Una candidata para la gracia
Annamarie Sauter: ¿Piensas que has convertido tu vida en un desastre, que nada te sale bien?
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Solamente un Salvador redentor puede sacar gozo y alegría del desastre que hemos hecho de nuestras vidas y en nuestro mundo debido a nuestra pecaminosidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Aún cuando tenemos nuestros mejores días, nos quedamos cortas de la gloria de Dios. Si te has visto incapaz –que no puedes hacer las cosas bien– ¡ánimo!, eres una candidata para la gracia de Dios.
Aquí está Nancy con la conclusión de la serie, «Vive a la luz de la eternidad».
Nancy: En los últimos programas hemos estado viendo el Salmo 90, una oración de Moisés, el hombre de Dios. A medida que él pasaba esos años en el desierto con el pueblo de Israel, viendo los …
Annamarie Sauter: ¿Piensas que has convertido tu vida en un desastre, que nada te sale bien?
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Solamente un Salvador redentor puede sacar gozo y alegría del desastre que hemos hecho de nuestras vidas y en nuestro mundo debido a nuestra pecaminosidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Aún cuando tenemos nuestros mejores días, nos quedamos cortas de la gloria de Dios. Si te has visto incapaz –que no puedes hacer las cosas bien– ¡ánimo!, eres una candidata para la gracia de Dios.
Aquí está Nancy con la conclusión de la serie, «Vive a la luz de la eternidad».
Nancy: En los últimos programas hemos estado viendo el Salmo 90, una oración de Moisés, el hombre de Dios. A medida que él pasaba esos años en el desierto con el pueblo de Israel, viendo los efectos de la ira de Dios y del enojo de Dios por el pecado, al mirar al cielo, entendió la eternidad de Dios. Se dio cuenta de que Dios es eterno. Él es de eternidad a eternidad. Pero al mirar al hombre, se dio cuenta de la brevedad de la vida, de que esta vida aquí en la tierra, es muy corta.
No solamente la vida es corta, sino que, como hemos visto en la primera parte de este pasaje, la vida también es triste. Sus días son solo trabajo, fatiga y pena, si vivimos esos años apartados de Dios. Y la razón de la tristeza y de la vida ser tan corta es la ira de Dios contra nuestro pecado.
En el programa de ayer, vimos la oración de Moisés a la luz de la brevedad de la vida cuando él dijo, «oh Dios, enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría».Cuando vemos lo cortas que son nuestras vidas aquí en la tierra, y veamos lo extensa que será la eternidad por venir, entonces tendremos la perspectiva de Dios en cuanto a la vida. Y eso es sabiduría, la habilidad de ver toda la vida desde la perspectiva de Dios.
Ahora, en el párrafo final de este capítulo, Moisés le hace a Dios seis peticiones a la luz de todo lo que ha pasado anteriormente. A la luz de la eternidad de Dios, a la luz de la fragilidad y la brevedad del hombre, él le pide a Dios seis cosas. Estas son mis peticiones de oración. Moisés era un hombre piadoso, un hombre de Dios. Esto es por lo que él oró, y entiendo que estas son cosas buenas que también nosotras podemos pedir en oración.
Comenzando el versículo 13 él dice: «Vuelve, Señor; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos».
Ahora, él ha estado hablando sobre el enojo, el terror, la ira consumidora de Dios, y se da cuenta de que su única esperanza es que Dios tenga compasión. Entonces él le dice: «Señor, no nos mires con ira, sino ten piedad de nosotros como pecadores. Sí, te hemos ofendido. No, no merecemos tu compasión. ¿Pero, nos mostrarías tu misericordia?»
La única esperanza para el hombre pecador, destinado a morir bajo la ira y el juicio de Dios, consumido por el furor de Dios, nuestra única esperanza es que Dios tenga misericordia y compasión de nosotros. Así que oramos, «Señor, en tu ira, recuerda la misericordia. Ten compasión de tus siervos». Luego, él ora en el versículo 14: «Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días».
Así que, esta es la primera nota de alegría que vemos en este salmo desde que él comenzó a hablar sobre la brevedad y la tristeza de la vida. Pero él dice, «hay algo que puede traer gozo y regocijo al trabajo, a la faena, a las tribulaciones y las penas de nuestras cortas vidas aquí en la tierra, y es la misericordia de Dios».
