Una decisión difícil
Nancy DeMoss Wolgemuth: En medio de la incertidumbre y la desesperanza que arroparon al mundo en los últimos años, ¡qué gran refugio ha sido saber que nuestras raíces pueden estar profundamente arraigadas en la Palabra de Dios y en Sus promesas, ¡y que nuestra vida está para siempre escondida en Cristo!
Pero estar arraigadas en la Palabra no es solamente un refugio de las ideologías y los embates de la cultura y un consuelo para nuestras almas, sino que es una fuente que produce frutos dulces en nuestra vida. El profeta Jeremías dice que aquellos que confían en Dios serán como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente. No temen cuando viene el calor, y sus hojas estarán siempre verdes. En año de sequía no se angustiarán ni cesarán de dar fruto (Jeremías 17:8).
Solo en Cristo podemos encontrar libertad, plenitud y abundancia. …
Nancy DeMoss Wolgemuth: En medio de la incertidumbre y la desesperanza que arroparon al mundo en los últimos años, ¡qué gran refugio ha sido saber que nuestras raíces pueden estar profundamente arraigadas en la Palabra de Dios y en Sus promesas, ¡y que nuestra vida está para siempre escondida en Cristo!
Pero estar arraigadas en la Palabra no es solamente un refugio de las ideologías y los embates de la cultura y un consuelo para nuestras almas, sino que es una fuente que produce frutos dulces en nuestra vida. El profeta Jeremías dice que aquellos que confían en Dios serán como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente. No temen cuando viene el calor, y sus hojas estarán siempre verdes. En año de sequía no se angustiarán ni cesarán de dar fruto (Jeremías 17:8).
Solo en Cristo podemos encontrar libertad, plenitud y abundancia. Es en Él que encontramos propósito y plena satisfacción.
Así que quiero animarte a que hagas planes para participar de la Conferencia Mujer Verdadera '23, que tendrá lugar en Guadalajara, México, del 31 de marzo al 1 abril del próximo año 2023. Juntas seremos retadas a vivir y a disfrutar de la abundancia que tenemos en Cristo.
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Más que un evento, la Conferencia Mujer Verdadera 2023, titulada, Libertad, plenitud y abundancia, será un bálsamo para tu vida y una oportunidad para unirte a miles de mujeres de todo el mundo para adorar a Jesús y ser edificadas en Cristo.
Confiamos en que Dios la usará para unirnos en un mismo corazón con enseñanzas de Nancy DeMoss Wolgemuth, Sugel Michelén, Dámaris Carbaugh, Mary Kassian, Joselo Mercado, Wendy Bello y Betsy de Gómez.
Mantente al tanto de las últimas informaciones en mujerverdadera23.com.
Y hoy en Aviva Nuestros Corazones queremos que escuches de una mujer que experimentó una metamorfosis en su maternidad. Ella era una atleta reconocida mundialmente que tuvo muchas oportunidades para desarrollarse en su carrera. En un momento de su vida enfrentó una decisión que tienen que tomar muchas madres jóvenes.
Aquí está Nancy para dar inicio a la conversación de hoy titulada, La metamorfosis de una madre.
Nancy: Nuestra invitada esta semana en Aviva Nuestros Corazones es Janet Lynn Salomon. Si has seguido el patinaje artístico sobre hielo, recordarás a Janet Lynn –particularmente a principios de los setenta. A la edad de diecinueve años había ganado cinco campeonatos nacionales de patinaje artístico femenino en los Estados Unidos, una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1972 y medallas de bronce y plata en campeonatos mundiales.
Janet, muchas gracias por estar con nosotras esta semana en Aviva Nuestros Corazones y por compartir un poco de tu historia con nosotras.
Janet: Gracias a ti, Nancy. Me siento muy honrada de estar aquí y de que Dios me haya dado esta oportunidad. Estoy encantada de conocerte.
Nancy: Ahora, retrocediendo un poco, mientras te embarcabas en esta carrera de patinaje siendo tan joven, te sucedió algo a los doce años que realmente fue el fundamento para el resto de tu vida. Cuéntanos un poco de tu viaje espiritual.
Janet: Bueno, mis padres fueron muy fieles en llevar a nuestra familia a la iglesia todos los domingos desde que yo era pequeña. Pero nunca escuché claramente el evangelio de Cristo y cómo Él murió por mis pecados y me perdonó y tenía un plan maravilloso para mi vida, hasta los doce años.
