Una bifurcación en el camino
Nancy DeMoss Wolgemuth: Con nosotras el pastor Sam Crabtree.
Pastor Sam Crabtree: Agradecer o no es la diferencia entre desarrollar un espíritu humilde y un espíritu de exigir derechos.
Es como un recluso enojado que exige: «¡Quiero lo que quiero cuando lo quiero, y lo quiero ahora!» Y la razón por la que está en la cárcel es porque pensó que las cosas de otra persona le pertenecían en ese momento
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy: Hablando de gratitud, ¿experimentas el poder de un corazón agradecido? Creo que la mayoría de nosotras diría que probablemente necesitamos crecer en esa área. En los últimos años, mi dulce esposo Robert y yo hemos visto el poder de la gratitud de primera mano.
Como habrás escuchado, en el año 2020 Robert tuvo dos diagnósticos de cáncer consecutivos en medio …
Nancy DeMoss Wolgemuth: Con nosotras el pastor Sam Crabtree.
Pastor Sam Crabtree: Agradecer o no es la diferencia entre desarrollar un espíritu humilde y un espíritu de exigir derechos.
Es como un recluso enojado que exige: «¡Quiero lo que quiero cuando lo quiero, y lo quiero ahora!» Y la razón por la que está en la cárcel es porque pensó que las cosas de otra persona le pertenecían en ese momento
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy: Hablando de gratitud, ¿experimentas el poder de un corazón agradecido? Creo que la mayoría de nosotras diría que probablemente necesitamos crecer en esa área. En los últimos años, mi dulce esposo Robert y yo hemos visto el poder de la gratitud de primera mano.
Como habrás escuchado, en el año 2020 Robert tuvo dos diagnósticos de cáncer consecutivos en medio de una pandemia mundial. La situación de salud de Robert nos sumergió en aguas turbulentas de citas médicas, pruebas, tratamientos, quimioterapia y cirugías aparentemente interminables.
Pero a pesar de todo, incluso en medio de los días más difíciles, ¡quiero decirles que la gratitud ha sido un salvavidas para nuestros corazones! Durante esos meses mientras Robert estaba en quimioterapia, nos propusimos escribir en pequeñas notas algo por lo que estuviéramos agradecidos cada día.
Pegamos esas notas en una pared de nuestra casa. De hecho, si vas a AvivaNuestrosCorazones.com, en la transcripción de este programa encontrarás un enlace a un video que muestra nuestro «muro de gratitud». Fue un rincón de nuestra casa lleno de vida para nosotros durante toda esa temporada.
Ser agradecidas transforma nuestra perspectiva de las circunstancias, puede infundirnos una paz y alegría inexplicables incluso cuando las cosas se están desmoronando a nuestro alrededor. ¡Robert y yo podemos dar fe de ello!
Nuestro invitado de hoy, el Pastor Sam Crabtree, tiene una sabia perspectiva sobre este concepto de practicar el agradecimiento. Sam es Pastor en la Iglesia Bautista Bethlehem en Minneapolis. Es un querido amigo y autor de un libro titulado Practicando la gratitud, por ahora solo disponible en inglés. A lo largo de los años, he recibido expresiones de gratitud de Sam en numerosas ocasiones.
Y no hace mucho, Dannah Gresh sostuvo una conversación con él para hablar sobre el contenido de su libro, el tema de la gratitud. Hoy escucharemos esa conversación. Aquí están Dannah y el pastor Crabtree con nosotras.
Dannah: Sam, ¿por qué estás agradecido hoy?
Pastor Sam: Wow, bueno, me encuentro en Minnesota, ¡y hoy tuvimos un amanecer espectacular! Y fue después de un diluvio torrencial alrededor de las cinco y media de la mañana. Así que ha llovido bastante, a pesar de ser un verano muy seco seguido de un amanecer glorioso por encima de estas nubes que arrojaron tanta lluvia. Eso es lo primero que me viene a la mente.