Él dice, «Señor, déjanos saciarnos por la mañana de Tu misericordia». La misericordia de Dios habla de Su amor de pacto, inagotable, que nunca cambia. El amor que nos mostró cuando Él envió a Jesús al calvario para morir por nosotros. Eso es misericordia. Eso es misericordia, amor fiel de pacto.
Y Moisés le dice: «Déjanos saciarnos por la mañana de tu misericordia». Ahora, pienso que esta petición puede significar una de dos cosas. Hay un sentido en que deseamos estar satisfechos temprano en la vida con la misericordia de Dios, llegar a conocer la misericordia de Dios temprano en la vida.
Y muchas de ustedes que son madres y abuelas, a medida que oran por sus hijos, oran para que temprano en sus vidas puedan llegar a conocer la misericordia de Dios; que reconozcan su necesidad de un Salvador, que tengan convicción de pecados y se vuelvan a Dios para alcanzar misericordia.
Estoy muy agradecida por mis padres, quienes llegaron a conocer al Señor en sus años de adultos jóvenes, y oraban por la salvación de sus siete hijos. Estoy muy agradecida de que a la edad de cuatro años Dios hizo una obra en mi corazón y me trajo a Jesús, para satisfacerme temprano en la vida con Su misericordia. Eso ha probado ser un fundamento maravilloso y lleno de gracia para el resto de mi vida. Ha traído gozo y alegría en mis sesenta años de vida.
Hay otro sentido en que podemos entender la palabra temprano en este versículo, y es de ser satisfechas con la misericordia de Dios cada mañana, temprano cada día. Las misericordias de Dios son frescas y nuevas cada mañana, las Escrituras dicen esto. Y a medida que pienso, mientras Moisés oraba esta oración, él pensaba acerca de lo temprano que cada mañana Dios proveía maná en el desierto para el pueblo de Israel.
Ellos debían recoger el maná mientras estaba fresco en la mañana. Y de igual modo, nosotras necesitamos ir a la presencia de Dios cada mañana, y pedir la misericordia y la gracia fresca para sostenernos a través del día para que podamos regocijarnos y estar gozosas todos nuestros días. ¿Deseas vivir tu vida con gozo? Entonces comienza cada mañana satisfaciendo tu alma con Su misericordia.
Entonces Moisés ora en el versículo 15: «Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y a los años en que vimos adversidad».
Moisés se da cuenta de que solo Dios puede convertir la aflicción y el mal en alegría. De hecho, aprendimos en otra parte de los salmos que Dios hará que la ira de los hombres lo alabe. Solo un Salvador redentor puede sacar gozo y alegría del desorden que hemos creado en nuestras vidas y en nuestro mundo a través de nuestra pecaminosidad.
Pablo nos dice en 2 Corintios 4, que nuestra leve aflicción, que es solo por un momento, incluso si dura toda la vida aquí en la tierra, todavía es solo un momento a la luz de la eternidad; y dice que la aflicción es realmente leve, a pesar de que parece muy pesada y difícil de soportar.
¿Y qué está haciendo? Está trabajando por nosotras. Está produciendo en nosotras un más excelente peso de gloria. El peso está aún por llegar. La gloria en su máxima expresión aún está por llegar. Pero vivir a la luz de esto nos dará esperanza en estos días de aflicción que vivimos aquí en la tierra.
Me encanta esa promesa en el Salmo 30, versículo 5, que dice: «el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría». Y Moisés ora que este gozo venga en la mañana. Y luego en el versículo 16 él ora: «Manifiéstese Tu obra a tus siervos, y Tu majestad a sus hijos».
Moisés le pide a Dios que le permita ver la obra de Dios. Él le dice, «nuestra labor es solamente trabajo y molestia, pero Señor, yo deseo ver Tu obra en este mundo. Deseo ver Tu misericordia activa y viva en Tu pueblo».
Nuestro trabajo es pura molestia sin Su obra en y a través de nosotros. Y el trabajo que nosotras debemos hacer toma significado cuando Cristo obra en nosotras. La oración de Moisés es que no solamente él, sino que también la próxima generación pueda tener el privilegio de ver la gloria de Dios.
¿Y no es Dios un Dios lleno de gracia que en medio de estos días problemáticos, cortos, opresivos y tristes que tenemos aquí en la tierra nos da un vislumbre de Su gloria, nos deja ver Su corazón, nos deja experimentar Su salvación y Su bondad en medio de nuestras penas?
Entonces en el versículo 17, el último versículo de este salmo, vemos las dos peticiones finales de Moisés, «y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí, la obra de nuestras manos confirma».