En ese momento acepté a Cristo y los planes que Él tenía para mi vida. Deseaba vivir para Él. A partir de ese día, a los doce años de edad le entregué mi patinaje. Y lo que Él hizo con mi patinaje sencillamente está más allá de mi imaginación. Era una niña normal y muy tímida, y de pronto me encontré, literalmente, patinando alrededor del mundo.
Él lo utilizó de maneras increíbles y quizás podamos hablar acerca de ello en otro momento. Es una historia bastante larga, pero Dios usó mi patinaje, y siempre traté de darle la gloria a Él. Aún recibo cartas de muchas personas que fueron impactadas por lo que hice. Pero sé que no fui yo sino Cristo en mí.
Nancy: Janet, en marzo del 2003, fuiste incluida en el Salón de la Fama del Patinaje Artístico Mundial, eso es un gran honor. Tú y Dorothy Hamill al mismo tiempo, ¿estoy en lo cierto?
Janet: Sí, así es.
Nancy: Así que has recibido grandes honores. De hecho, mi hermana me envió una transcripción del discurso que diste en esa ceremonia. Me conmovió la manera en que le diste la gloria a Dios por haberte dado ese don y por haberte permitido usar el patinaje como un medio para reflejar la belleza y la gloria de Dios.
Janet: Bueno, como siempre digo, no había forma de planear todo lo que pasó. Las personas que formaron parte de mi patinaje y que me enseñaron todo y las cosas que me sucedieron, no había manera de que una persona pudiera planear eso. Tuvo que ser un Dios viviente que tuviera un plan.
Nancy: Y Él ha estado orquestando increíblemente ese plan para tu vida, como lo hace en todas nuestras vidas. La clave es dejar que Él obre según Su voluntad y cumpla ese plan en nuestras vidas.
Imagino que cuando eras una niña pequeña no habías soñado que tendrías todos esos honores increíbles, esas oportunidades y elogios en el patinaje. Pero probablemente tampoco podrías haber imaginado el camino por el cual el Señor te llevaría más allá de tu carrera de patinaje.
Janet: Realmente no podía imaginarlo. Me retiré prematuramente porque desarrollé asma inducido por el ejercicio. Luego me casé y tuve tres hijos.
Luego volví a mi carrera porque mi esposo pensó que me había retirado de ella prematuramente. Dieta, ejercicios y tratamientos para la alergia ayudaron a que mi asma desapareciera, y entonces volví al patinaje. Creo que nuestros hijos tenían aproximadamente cuatro y dos años y medio. Los gemelos tenían dos años y medio. Así que tuve tres niños en menos de dos años.
Nancy: ¡Tres niños! Mi madre tuvo cuatro niñas y tres niños. Ella decía: «No se puede comparar el nivel de energía que se requiere con los chicos». Tuviste tres niños pequeños, entre ellos un par de gemelos. Y con el apoyo de tu marido volviste a patinar.
Janet: Volví; mi carrera revivió. Requirió de mucho trabajo, pero mi carrera revivió, tuve éxito al regresar y realmente se presentaron maravillosas oportunidades. Pero en medio de todo eso, yo tenía un esposo e hijos. Pensaba que estaba consiguiendo balancear todo bastante bien. Realmente pensé que mis prioridades estaban muy claras y que mi familia estaba en primer lugar.
De hecho tuve una entrevista con la revista PM. En esa entrevista dije, «si alguna vez debo renunciar al patinaje por mi familia, lo haré». Pero cuando dije eso, no tenía idea de que Dios pondría a prueba mis palabras.
Nancy: De hecho, Él iba a pedirte que lo hicieras.
Janet: Pues, las situaciones que se presentaron y que Él trajo a mi vida, ponían una decisión delante de mí. En ese momento, en mi corazón sentí que era una elección entre «el camino de la vida y el camino de la muerte». Y por Su gracia, elegí «el camino de la vida».
Nancy: Ahora cuéntanos un poco acerca de esta decisión que tuviste que tomar, y vamos a escuchar más en el siguiente programa. Pero danos una idea de lo que tuviste que enfrentar en ese momento.