Es algo temporal y tal vez superficial en un sentido… Aunque si lo pensamos bien, Jesús nos dijo en Su Sermón del Monte que Él hace salir el sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos e injustos (ver Mateo 5:45). Entonces, a través de ese amanecer sobre esas nubes puedo estar agradecido por la gracia común de Dios para todos nosotros.
Dannah: ¡Wow! ¡Hiciste de ese amanecer algo teológico!
Pastor Sam: Bueno, todo se trata de Dios. Todo viene de Él y es por Él. Y si pensamos bien, es para Él. Así que, ¡puedes relacionar realmente cualquier cosa con Dios!
Dannah: Sí, y supongo que esa sería una clara diferencia de alguien que no conoce al Señor…que vaya conduciendo por la carretera, vea ese magnífico amanecer hoy y no exprese su agradecimiento a Dios. Nosotros, dado que se lo atribuímos a Dios, dirigimos nuestra gratitud hacia Él.
¿Dirías que esa es una de las grandes diferencias distintivas en cuanto a cómo un cristiano da gracias a diferencia de aquellos que no conocen al Señor?
Pastor Sam: Bueno, la pregunta más importante al dar gracias es: «¿A quién?» Porque dar gracias exige un objeto, algo o alguien que reciba el agradecimiento. Entonces, «¿a quién le estás dando las gracias?» Creo que es uno de los tristes misterios de nuestros amigos no creyentes que se sienten agradecidos. Sienten ese impulso creciente de que deben expresar su agradecimiento…pero, ¿a quién?
Si no sabes que Dios está obrando en todas partes, en todo y todo el tiempo, ¿a quién le vas a agradecer?, «¿al azar?»; el azar no tiene autoridad para hacer nada. Entonces sí, damos gracias a Dios por todo.
Dannah, probablemente estés familiarizada con la muy utilizada afirmación de Abraham Kuyper de que: «No hay una pulgada cuadrada en todo el dominio de nuestra existencia humana sobre la cual Cristo, quien es soberano sobre todo, no clame: “¡Mío!”»
Entonces, Él es soberano sobre cada molécula, cada amanecer, cada nube, cada gota de lluvia, cada latido de mi corazón, cada parpadeo de mis ojos. ¡Todo! David lo describió en un sentido más general en el Salmo 139:16 cuando dijo: «En tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos».
Él está detrás de todo, debajo están los brazos eternos (Deut. 33:27). Dios está obrando en y a través de todo, sin excepción. Al conversar y a medida que avancemos, creo que expondremos un poco más de lo que la Biblia nos dice.
Dannah: Creo que lo que estás diciendo es realmente importante, porque hay todo tipo de mantras hoy en día sobre la acción de gracias y la gratitud, pero no la están dirigiendo a la fuente correcta.
Recuerdo unos años atrás cuando el mundo entero estaba realmente entusiasmado con esta mujer, esta autora que presentó un nuevo sistema de organización para la casa. Las mujeres decían: «Voy a hacer esto con mi casa; ¡voy a hacer esto con mis cajones!»
Y se trataba de simplificar las cosas para que pudieras estar agradecida por lo que tienes, porque cuando tienes en exceso pierdes la gratitud. Cuando tenemos demasiado no nos tomamos el tiempo para estar agradecidas por lo que tenemos.
Y yo estaba como, ya sabes, «me encanta cómo se ven sus cajones, ¡me encanta la paz que tengo cuando está organizado!» Así que me subí en ese barco y me puse a ver sus videos.
Y entonces ella dice: «Ahora, antes de desechar un objeto cuando estamos ordenando, debemos sostener el objeto (el calcetín, por ejemplo) y decir: “Gracias calcetín. Me has servido bien calcetín”».
Y pensé: «¡Dejaré de ver esto! Esto ya no me funciona. ¡No le agradeceré a un calcetín!» Pero, honestamente, ¡me abrió los ojos a la realidad de que, en cierto sentido, yo era tan idólatra! No les puedo explicar lo famosa que sigue siendo esta mujer porque les está enseñando a las mujeres a agradecerles a sus calcetines, a sus camisetas, a sus viejas macetas.
Y pienso, lo que vi fue una profunda necesidad de tener que agradecerle a algo o a alguien. ¿Crees que tenemos eso en nuestros corazones?