Yo he orado esta oración muchas veces durante los años, y a menudo, cuando enfrento el trabajo que tengo por delante en el día, oro, «oh, Señor, permite que Tu hermosura se pose sobre mí, y establece Tú, la obra de mis manos». De hecho, esta mañana, me arrodillé delante del Señor y simplemente llevé el trabajo de estos días ante Su presencia, diciéndole, «Señor, ¿permitirías que Tu hermosura repose sobre mí? ¿Establecerías Tú el trabajo de mis manos? Te lo entrego a Ti».
¿Ves? Únicamente por la gracia de Dios, el trabajo y las penas de la vida pueden tornarse en un servicio productivo y fructífero para Cristo y tener gozo en vez de tristeza. Cuando en oración llevamos delante de Dios nuestro día de trabajo, hay veces que el trabajo parece ser muy grande. Algunos días tenemos cosas por hacer que son muy emocionantes, cosas importantes. Y luego, cuando vemos este pasaje, recordamos que aun cuando estamos haciendo cosas que pensamos que son importantes, en realidad solo somos un vapor, nuestras vidas son muy, muy cortas.
Y luego hay otros días cuando el trabajo que tenemos por delante parece muy trivial e insignificante. Ahí es cuando me ayuda recordar que cuando Él establece el trabajo de mis manos, cuando Él confirma el trabajo de mis manos, entonces ese trabajo pasa a ser un acto de adoración y es santificado por Su presencia.
Ahora, no sé qué clase de trabajo tienes que ofrecerle al Señor. Algunos días mi trabajo es enseñar algunas sesiones como esta. Otros días mi trabajo es pasar horas y horas enfrente de una computadora, planeando la enseñanza para días como estos. Otros días parecen muy tediosos. Algunos días, cuando hay aquí un grupo de mujeres escuchando, es muy alentador y emocionante. Pero el trabajo de cada día debe ser presentado a Dios.
Tu trabajo pudiera ser preparar comida para tu familia. Puede ser lavar los platos después de preparar los alimentos. Pudiera ser lavar la ropa, cuidar los pequeños. Algunas de ustedes quizás dan clases a sus hijos en casa. El trabajo del día puede ser escribir notas de gratitud, notitas de ánimo para personas que están pasando por tiempos difíciles.
Cualquiera que sea el trabajo, llévalo al Señor en oración y dile, «oh Señor, mi vida es demasiado corta para desperdiciarla. No quiero pasarme la vida simplemente haciendo el trabajo como si estuviera dando vueltas sin sentido y llena de tristeza. Deseo vivir la vida a luz de la eternidad. Deseo invertirme de una forma que traiga gloria a Tu nombre. Así que, Dios, ¿permitirías que Tu hermosura se pose sobre mí? ¿Establecerías el trabajo de mis manos, transformarías mi trabajo en algo que tenga significado para tu reino?»
Y entonces le agradecemos por esto, que por Su gracia, Él puede transformar esa vida dolorosa y corta en una vida abundante, gozosa, no siempre fácil pero llena de esperanza, que espera pasar toda la eternidad en Su presencia.
Annamarie: Has estado escuchando a Nancy DeMoss de Wolgemuth dar una perspectiva importante. Este mensaje es parte de la serie titulada, «Vive a la luz de la eternidad».
Hace un tiempo Nancy conoció a una mujer que está invirtiendo su vida en cosas eternas. El Señor la está usando para llevar el evangelio a Irán. ¿Te suena esto como algo imposible?
Nancy nos cuenta más.
Nancy: En una Conferencia True Woman, tuve la oportunidad de conocer a una mujer especial llamada Sabrina, quien está activamente involucrada en hablarle a las mujeres en Irán. Si eres fanática de las Crónicas de Narnia, apreciarás el apellido de Sabrina. Es Aslan, la palabra persa para león.
Sabrina Aslan: Soy Sabrina Aslan, vengo de California, pero soy originaria de Irán. Nací en Teherán, la capital de Irán. Viví allí hasta el 1996. Mi esposo y yo nos mudamos a los Estados Unidos en ese tiempo.
Nancy: Mientras vivía en Irán, Sabrina tuvo un encuentro con Jesús que cambió su vida.
Sabrina: Cuando tenía diez años, escuché el evangelio a través de mi tía. Ella escuchó el evangelio por medio de unos misioneros, hace muchos años en Irán. Ella nació de nuevo y me contó que aunque yo había nacido en una familia cristiana, necesitaba a Cristo como mi Salvador. Ella me presentó el evangelio, pero me tomó algunos años entender bien lo que Dios quería.