Janet: Bueno, mi esposo tuvo una maravillosa oportunidad de hacer algo que siempre había querido hacer. Él tendría que irse durante tres meses y medio lejos de nuestra familia para poder aprovechar esta oportunidad que se le había presentado.
Las elecciones eran: Continuar con las oportunidades que tenía y dejar a mis hijos en casa sin ningún padre allí, con una niñera, o iba a apoyar a mi esposo y los talentos y dones que Dios le había dado.
Nancy: Porque las oportunidades que tenías te llevaban a viajar alrededor del mundo mientras patinabas.
Janet: Estaba viajando alrededor del mundo. En un año estuve fuera del país once veces.
Se me presentaron oportunidades maravillosas, cosas con las que solo había soñado: patinar en la Ópera Metropolitana y el Kennedy Center, que eran oportunidades únicas en la vida, pero, por la gracia de Dios, entendí que no era el camino correcto.
Nancy: Vamos a hablar más sobre esa elección y algunas de las luchas que tuviste cuando Dios te trajo de vuelta a tu hogar a tiempo completo. Después de esto Él te dio un mayor corazón por tu hogar, mayor del que habías tenido anteriormente. Un corazón que en ese momento probablemente ni siquiera se daba cuenta que necesitaba ser más desarrollado.
Janet, una de las cosas que me llamó la atención en este poco tiempo que llevo de conocerte, es que tomaste la decisión de volver a tu hogar, dejar una carrera lucrativa y algunas oportunidades increíbles, no porque tus emociones necesariamente te decían que era lo correcto, sino por obediencia a Dios.
Sentiste que eso era lo que Dios quería que hicieras. Has compartido conmigo que no te resultó fácil en ese momento. No siempre ha sido fácil desde entonces, pero estás muy agradecida de haber seguido la voluntad y la dirección de Dios en tu vida.
Me dijiste algo hace un momento, justo antes de entrar al estudio. Dijiste: «Tengo la seguridad de que estoy en el centro de la voluntad de Dios».
Hay una alegría, un gozo y una libertad que se pueden ver en tu rostro, se puede ver en tus ojos y en tu espíritu, debido a que has tomado una decisión difícil para obedecer al Señor.
Quisiera decirles esto a nuestras oyentes: «No sé cuál sea la decisión difícil a la que te estás enfrentando hoy. Puede que sea el desafío de que el Señor quiere que vuelvas a tu hogar y pases más tiempo enfocada apoyando a tu esposo y criando a tus hijos. Puede que seas una madre soltera y estés enfrentando otro tipo de desafíos. Pero sabes lo que Dios quiere que hagas. Y estás luchando por obedecer».
Y quiero decirte que la libertad y la bendición vienen cuando ondeas esa bandera blanca de rendición, y dices: «Sí, Señor. Lo que Tú quieras que haga, eso es lo que haré».
Janet, he leído algunas de las cosas que escribiste acerca de este camino que decidiste seguir. Dijiste que mientras tenías tu carrera y a los niños en casa, a veces te sentías «fracturada», dividida. Vi que usaste esa palabra. ¿Qué quieres decir con eso?
Janet: Bueno, como dije en una entrevista cuando había regresado al patinaje: «Cuando estoy patinando, siento que debería estar en casa. Y cuando estoy en mi hogar, siento que debería estar patinando».
Sentía presión, era como que…valguien más era el dueño de parte de mi tiempo –cuando estaba trabajando, y no podía darles a mis hijos toda la atención que verdaderamente necesitaban. De hecho, no sé si conocía realmente a mis hijos mientras me dedicaba al patinaje. Así que ese sentimiento de estar «fracturada» era querer estar aquí y allá al mismo tiempo, y quería hacerlo todo bien. Y pensaba, lo estoy haciendo todo bien. Sin embargo, descubrí que en realidad no lo estaba haciendo tan bien.
Nancy: Dijiste algo, «mi vida en casa era superficial pero no lo sabía».
Janet: Sí, era muy superficial. Y no, no sabía cuán superficial se había vuelto. Cuando me casé y tuve hijos mi vida no estaba orientada al hogar.
Había patinado desde los dos años y medio, y había viajado por todo el mundo. Mi vida estaba literal y figurativamente fuera del hogar. Yo estaba en otro lugar. Lo único que sabía hacer era un pastel de chocolate alemán y patinar. Eso era todo. Así que tuve que empezar desde el principio. Tener hijos sin haber cuidado niños, nunca había estado cerca de niños pequeños, así que tuve que comenzar desde cero.