Pastor Sam: Sí, esa es una buena pregunta. Primero, déjame volver un poco hacia atrás. No sé quién es la mujer, no sé cuál es su programa, no quiero menospreciar demasiado la antropomorfización (¡si esa es una palabra!) de los calcetines. Pero sí pasas el agradecimiento al calcetín verticalmente hacia el Dios, quien proveyó todo lo que tiene que ver con ese calcetín…
Puedes ver lo que ha hecho el hombre, ya sean sus calcetines o los altavoces a través de los cuales estás escuchando este contenido; o el volante de tu automóvil, si estás conduciendo en este momento mientras escuchas; cualquier cosa hecha por el hombre, fue hecha de materiales que salieron de la tierra y Dios nos dio todos esos materiales. Él les dio los recursos a los inventores de volantes, calcetines y bocinas, y de todo lo que tienes.
De forma jocosa, podemos agradecerle a un calcetín, supongo, pero no debería terminar ahí. Nuestro agradecimiento necesita llegar hasta donde realmente pertenece el crédito. Ese calcetín no tuvo la intención de bendecir tu pie o tu vida, es solo un objeto inanimado.
Dios es un Dios personal, el Dios vivo, y le damos gracias a Él. Esta es una de las cosas gloriosas de Dios. Cuando les enseñamos a nuestros hijos a orar: «Dios, eres grande, Dios eres bueno y te agradecemos por esta comida», hay algo de buena teología ahí.
Una de las cosas maravillosas de Dios es que Él toma Su grandeza y la une a sus buenas intenciones hacia nosotros para bendecirnos, para no dejar de hacernos bien. Él dice que tendremos deleites a Su diestra para siempre.
Romanos 8:28 dice que sabemos que «para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien». Eso es todo, sin excepción, sin exclusiones, lo abarca todo.
Esto se convierte en piedra de tropiezo para muchos, porque se preguntan si Dios está obrando en la adversidad que llega a sus vidas, y la respuesta es «sí», porque, por un lado, Él no ha terminado Su obra. Y pienso en José, arrojado a un pozo por sus hermanos…sabemos que Dios no había terminado con José.
No ha terminado con los hermanos, no ha terminado con todo Israel, no ha terminado contigo y conmigo en ese mismo hilo histórico. Cuando José es sacado de ese pozo y vendido como esclavo, ¡Dios no había terminado! Y cuando José es incriminado por la esposa de Potifar y arrojado a la cárcel, ¡Dios no había terminado!
Y cuando él interpreta los sueños del copero y del panadero ahí en la cárcel, y olvidan decirle al rey de este intérprete que se llama José, mientras este languidece en la cárcel unos años más, ¡Dios no había terminado!
Y luego, después de siete años de buenas cosechas seguidos de una hambruna, Dios no había terminado. Él no ha terminado nunca, ¡nunca! Acabo de participar de un funeral para un muchacho que murió en un accidente de bicicleta. Algunos podrían decir: «¡Bueno, Dios lo arruinó todo!» No, Dios no ha terminado con él.
De hecho, su muerte no le impidió alcanzar la gloria que Dios le prometió, pues su muerte fue el camino por el cual llegaría a la gloria que Dios tiene para él. Entonces, podemos estar agradecidos incluso por accidentes fatales de bicicleta, y esto es algo que parece totalmente impensable e irónico para el mundo.
Dannah: ¡Creo que podría escucharte decir, «Dios no ha terminado», todo el día! Creo que mi corazón necesita ese recordatorio. Y si tu corazón también lo necesita, Dios no ha terminado –independientemente de las dificultades que estés enfrentando, lo que sea que esté pasando en tu matrimonio, cualquier enfermedad que pueda haber en tu familia, ¡o si simplemente estás cansada de esta pandemia! Dios no ha terminado.
Ayer leí algo muy interesante que me animó. Creo que mucha gente dice: «¿Cómo puedes estar agradecida en MEDIO DE UN TIEMPO COMO ESTE, EN EL QUE LA PANDEMIA, DE UN MODO, SE HA EXTENDIDO?