Cuando estaba por cumplir trece años, fui al grupo de jóvenes de una de las iglesias evangélicas en Teherán. Y una vez más escuché el evangelio, y le rendí mi vida a mi Salvador Jesucristo.
Nancy: En ese tiempo, los creyentes en Jesús tenían más libertad en Irán que hoy en día.
Sabrina: Podíamos ir a la iglesia más libremente. Incluso teníamos conferencias, retiros; pero eventualmente el gobierno simplemente nos cerró todas esas puertas, especialmente a las iglesias de habla persa. En este tiempo estas iglesias están cerradas a lo largo del país. Ahora mismo, solo existen iglesias en los hogares, o algunas tradicionales como las iglesias ortodoxas, con las que el gobierno no tiene nada que ver.
En aquel tiempo nos enseñaron a evangelizar. Luego yo tenía muchas amigas bajo persecución. Al esposo de una de mis amigas lo mataron. También ha habido mártires—como cuatro de nuestros pastores han sido asesinados. En ocasiones también vigilaron a mi esposo.
Una iglesia en los Estados Unidos nos invitó para tomar la posición pastoral en la iglesia. Oramos y vimos que Dios nos estaba llamando allí, así que nos mudamos a los Estados Unidos en 1996.
Nancy: Sabrina escapó de la persecución religiosa de Irán, pero eso no significó que la vida sería fácil. Algunos asuntos médicos afectaron a su familia en el 2008.
Sabrina: Mi hijo menor fue diagnosticado con un tumor cerebral y yo me encontraba como en una especie de trauma. Y una de mis amigas me presentó el ministerio Revive Our Hearts (Aviva Nuestros Corazones en inglés), como un recurso para escuchar la Palabra y recibir consuelo. Supe desde el momento en el que comencé a escuchar, que Dios estaba trabajando en mi corazón. Él me estaba enseñando—enseñándome gota a gota. Y yo sabía que esas enseñanzas estaban penetrando en mi corazón y cambiándome.
Nancy: Dios no solamente estaba cambiando el corazón de Sabrina para su propio bien. A medida que ella comenzó a crecer en Cristo, se dio cuenta de que necesitaba compartir estas verdades bíblicas con otras personas. Dios no había terminado de usarla en Irán. Un ministerio radial la invitó a Irán para enseñar allí.
Sabrina: Yo no sabía que Él me llamaría a otro tipo de ministerio para mujeres. El mensaje de Aviva Nuestros Corazones puede, por medio de mí, pasar al pueblo iraní porque tengo una puerta abierta a través del satélite y a través de las redes sociales, para darles este mensaje a las mujeres allá. Creo que hay un avivamiento en Irán.
Allá, muchas personas tienen sed de Cristo. Hay tantas personas, miles de personas, que están cansadas del islam y necesitan a Cristo, y muchos vienen a Él. Así que necesito a alguien como Nancy, como este ministerio para ayudarme a llevar este precioso mensaje al pueblo persa, a las mujeres persas y a todo Afganistán e incluso Europa.
Nancy: Sabrina sentía que ella no estaba capacitada para este gran trabajo de enseñar la Biblia a mujeres iraníes, y yo estoy muy agradecida de que Dios usara a Aviva Nuestros Corazones para ayudar a Sabrina. Ella toma lo que aprende a través del ministerio, lo traduce, lo pone en sus propias palabras y lo usa como una base para sus enseñanzas.
Sabrina: Hace un tiempo me pidieron que preparara algunos programas para mujeres. Yo estaba batallando con este llamado y esta invitación. Así que después de un tiempo, después de mucho orar y ayunar, decidí decir, «sí». Puedo decir que entre el 60 y el 70% de esos mensajes son de Avivan Nuestros Corazones, de las enseñanzas que yo había aprendido a través del ministerio. Incluso, el nombre que le puse al programa fue «Izana Roseen», que significa Mujer Verdadera.
Aviva Nuestros Corazones me ayuda a crecer en Cristo al darme la verdad acerca la feminidad, y estoy muy feliz por eso.
Nancy: ¡Wao! Estoy asombrada de lo que solo el Señor puede hacer. Cuando comenzamos este ministerio hace catorce años, no teníamos ni idea de que Él tomaría nuestros esfuerzos y los multiplicaría de esta manera.