Me di cuenta de que Dios está en esas pequeñas cosas, y Él puede llevarnos de donde sea que estemos y ayudarnos a crecer en el área de construir un hogar. Incluso si estás trabajando, o tienes que trabajar, o si estás en un lugar ahora mismo diciendo, «me gustaría estar allí, pero no estoy allí todavía», Dios puede empezar a moverte en esa dirección.
Otra cosa que me gustaría decir a las mujeres que consideran que tienen la necesidad de trabajar, es que pienso que tus hijos saben si lo que estás haciendo fuera del hogar es para beneficio de ellos o si es para tu beneficio.
Creo que ese mensaje llega alto y claro.
Nancy: Entonces no tenías mucha experiencia en tareas domésticas. Ese era un mundo extraño para ti.
Janet: Completamente extraño
Nancy: ¿Te sentías nerviosa en cuanto a cómo saber cuidar de tu hogar?
Janet: Bueno, mi esposo me enseñó a cocinar y a limpiar. Entonces descubrí que estaba tratando de hacerlo, y hasta ahora no soy una gran ama de casa.
De hecho, hace algunos años recibí un premio del año como ama de casa a tiempo completo. Y la semana antes de ir a recibir el premio, tuve que llamar al departamento de bomberos mientras cocinaba la cena. ¡Ya te imaginarás por qué!
Nancy: En realidad yo también podría contar mis propias historias sobre el tema.
Janet: Así que no soy la mejor ama de casa, pero quiero decir que Dios tiene un plan en las pequeñas cosas de nuestro hogar, en la preparación de las comidas, en la limpieza y en todo eso. Descubrí que las bendiciones de Dios están en esas pequeñas cosas, y a través de esas pequeñas cosas hay poderosos mensajes para nuestros hijos sobre lo que realmente hay en nuestros corazones.
Nancy: Fue cuando volviste a casa para ser esposa y madre a tiempo completo que Dios realmente te dio un corazón para tu hogar
Janet: Definitivamente mi corazón regresó a casa después de volver a mi hogar. Mi corazón no estaba en casa al principio. Pero cuando regresé a casa y mi corazón volvió al hogar, descubrí que nuestra familia empezó a crecer de maneras nuevas y maravillosas.
Nancy: ¿Algunas de tus amistades pensaron que era una locura haber tomado esa decisión?
Janet: No les pregunté. Simplemente desaparecí del mundo del patinaje.
Nancy: Simplemente sabías que era lo que debías hacer.
Janet: Sabía que debía hacerlo. Lo sabía en mi corazón. Como dije, era la forma de vida que había elegido. Era algo que iba a funcionar, y yo sabía que Dios no me habría pedido que lo hiciera si Él no fuera a proporcionarme una manera de hacerlo.
Nancy: Ahora, esto representó un gran cambio en tu estilo de vida. Obviamente fue un gran cambio en tus finanzas. Tuviste una carrera lucrativa. Mencionaste que para esta posición que tu marido estaba aceptando, él también estaría tomando una reducción de sueldo al mismo tiempo.
Janet: Era un recorte salarial importante.
Nancy: Así que, desde el punto de vista financiero, fue un cambio de estilo de vida, en cuanto a tiempo y prioridades. ¿Cómo fue esa transición?
Janet: Bueno, fue doloroso, pero quiero relacionarlo con la poda de una rosa. Hice un discurso hace algunos años, y mientras me preparaba para ello, donde quiera que iba empecé a ver rosas mientras oraba al respecto. Así que busqué información acerca de las rosas en un libro.
Conseguí un libro de jardinería que hablaba acerca de la poda de una rosa y de cómo cuando cortas un rosal hasta reducirlo a casi nada, las rosas saldrán más bellas que antes. Así que mi vida fue podada por Dios para que hubiera más flores y algo más hermoso de lo que había antes.
Nancy: Y esa poda puede ser una poda dolorosa.
Janet: Puede ser muy dolorosa. Pero lo bueno de ese tipo de dolor es que sabes que se hace con amor para que algo bueno salga de ahí.
Nancy: Te he oído decir varias veces en el poco tiempo que llevamos de conocernos, «ser mamá a tiempo completo en el hogar es una lucha».
Janet: Es una lucha santa.