Otra cosa interesante que leí fue algo que me recordó que Dios obra todas las cosas para bien y es lo siguiente: En julio, un grupo secular realizó una encuesta, se trataba de su percepción de la iglesia. Creo que fue un poco más del sesenta por ciento de los estadounidenses que dijeron: «Veo a la iglesia ayudando y haciendo cosas buenas».
Ahora, eso es la mayoría, me gustaría que el porcentaje fuera más alto. Pero, a partir del 2010 ese número había ido disminuyendo cada año hasta la pandemia. Y ahora, o la iglesia de Dios realmente está trabajando de manera más práctica en nuestras comunidades estadounidenses, o las personas que se estaban volviendo cínicas hacia la iglesia de repente vieron eso. Creo que es algo que puede atraerlos a la iglesia. Lo primero que pasó por mi mente fue: «¡Oh Señor, Tú haces que todas las cosas obren para bien, y no has terminado! Estás mucho más preocupado por nuestras almas que por nuestros cuerpos y has permitido que esta pandemia haya atraído a las personas a ver la bondad en la iglesia». ¡Estoy tan agradecida de haber podido ver eso!
Pastor Sam: Sí, Dios no desperdicia nada, ni un evento, ni una pizca de nuestra experiencia. Él siempre está haciendo más de lo que podemos ver o comprender.
En nuestra sabiduría limitada no planearíamos una pandemia para que la iglesia pudiera crecer, fortalecer sus músculos espirituales por así decirlo, y alumbrar al mundo; pero Dios en Su infinita sabiduría podría hacerlo de esa manera, del mismo modo en que en Su infinita sabiduría Él podía hacer que José fuera arrojado a un pozo por sus hermanos, porque al hacer eso ¡en realidad estaba salvando a sus hermanos!
Dannah: Hmmm ¡wow!
Pastor Sam: Ellos no se lo imaginarían, ¡no podían imaginarlo! Pero Dios los estaba salvando a través de su maldad hacia su hermano.
Dannah: ¡Eso es increíble!
Bien, cuéntanos. Como has estudiado las Escrituras con relación al tema de la gratitud, las has examinado, ¿por qué deberíamos estar agradecidas? ¿Qué nos dice la Biblia acerca de por qué debemos estar agradecidas?
Pastor Sam: Bueno, ¿por dónde empezamos? El agradecimiento está por toda la Biblia. No es trivial ni intrascendente. Afirmaría y afirmo que, por lo tanto, no es algo puramente electivo. Es una bifurcación en el camino que marca una diferencia en cada individuo. (Y ya estoy llegando a la respuesta a tu pregunta sobre por qué la Biblia quiere que estemos agradecidos)
Una razón es porque marca la diferencia entre si vamos a ser maduros o inmaduros espiritualmente. Como un niño desagradecido… Imagínate a un niño de dos años que se niega a dar gracias y hace un berrinche, patalea y grita.
Hay versiones adultas de esas rabietas, en las que las personas agitan los puños hacia Dios como si Él hubiera arruinado las cosas cuando, como dijimos hace un momento, Él aún no ha terminado Su obra. Agradecer o no, es la diferencia entre desarrollar un espíritu humilde y un espíritu de exigir derechos.
Es como un recluso enojado que exige: «¡Quiero lo que quiero cuando lo quiero, y lo quiero ahora!» Y la razón por la que está en la cárcel es porque pensó que las cosas de otra persona le pertenecían en ese momento
El agradecimiento es la diferencia entre volverse dulce y amargarse. ¡Temo la posibilidad de convertirme en un viejo cascarrabias! Y el agradecimiento es una clave para eso.
Es la diferencia entre la fe que va en aumento y la dureza. De hecho, Jesús atribuye el divorcio a la dureza del corazón. ¡Creo que agradecer o no es la diferencia entre la belleza y la fealdad! ¡Piensa en la ingrata Bruja Blanca de Las Crónicas de Narnia que siempre hace que sea invierno, pero nunca Navidad!