Es increíble ver cómo Dios ha estado llevando su Palabra alrededor del mundo. Así como Él ha usado a Sabrina te puede usar a ti, en el lugar en que Él te ha puesto. Aquí en Aviva Nuestros Corazones hemos escuchado también de mujeres de toda Latinoamérica y de Europa.
Una mujer de España nos escribió a raíz del efecto que tuvo en su vida una conferencia que se llevó a cabo en Córdoba, España, a inicios del año 2019. Su nombre es Candy y ella dijo:
«… tengo noventa y dos años y es la primera vez en mi vida que asisto a una conferencia de mujeres como esta, realmente, es la primera vez que el Señor me ha permitido asistir a una conferencia.
He de decir que con la edad que tengo soy de una generación en la que el papel de esposa y madre lo teníamos muy claro, y lo asumíamos como algo normal. Estas conferencias me han servido para ver esta manera de vivir el diseño de Dios para la mujer.
¡Qué bendición tan grande ha sido conocer a tantas hermanas de diversos lugares y diferentes edades teniendo el mismo sentir! Porque lo más importante que tenemos en común es que somos hijas de Dios y herederas del reino.
Nunca pensé que podría estar en esta conferencia por mi edad y mis dificultades físicas, pero el Señor lo permitió y le estoy muy agradecida a Él. La recordaré siempre y espero que si se celebra otra vez y sigo aquí en esta tierra, me encantaría disfrutarlas, y si no, tendremos otro encuentro en la eternidad.
Oro por todas estas hermanas para que sean mujeres conforme a la Palabra para la gloria de Dios».
¡Amén!
Conocer de manera personal a Candy fue un estímulo. Un estímulo de ver la fidelidad de Dios para sus hijos y para sus hijas con el paso de los años, aún en medio de aridez y de desierto, cómo Dios mantiene mujeres fieles que son un testimonio de que mientras estemos arraigadas en el Señor, permaneceremos vigorosas y verdes, y daremos mucho fruto, plantadas en los atrios del Señor.
Cuando las líderes del movimiento feminista comenzaron a reunirse a mediados de los sesenta, fueron consideradas un grupo marginal. Muchas personas pensaron que estaban locas. Pero fueron sistemáticas, intencionales y persistentes, llevando el mensaje a mujeres jóvenes, mientras que los programas de estudios se abrían para todas las mujeres en las universidades de Estados Unidos y otros países. Incluso, distribuyeron su mensaje a través de muchos recursos impresos.
Esto me llevó a hacerme la siguiente pregunta: ¿Qué podría hacer Dios con un grupo comprometido con un nuevo movimiento, una revolución contracultural de mujeres verdaderas de Dios. ¿Cómo podría expandirse ese mensaje?
Seas abuela, joven, estés casada o soltera...
Arraigadas en Cristo.
Sostenidas por Su Palabra en todo tiempo.
Unidas busquemos al Señor.
Como hijas de Dios estamos llamadas, no simplemente a sobrevivir, sino a disfrutar de libertad, plenitud y abundancia en Cristo. Para lograrlo necesitamos un fundamento estable, un ancla, una esperanza segura y firme para nuestras almas, que resista los embates de las diversas corrientes de estos tiempos, de las inestables y cambiantes filosofías de este mundo y los engaños de nuestro propio corazón.
Únete a Mary Kassian, Dannah Gresh, Dámaris Carbaugh, Sugel Michelén y una servidora, en la Conferencia Mujer Verdadera 2020; junto con Jonathan y Sarah Jerez en las alabanzas.
Mujer Verdadera 2020, titulada, «Arraigadas», se llevará a cabo en la ciudad de Monterrey, México, los días 13 y 14 de marzo. Entérate de los detalles en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. ¡Inscríbete hoy! El cupo es limitado.
Annamarie: Uno de los versículos más cortos de la Biblia dice: «Recuerda a la esposa de Lot». Pero ¿qué exactamente es lo que se supone que debemos recordar? Nancy nos ayudará a conocer a este personaje bíblico un tanto misterioso, para que podamos recordarla, y recordar las verdades importantes que aprendemos de su vida. Esto será en la próxima serie de Aviva Nuestros Corazones.
Viviendo a la luz de la eternidad juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
Canción del peregrino, Jonathan & Sarah Jerez, Periscopio ℗ 2017 Jonathan & Sarah Jerez
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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Serie «Vive para la eternidad»
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