Nancy: Es una lucha santa. Eso sugiere que no es fácil. Pienso que algunas personas creen que ese es el camino de la pereza, el camino fácil. Tú nos has estado recordando que implica una lucha. ¿De qué se trata esa lucha?
Janet: En primer lugar hay una lucha por entender por qué estás allí, y esto me tomó algún tiempo. Investigué mucho. Empecé a leer todo lo que pude encontrar al respecto. Una de las publicaciones que marcó una diferencia en mi vida fue La Familia en América, porque era un punto de vista intelectual del porqué estaba haciendo esto. Hay razones por las que estaba en casa, motivos muy generales, pero también hay razones muy particulares por las que estaba en mi hogar.
Así que la lucha como la veo ahora, es como una metamorfosis. Voy a ejemplificar con esta historia. Una mañana estaba leyendo a nuestros hijos un pequeño cuento de Chuck Swindoll. Se trataba de la metamorfosis de una mariposa y de cómo atraviesa por una lucha, y luego la mariposa es libre. Es hermosa y puede volar libremente.
Les dije a nuestros hijos, Dios ha hecho algo así en mi vida, y uno de nuestros hijos se dio la vuelta y dijo, «¡sí!, Dios te convirtió en una mamá».
Nancy: ¡Increible! Tu metamorfosis fue convertirte en mamá, y tu hijo se dio cuenta de eso.
Janet: Sí
Nancy: ¡Qué cambio!
Janet: Fue una gran revelación para mí porque aún no había estado en casa por mucho tiempo cuando me lo dijo.
Nancy: En el próximo programa de Aviva Nuestros Corazones vamos a pedirle a Janet que comparta algunas de las cosas que aprendió acerca de ser ama de casa cuando comenzó a estudiar sobre esto y sobre cómo desarrollar una forma de pensar y una filosofía acerca de las tareas del hogar.
Pero quiero detenerme aquí un momento y decirte: «Esta lucha, esta metamorfosis que Dios permitió que Janet atravesara, puede ser una metamorfosis que Dios quiere para ti».
Es posible estar en tu hogar a tiempo completo pero no tener un corazón para tu hogar, no tener un corazón de madre y un corazón para apoyar a tu esposo.
Sé que tenemos oyentes que nos escriben y dicen: «Me encantaría poder estar en mi hogar, pero por diferentes circunstancias no puedo estar en este momento».
Puedo decirte que Dios quiere darte, donde sea que estés, un corazón para tu hogar. Puede involucrar muchas luchas porque significa dejar a un lado tus propios deseos, tus aspiraciones, tus planes y la autogratificación. Hablaremos un poco más sobre eso con Janet en los próximos días aquí.
Pero cuanto más dispuesta estés a rendir tu propia vida, como lo hace esa oruga que se despoja de su capa exterior y adquiere una nueva dimensión de personalidad como una mariposa…así, quizás Dios está queriendo provocar esa metamorfosis en tu propio corazón para darte de manera sobrenatural por el poder de Su Espíritu, un corazón para tu matrimonio, un corazón para tus hijos, un corazón para tu hogar.
Quiero que te quedes con nosotras durante los próximos días en Aviva Nuestros Corazones porque vamos a tratar de presentarte una visión, una imagen de la belleza y la maravilla de lo que estás haciendo cuando estás construyendo un hogar.
Pero antes que nada, empieza por preguntarle al Señor: «Señor, ¿me darías un corazón para mi hogar? Aunque signifique que tengas que hacer una metamorfosis para convertirme en una mamá, en una esposa, en una mujer que realmente tenga ese corazón, Señor, ¿lo harías?» Ser madre es mucho más que tener hijos biológicos. Ser madre significa reflejar el corazón de Dios y el corazón de Cristo en la vida de tus hijos.
Tal vez hoy te encuentras en un lugar donde necesitas orar y decir, «Señor, realmente no tengo un corazón para mi hogar, ni para mi matrimonio, ni para mis hijos, pero estoy dispuesta. Y si eso significa una lucha, estoy dispuesta a pasar por eso. Estoy dispuesta a decir «no» a mis propios deseos y planes, y estoy dispuesta a dejar que Tus prioridades sean las prioridades para mi vida. Quiero tener Tu corazón para mi familia».