La diferencia entre la gratitud y la ingratitud es la diferencia entre la sabiduría y la necedad del que se autoengaña. Un texto clásico de Pablo en Romanos 1:21 es:
«Pues aunque conocían a Dios, no lo honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido».
Todo el texto continúa dando una lista de resultados de ese corazón duro. Entonces, una razón para estar agradecido es que hace una diferencia en lo que nos convertimos. Estamos en un camino y hay una bifurcación en el camino. Podemos estar agradecidos o no, pero no podemos elegir ignorar el destino al que nos llevará la bifurcación en el camino, basándose en nuestra decisión de estar agradecidos o no.
¡Otra razón para estar agradecidos con Dios es que Él nos lo ha dado todo! Todo es de Él, y es totalmente apropiado que cuando somos los beneficiarios de algo le agradezcamos al Benefactor. Eso tiene mucho sentido además de ser espiritualmente saludable y psicológicamente saludable. Dios merece honor por todo.
Muchas personas, cuando piensan en el agradecimiento, piensan en 1 Tesalonicenses 5:18 que dice que demos gracias en todo. Este es un buen texto y es una buena frase sencilla para recordar: «En todo».
¿Y si estuviera esquiando colina abajo y me rompiera una pierna? Bueno, en esa situación puedo estar agradecido por no haberme roto las dos piernas o el cuello o algo así. Y eso es cierto, es válido agradecerle a Dios por un montón de cosas. No tengo lepra, puedo estar agradecido por eso, eso es legítimo.
Pero la Biblia no solo tiene 1 Tesalonicenses 5, también tiene Efesios 5:20 que dice que siempre debemos dar gracias por todo, no solo en todo, sino por todo. Así que es un mandato bíblico, es un mandato apropiado porque Dios nos ha dado todo, no tenemos nada que no hayamos recibido.
Nosotros no creamos cosas de la nada, todo lo que tenemos lo hemos recibido, y eso incluye cosas materiales, pero también incluye oportunidades y discernimiento –la capacidad de ver las cosas. La capacidad de captar y comprender las cosas es un don espiritual de Dios y debemos agradecerle cuando tenemos un momento «¡ajá!», y decimos, «¡oh, lo entiendo!» Bueno, eso vino de Dios.
Dannah: Sí, realmente cambia nuestra forma de ver las cosas. Es como ver el vaso medio lleno o el vaso medio vacío ¿verdad? Y cuando estás agradecida, puedes ver: «¡Está medio lleno!» ¡Esas son buenas noticias!
Pastor Sam: Y tiene un efecto horizontal. La gratitud o la ingratitud son ambas causales en las relaciones. Las relaciones que están empapadas de gratitud son más felices que las relaciones en las que se dan por sentadas las cosas y en las que nadie dice «gracias». Y no es que haya hostilidad, es más bien que nos desviamos, y está presente ese sentimiento de «¡te estás aprovechando de mí!» Y eso puede evitarse con una gratitud generosa.
Dannah: Sí, estaba leyendo un artículo el otro día sobre esto. La ciencia es algo que siempre me fascina. No le tengo miedo a la ciencia porque una y otra vez la veo afirmando lo que es verdad en la Palabra de Dios.
Cuando somos agradecidas se libera serotonina en nuestro cerebro y eso nos hace sentir paz. Ese artículo decía que las relaciones en las que se expresa más agradecimiento tienden a ser las que nos atraen, porque nos sentimos más tranquilas en esa relación.
Yo estaba como «hmmm, eso suena como las consecuencias positivas de la Palabra de Dios bendiciendo nuestras relaciones». Y quiero que continuemos hablando más sobre la gratitud mañana, pero sé que hay muchas mujeres escuchando en este momento que podrían sentirse cínicas mientras escuchan.
Agradecer parece difícil porque piensas: «¡Pero no conoces a mi esposo! ¡Pero no conoces mis circunstancias! ¡Pero no sabes por lo que está pasando mi familia!», o «¡No sabes lo sola que me siento!»
¿Qué le dirías a la mujer que se siente realmente abrumada por la vida –que mira a su alrededor y es difícil para ella ver por qué puede estar agradecida?
