y del lugar que nosotros tenemos en él, está en Cristo.
Dámaris Carbaugh: Tu corazón, ¿es un corazón sincero? ¿Te has dado cuenta que necesitas hacer lo que Cristo dice? Arrepiéntete, vuelve a Dios y confía en Él.
Mary Kassian: Este es un problema espiritual, no hay otra solución al problema del pecado, sino voltearnos a Dios, volver a Su verdad y a Sus caminos.
El pastor Joselo Mercado: Si no conocemos a Dios, lo que estamos adorando es algo que nos hemos inventado en nuestra mente que no es Dios, y en lugar de estar adorando a Dios estamos adorando a un ídolo.
La autora Wendy Bello: Lo que más me gusta es que cuando cada lectora termine uno de mis libros, lo que haya en su corazón sea un deseo de ir a la Biblia y conocer más al Dios del que hemos estado hablando en ese libro, sea cual sea el tema.
y Betsy Gómez: Y no solamente Dios nos está buscando, sino que nos está enseñando cuál es la intención con la cual busca. Él es intencional, Él hace todo lo que sea necesario para encontrar a aquel que se ha perdido.
Annamarie: ¡No te pierdas la oportunidad de participar en Mujer Verdadera '23! Entérate de los detalles en MujerVerdadera23.com.
Y asegúrate de regresar el lunes, para una próxima serie de Aviva Nuestros Corazones.
Adornando el evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
Me Rindo a Ti, Jonathan & Sarah Jerez ℗ 2016 Aviva Nuestros Corazones.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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