Gracias, Señor, por nuestra amiga Janet y por la forma en que su vida ilustra la belleza y la maravilla de Tu plan para nuestras vidas como mujeres. Te agradezco por las bendiciones que has traído a su vida cuando ella se dispuso a tomar esa decisión de ser una dadora y cuidadora de la vida, de ser madre, esposa y guarda de su hogar.
Señor, creo que hay bendiciones que quieres traer a la vida de muchas otras mujeres que nos escuchan hoy y que están dispuestas a decir, «Señor, por favor dame Tú corazón para mi hogar».
Señor, oro por un avivamiento y una renovación en los corazones de las mujeres en todo el mundo, para que tengamos el corazón de Cristo y podamos representarte bien. Te lo pido en Su nombre, amén.
Annamarie: Has estado escuchando una conversación entre Nancy DeMoss Wolgemuth y la campeona de patinaje artístico Janet Lynn Salomon. Espero que hayas sido animada a preguntarte: ¿Qué es lo que el Señor me está llamando a hacer en este momento de mi vida? ¿Qué áreas debo rendirle al Señor?
La gran influencia que tienes como madre y como mujer, es una que puede ser positiva o increíblemente negativa. En Aviva Nuestros Corazones queremos ayudarte a conocer lo que enseña la Palabra de Dios, y a pasar esa verdad a la próxima generación. Por eso transmitimos episodios diarios y tenemos todo un archivo de recursos disponible para ti en avivanuestroscorazones.com.
Escucha el testimonio de una joven que nos cuenta el impacto que este ministerio ha tenido en su vida.
Rosa: Desde el año 2018, de vez en cuando escuchaba a mi mamá poner los audios y hablar de Aviva Nuestros Corazones, pero creí que era algo de señoras y no me interesó mucho. Y fue hasta el 2019, ya hace casi tres años, que mi mamá comenzó mandarme los podcast y fue ahí cuando dije, «wow», con todas las enseñanzas y el Señor empezó hablar muchísimo a mi vida.
Y desde ahí me ponía a escuchar el podcast diario, a buscar series, y no paré de escucharlo diario desde entonces. La serie que más me marcó y me impactó fue la de Cómo enamorarnos y permanecer enamorados de Jesús, del libro de Cantar de los cantares. Hubo un episodio en específico que se me quedó muy grabado, de cómo Dios me ve como su paloma, su perfecta, cuánto me amaba y cuánto me deseaba.
Y como Él también quería que yo lo amara y lo deseara. Y al estudiar el libro, me impactó cómo Dios quiere que sea nuestra relación de amor con Él –como se ilustra en el libro Cantar de los cantares. Puedo decir que me enamoré de mi Señor y lo deseé como nunca antes. Y desde ahí mi oración ha sido que cada día de mi vida pueda enamorarme más de Él, conocerlo más y crecer en mi relación de intimidad con Él.
He podido experimentar libertad y abundancia en Cristo a través de meditar en Su palabra cada día. Me encanta cómo siempre se nos anima a ser intencionales en leer la Palabra y meditar en ella, en cultivar nuestra relación de intimidad con el Señor y pasar tiempo en oración. Aparte, agradezco infinitamente por el Reto de Mujer Verdadera 365, una ayuda increíble para mí y para mí caminar con Cristo. Me ayudó a saber cómo leer Su Palabra y a tener una guía y enseñanza práctica para nuestro día a día como mujeres.
Annamarie: Amén. Y aprovecho para animarte, a que si has sido bendecida a través de episodios como este, los compartas con más mujeres. Y no olvides echarle un vistazo a nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com, para ver todos los recursos que tenemos disponibles para ti.
Así como para ser una patinadora de clase mundial se necesita práctica y entrenamiento, Janet Lynn dice, «se necesita lo mismo para ser mamá».
Janet: Al ver la sociedad en que vivimos, necesitamos construir y modificar niños. Las madres y los padres son una parte muy importante de eso. Necesitan estar ahí para sus hijos y Dios quiere que hagamos eso. No siempre vamos a hacerlo todo bien y no hay garantías pero es como el patinaje, si entrenaba y practicaba para una presentación, tenía más probabilidades de hacerlo bien. que si no hubiera practicado nada.
Annamarie: Acompáñanos mañana para escuchar más sobre esto.
Invitándote a pasar de manera intencional las verdades de la Palabra de Dios a la próxima generación, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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