Pastor Sam: Bueno, antes que nada, sé lo que se siente estar abrumado, sé lo que es sentir presión, sé lo que es sentirse decepcionado, sé lo que es sentirse traicionado. No quiero disminuir esos sentimientos en esa mujer, son reales, son una carga, drenan y es difícil manejarse, especialmente cuando se acumulan.
Segundo, diría que, aunque no conozco a tu esposo y no conozco tus dolencias físicas y no conozco las particularidades de tus circunstancias, sí conozco a tu Dios. ¡Tu Dios es suficiente en todas estas cosas, sin excepción!
Nunca hay un momento en que Él no sea suficiente. Como dice el escritor de Lamentaciones 3:21–23: «Estas cosas me vienen a la mente y por eso tengo esperanza; grande es Tu fidelidad, Su misericordia es nueva cada mañana» (parafraseado).
Hay una gracia hecha a la medida, personalizada, para las circunstancias de esa mujer, cualesquiera que sean, no hay excepción. Y así, movemos nuestra mirada de nuestras circunstancias hacia el Dios que está obrando todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman, incluidos los esposos difíciles, los problemas de salud, las presiones financieras, los hijos rebeldes y todo lo que pueda agotar a una persona.
Creo que podemos llegar a ser agradecidos cuando no lo hemos sido. Dios puede hacernos crecer en ese sentido, y por eso podemos pedirlo. Podemos pedir Su ayuda.
¡Pienso en el agradecimiento como una habilidad espiritual que nos es dada por Dios para ver la gracia! Es el deseo correspondiente de afirmar que la gracia y el Dador de esa gracia son buenos.
Entonces, aquí tengo a este esposo muy difícil, tengo presiones financieras, problemas de salud y todo lo que está pasando. Puedo pedirle a Dios que me dé un corazón agradecido porque es algo divino y es la capacidad para ver.
Entonces, puedo pedirle a Dios que me ayude a ver mis circunstancias a través de un lente diferente o desde un ángulo diferente. Y Él quiere hacerlo, Él quiere que yo esté agradecido, por eso me manda a dar gracias. Y Él me ayudará a hacer lo que Él manda.
Incluso la petición: «Señor, ayúdame a ser más agradecido de lo que soy. Ahora mismo no estoy siendo agradecido, ¡pero quiero estarlo!» Ese es un regalo de Él, esa gracia de querer llegar a ser lo que todavía no he llegado a ser. ¡Ese deseo es una evidencia de que Dios ya está obrando!
Entonces puedo pedir que aumente mi deseo de afirmar la gracia que Él da y que me capacita, y afirmar que Él es bueno al darme tanto las circunstancias en las que estoy como la gracia para responder a ellas de la manera que sería de más ayuda, saludable y beneficiosa.
Dannah: Me encanta eso.
Nancy: ¿Y dónde estaríamos sin la maravillosa gracia de Dios? El agradecimiento está conectado a la gracia. De hecho, la palabra gracias…en castellano es la palabra que usualmente usamos para expresar nuestro agradecimiento. Mi amiga Dannah Gresh y el pastor Sam Crabtree nos han estado ayudando a pensar en todo esto y en cómo la gratitud es una bifurcación. Y tú, ¿cuál camino tomarás?
Cuando leí el libro escrito por el pastor Crabrtree por primera vez me sentí inspirada nuevamente por la belleza, la necesidad y el poder de un estilo de vida de gratitud. Tú puedes ayudar a que más mujeres sean inspiradas con este contenido al compartir estos episodios con ellas. Hazlo fácilmente a través de nuestra aplicación llamada Aviva Nuestros Corazones.
Y asegúrate de regresar para la continuación de la conversación. El pastor Crabtree nos ayudará a buscar algo que él llama «Cadenas de bendiciones». Descubre lo que significa, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: Trayéndote enseñanza práctica de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
Grande es Tu Fidelidad, Jonathan & Sarah Jerez, Periscopio ℗ 2017 Jonathan & Sarah Jerez.
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